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Un viaje con buena cosecha

Estuve en... Las pampas argentinas Por Jorge Linares y Nancy Colmenares

13 de mayo de 2007

Temprano cargamos nuestro auto para iniciar el viaje de vacaciones que desde Córdoba nos llevaría a la costa atlántica. Pero esta vez no seguimos las veloces autopistas, sino que tomamos una serie de rutas secundarias que, atravesando el sur de Córdoba y Santa Fe y el corazón de la provincia de Buenos Aires, nos mostrarían una Argentina casi desconocida, pero llena de coloridos paisajes, de vida y fuerza. Casi sin duda, el motor de nuestro país.

Durante horas atravesamos extensos campos de soja y trigo verdes y relucientes, que alternaban con el amarillo intenso de los sembrados de girasol y los vastos pastizales donde pastaban calmamente toros y vacas. Al fondo, sobre el horizonte, emergían de tanto en tanto unos montículos verdes. Eran las grandes arboledas que rodean las estancias donde viven quienes forjan estas riquezas.

Nos detuvimos varias veces para contemplar y fotografiar esta belleza sorprendente. Casi siempre nos rodeaba un profundo silencio, roto alguna vez por el paso de algún pájaro o ave de la zona, lo que hacía más mejestuoso el paisaje que nos rodeaba.

Atravesamos pueblos con nombres sugestivos como Monte Maíz, Monte Buey, Venado Tuerto, Teodolina, El Trigo, Martín Fierro, Tapalqué, y en todos los casos nos llamaba la atención el ritmo tranquilo, casi despreocupado, de sus pobladores. Parecía que el ruido y la tensión no eran de estas regiones. En la ruta continuamente nos cruzábamos con tractores e inmensas cosechadoras, transportadas por pesados camiones, símbolos evidentes del trabajo en estas tierras.

Al día siguiente alcanzamos las playas del Atlántico. De repente, surgieron niños pequeños corriendo por la arena junto a veraneantes que gozaban de sus vacaciones. Entonces volvieron a nuestra mente esos campos verdes y profundos que atravesamos horas antes y, casi sin querer, pensamos que mucho del bienestar y el desarrollo de nuestra patria se generaba, silenciosamente, en esa Argentina que habíamos admirado fugazmente.

¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 2000 caracteres con espacios).

Envíe sus compañeros de ruta a la Redacción de Turismo del diario LA NACION, por carta a Bouchard 557, 5º piso (1106), Capital Federal, o vía e-mail a: turismo@lanacion.com.ar

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