-Mirá la luna -le digo a mi hija más chica, a upa, a punto de cruzar la calle en dirección al chino.
-¿Un día me podés comprar una una así?
Me río.
-Bueno.
-¿Y a Shina?
-Bueno.
-Una una y un eapo .
-¿Un qué?
-Un eapo .
-¿Un trapo?
-Sí.
Una luna, un trapo y luego, minutos más tarde, sumaría una silla. Esos fueron los pedidos de mi hija.
Y hablando de lunas y pedidos, ayer mismo terminé de hacer el video que hoy les obsequio, bien casero, segundo video grabado por China y quien suscribe, en equipo... bailándole a la luna, con un tema adorable de Mariana Baggio.
Y resulta que ni bien lo subí, me dije: ¿qué consigna puedo hacer? ¿Y si repito un ejercicio de deseos? De pedidos específicos al Universo, ¿o acaso a la luna lunera?
Y dado que, oh, casualidad (juro que fue pura coincidencia) esta noche será luna llena, ¿qué tal si improvisamos un ritual anticipado, volviendo a repetir lo que deseamos?
Por lo demás y por mucho que repita su deseo, no sé si mi hija logrará que yo le compre una luna (la silla y el trapo ya fueron regalados). En principio, voy a pensar cómo me las ingenio para que "alcance la pared", quiero decir, el techo.
Y ya van a entender mejor de qué les hablo.
¡Que lo disfruten!
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