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 • HISTORICO

Una vidriera frente al mar

Varios balnearios, en especial los del Sur, ofrecen a las nuevas bandas la oportunidad inmejorable de mostrarse; el reggae, al tope de las preferencias




Arriba, en el escenario, hay ganas, también muchos sueños; los artistas se esfuerzan por mostrar sus condiciones. Abajo, mientras toma sol, el público aprovecha para escuchar un poco de música.
La arena y el mar no son sólo de las estrellas de música consagradas, que convocan multitudes en cualquier lugar de la costa. El verano también es una posibilidad para bandas nuevas que quieren encontrar su lugar en el mundo del espectáculo.
Algunos paradores de Pinamar, sobre todo en la zona sur, le dan esa posibilidad de mostrarse que tanto buscan estas promesas de la música.
Todo es a pulmón. Las bandas no sólo llegan a Pinamar cargadas de sueños, sino también con pesados equipos de sonido. Se tienen que encargar de todo.
Sábado, 17.30. El parador Robinson Crusoe está muy concurrido. En el escenario, los músicos de Exodo Babilon preparan su show. El ocasional público, por un rato, decide darle la espalda al mar para conocer la letra y la música de la banda.
Guido Turtula es la voz y la primera guitarra de Exodo Babilon, un grupo que se inclina marcadamente por el reggae. Está ansioso. Da indicaciones a sus compañeros para que ecualicen el sonido. Por momentos, el viento complica los planes.
"Es el tercer año que tocamos en la playa. Es una experiencia muy linda tocar reggae en medio de la arena, con el sol y el mar de fondo", explicó el cantante.
En el balnerario de al lado, en Playas del Sur, el sonido de la batería está a pleno. Rodrigo Río, el cantante de Alados, entona una canción de Soda Stereo. Los espectadores, un poco remolones, tardan en aplaudir.
El siguiente tema que elige la banda es de Attaque 77. "Venir y tocar en la playa es espectacular, más si la gente se copa y nos acompaña en el show", dijo a LA NACION Mariano Marra, guitarrista de Alados.
Mientras guardaba los equipos de sonido, Marra agregó: "Somos una banda de rock pop. Tenemos canciones propias, pero acá decidimos tocar temas de grupos reconocidos para que el público se sienta más cómodo".
Los demás integrantes de Alados, que también se presentan en el parador Neptunia, son Fernando Marelli en el bajo y Fernando Derazenski en batería.
"En estas playas hay muy buena onda. Está bueno que haya shows musicales. Recién llegamos de Punta del Este y estas pequeñas cosas hacen que Pinamar esté más copado", coincieron Santiago y Nicolás, dos amigos que viven en Pilar.
Exodo Babilon terminó su concierto. Ahora, en Robinson Crusoe, es el turno de Peligroso Vudú, una banda que llegó a Pinamar desde Junín.
En primera fila, para observar el show, se sentaron Nicolás Ojeda y Esteban Maccaroni, manager y baterista del grupo Cazadores de Kolon.
"Que den oportunidades a las bandas nuevas es lo mejor que nos puede pasar para seguir creciendo", dijo Ojeda, y agregó que Cazadores de Kolon es un grupo que hace reggae, rock y funk. Los músicos son de Hurlingham, como Divididos, y varios otros grupos de rock nacional que tuvieron su nacimiento en el garaje de alguna casa de ese barrio.
Las bandas buscan su lugar, como Recios Renses, que este verano está en la costa con su gira Homo Sapiens Tour . En estos días, a los músicos Maximiliano Báez (voz), Matías San Román (bajo), Andrés Merkier (guitarra y coros), Nicolás García (guitarra y coros) y Fernando Molinas (batería) se los puede escuchar en Villa Gesell.

También suena el 2 x 4

En la playa no sólo hay pop, rock y reggae. También hay espectáculos que intentan innovar y buscan sorprender a los turistas con una propuesta distinta de las que abundan en toda la costa.
Ese es el objetivo de Walter Gutiérrez y Solange Passet, por ejemplo, que presentaron en Pinamar su producción Neo Tango, una comunión entre la música ciudadana y la electrónica, muy del estilo de lo que hace Bajofondo.
Mientras el DJ Brian Peroni toca desde su consola, Claude Murga y Angel Fabián Coria demuestran sus habilidades para bailar el tango.
El fin de semana pasado se presentaron en Robinson Crusoe y en el teatro bar El Ojo de las Artes.
"El tango tiene una gran convocatoria y quisimos agregar un set de música electrónica, que es lo que se oye ahora. En Pinamar tuvimos una muy buena recepción por parte del público de todas las edades", afirmó Passet, productora general del espectáculo.
Adelantó que el mes próximo Neo Tango iniciará una gira por el exterior y se presentará en Nueva York, Miami, Los Angeles y San Francisco. Claro que antes pisaron la arena de Pinamar.

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