

Créditos: Mariana Roveda
Ayer, desde la redacción de OHLALÁ! fuimos todas a marchar a la Plaza del Congreso, #NiUna Menos. Llegamos con la emoción de sentirnos parte de algo inmenso que estaba sucediendo y nos volvimos con la convicción de que era mucho más grande de lo que nos habíamos imaginado. La fuerza de lo auténtico, de lo inapelable, ayer había montón de opiniones y miradas diferentes marchando en pos de una expresión compartida: ¡Basta de violencia hacia las mujeres!
Cada una de nosotras tenía amigas y amigos en otros rincones de la plaza, colegas, parientes, parejas, hijos. En los celulares, mensajes de los que están más lejos pidiendo fotos, mandando apoyo. Ayer nos movilizamos todos. Y no sólo porque salimos juntos a marchar sino porque algo se movió adentro nuestro. Sentimos una gran admiración hacia las personas que confiaron en que esta movida era posible y la llevaron adelante. Hoy tenemos esperanza, sabemos que esto es el principio de un gran cambio. También que todos somos protagonistas y responsables.
En la marcha le preguntamos a algunas mujeres cómo se suman, en su vida cotidiana, a #NiUnaMenos.

Créditos: Mariana Roveda
Mariana Gioiosa - 32 años
Yo tuve una relación tormentosa, sufrí bastante y a partir de ahí no solo decidí no dejarme maltratar nunca más sino que transmito constantemente en mi entorno este mensaje de la necesidad del respeto a la mujer. Lo comparto con mis amigas, con mi familia. A mi hermano, especialmente, trato de transmitirle cómo debe acompañar a la mujer sin ser machista.

Créditos: Mariana Roveda
Belén Repetto - 25 años
Con un grupo de ex alumnos del colegio al que fui hacemos trabajo social en el Monte, en Santiago del Estero y allá hay muchísima violencia de género y estamos trabajando en que la gente se anime a hablar para terminar con la cultura del silencio que se impone en este entorno machista.

Créditos: Mariana Roveda
Melissa Somoza - 22 años
Trato de militar el feminismo como algo diario; conocer los derechos de la mujer, estar al día con los debates que existen e incluso fogonear yo misma las discusiones para pensarnos. Estoy atenta para registrar cuáles son las reacciones machistas que seguimos teniendo y muchas veces ni nos damos cuenta. Además de tomar conciencia, tratar de generarla y actuar en consecuencia. Por ejemplo, hay palabras que ya no uso más. O insultos: ni la puta que te parió ni andá a la concha de tu madre. Creo que todos deberíamos abolir de nuestro vocabulario expresiones de este tipo.

Créditos: Mariana Roveda
Fiorella Di Biase - 28 años
Me parece que es importante sumar desde temprano. Entonces, conversar con los padres de chicos chiquitos acerca de por qué asignarles roles de género que después se vuelven tan dañinos a nivel social, por qué un varón es inquieto pero una nena histérica, o cómo criar a un hijo varón para que desde su educación más básica no sienta una superioridad que lo habilita a maltratar a las mujeres. Por otro lado no deja de ser fundamental que las mujeres se sientan seguras de ellas mismas y sepan valorarse y quererse lo suficiente para no aceptar maltratos de ningún tipo, ya sea violencia física como psicológica.
¿Y vos, cómo te sumás a #NiUnaMenos ?
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