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Kari Gao abre un restaurante: ¿cómo se organiza con sus hijos para una crianza presente?

Kari Gao nos contó que abrirá un restaurante de comida china. Ya lo estamos esperando. Nos contó cómo se llama, dónde estará, cómo logró la inversión. Ahora se detiene en cómo se organiza para ser emprendedora y madre.


Kari Gao, mamá y emprendedora: ¿cómo se organiza?

Kari Gao, mamá y emprendedora: ¿cómo se organiza? - Créditos: Gentileza Rodrigo Mendoza



Queridas ohlaleras,

les cuento un poco más del avance de las obras de mi nuevo restaurante de comida china. ¡Qué emoción! Ya tenemos firmado el contrato, que no es tema menor, y el equipo de construcción empezó a romper las paredes. ¡Wow!

Por otro lado, nos reunimos con el equipo de diseñadores para darle un toque personalizado al restaurante. La verdad es que estoy muy ansiosa, pero sé que es un proceso que va a llevar su tiempo. Así que, mientras, vamos a charlar un poco del tema de hoy, que surgió de una inquietud que muchas de ustedes me hicieron cuando apenas se enteraron de la noticia de que iba a abrir un restaurante. ¿Cómo vas a hacer con la familia, los chicos? (y los mil quinientos bolichitos que tengo, pues… vida de emprendedora en Argentina es así). 

Les confieso que, cada vez que escucho esta pregunta, tengo sentimientos encontrados. Bueno, tan encontrados, no. Quizás un poco de resignación. Me pregunto por qué sólo se nos consulta esto a las mujeres. En pocas entrevistas a emprendedores masculinos se escucha siquiera que mencione la familia, como si estuviese en un compartimento separado. Pero, a las mujeres, en cambio, casi en todas.  

Pero, muy rápidamente, ajusto mis emociones. Cómo voy a molestar de que me hagan esta pregunta, cuando es algo que soy la primera en cuestionarme. Ahora que recuerdo, casi en todas las oportunidades de emprender nuevos proyectos lo primero que pensaba era: ¿va a afectar mi vida de familia? De hecho, ahora que pienso, incluso dejé trabajos remunerados en dólares porque implicaba viajar mucho al exterior, lo cual implicaba dejar mucho tiempo a mis hijos, e inclusive, un poco mi carrera de influencer comenzó porque era un trabajo que me permitía priorizar a los chicos.

De repente, me encuentro con recuerdos pasados de muchísimas situaciones en las que dejé o frené de hacer cosas por los chicos. Entonces, muy objetivamente, para nosotras cómo articulamos la maternidad y los proyectos laborales es un tema que nos acecha constantemente y, quizás un poco más profundamente, nos cuesta lidiar con la maldita culpa. Siento que, de repente, abrí una caja de pandora: esto nos pueden llevar días y días de un sinfín de debates. 

Así que vamos a volver muy concretamente a la pregunta: ¿cómo hago para balancear mi ser emprendedora con la crianza de mis hijos? La respuesta te puede decepcionar. Sinceramente no sé aún. Pero sí te voy a compartir mis consejos para poder organizarme todos los días. En realidad, si lo pensás es muy simple: delegar y organizar. 

Tengo que ser muy clara: una gran parte de mi libertad emprendedora se debe a que tengo un equipo atrás: cuento con mi marido, que hace mucho más de su 50%; cuento con Guada, la niñera de los chicos y una red de contención que, cuando la necesito, está. Pero con eso solo no basta, hay que animarse a delegar.

Muchas veces, por miedo a perder los primeros momentos de nuestros hijos nos ocupamos de todo; por miedo a que la persona a cargo no los cuide tan bien como nosotros, o por mil razones, nos cuesta delegar. Sentimos que solo nosotras lo hacemos bien. Es verdad, quizás lo hacemos mejor, pero los otros lo hacen bien también. 

Sé que, muchas veces, cuando cuento esto automáticamente algunos pensarán: Ah, pero así cualquiera puede. No, así cualquiera, no, porque realmente cuesta un montón delegar, especialmente cuando se trata de nuestros hijos.

Kari Gao, así se organiza para emprender y ser mamá presente.

Kari Gao, así se organiza para emprender y ser mamá presente. - Créditos: Gentileza Karina Gao

Entonces, ¿por dónde arrancamos? 

Primero tenés que tener en cuenta que delegar no es desentenderte y se hace de a poco. Podés hacer muy honestamente una lista de todas tareas que tengas, y ver qué es lo que menos te sofoca al pensar que de eso se va a ocupar otros. Arrancá con esas. Quizás puede ser el momento del baño eterno, quizás pueden ser las comidas, quizás puede ser el cambio de pañales o ir a la plaza. Vos hace la lista y empezá con ese ítem que menos te afecta. Y, al mes siguiente, o las semanas siguientes, agregá otra tarea más para delegar y así. 

Cuando hablamos de organizar, tenemos que referirnos a otro tema muy importante, que es aprender a administrar tu propio tiempo. Todos hablan de administrar nuestras finanzas, pero pocos hablan de ordenar bien el tiempo usado. Todos tenemos un tiempo finito y es nuestro mayor tesoro: minuto malgastado es minuto perdido.

 

Por eso para mí es fundamental tener un buen manejo del tiempo. Suelo dividir mis actividades en 3 categorías: prioridades superiores, prioridades medias, y la última simplemente son las cosas pendientes.

En la primera, entran principalmente los chicos y el trabajo de dependencia o los días de grabaciones en equipo (en este caso, el canal que es algo que yo no podría mover). Entonces, todas mis actividades funcionan en torno a las actividades de los chicos y de mis obligaciones. A las prioridades medianas las trato de ubicar en momentos del día que tenga, al menos, 1 o 2 horas enteras. Me dedico a full a esas prioridades medianas que requieren un poco de tiempo, pero no es lo que más necesita. Y la última categoría entra en asuntos en las que no importa cuándo o dónde las haga, mientras lo termine estará bien. Entonces, los ubico entre los huecos que, muchas veces, ni podés imaginar que tenés. 

Más concretamente, lo primero que hago en el día es llevar a los chicos al colegio y, después, voy al canal. Pasado el mediodía, si los chicos tienen cumpleaños y sé que duran al menos 2 horas trato de ubicarme cerca del lugar de festejo y me pongo a trabajar 2 horitas en una cafetería sobre un tema en particular. Trato de ubicarme en alguna cafetería un poco lejos para poder realmente concentrarme en estos temas.

En el camino de la cafetería hacia el lugar, en esos 5 minutos, quizás ya resolví la logística de las compras para la cena, o llamé por teléfono para arreglar algo que quedó pendiente. Mi regla de oro es: nunca se usan tiempos enteros para resolver las cosas atomizadas. Y tener siempre en claro mis prioridades. 

Por último -esto va de yapa-, es necesario entender que siempre, para lograr lo que uno quiere realmente mucho, se necesita sacrificio. Nada es gratis. Quizás vas a resignar horas de sueño, quizás vas a resignar alguna actividad que te encanta, quizás vas a resignar salir a pasear o mirar Netflix… Solo vos sabés si lo vale o no. La mayoría de las veces, cuando arranco nuevos proyectos, una vez que acuesto a los chicos vuelvo a trabajar, de 21 a medianoche; a veces, dejo de hacer algo que me encanta para dedicarme al proyecto. No hay soluciones mágicas. 

Así que, mis queridas ohlaleras, ser madre y ser emprendedora se puede, pero requiere de estas dos palabras claves para mí: delegar y organizar. 

Nos vemos en la próxima columna. Les voy a contar detalladamente los requisitos que hay que reunir para abrir un restaurante en Argentina. 

XOXO

Kari Gao

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