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 • Opinión

"No puedo con todo": ¿cómo lidiar con la sensación de fracaso para sentirnos suficientes?

¿Te pasa que te agobian los "tengo que" que vas acumulando en la diaria? Karen encontró una fórmula simple para deshacer esa sensación de "no puedo con todo" para volver a sentirse suficiente.


¿Cómo lidiar con la sensación de "no puedo con todo"?

¿Cómo lidiar con la sensación de "no puedo con todo"? - Créditos: Getty Images



"Tengo que"…

"Tengo que"…

"Tengo que"…

Todavía no terminó el primer mes de año y mi lista de pendientes, deseos, objetivos y tareas es interminable; no solo es interminable, sino que cada día agrego más ítems y logro tachar uno o dos como mucho. ¿Te pasa a vos también? ¿Y cuál es el resultado? Estrés, sensación de que no soy suficiente, pérdida de interés, pensamientos a más velocidad de la que mi cerebro puede soportar, angustia y obviamente... mi odiada pero tan usada… procrastinación.

Porque muchas veces logro tener “bien la casa” y cumplí toda la semana con el gimnasio y la tarea de mi hijo del cole. Me siento bien, creo que finalmente estoy pudiendo con todo. Y esa sensación se ve fuertemente interrumpida porque me llaman del consorcio para decirme que no pagué las expensas; al rato, mi hijo me pregunta "¿qué comemos hoy?", y me olvidé de ir al súper; debo cosas de mi trabajo; hace dos semanas que no llamo a mi abuela; cancelé las últimas tres salidas con mis amigas porque no daba más del sueño; me doy cuenta de que llevo sin ir al baño tres días y no me acuerdo si tomé la medicación a la mañana o no… Y entonces... de nuevo, esa sensación de siempre estar en falta, porque cuando puedo con 4 cosas... ¡Hay otras 12 que me olvidé de hacer! O no me dio el tiempo. O preferí quedarme hasta tarde haciendo sudokus.

Con todas estas sensaciones, le pregunté a mi mamá, que aparte de tener una filosofía de vida que admiro profundamente, es psicóloga y docente, con lo cual ella sabe explicar lo difícil de una forma muy fácil. "Ma, ¿cómo podría hacer para no vivir con tanta angustia el "síndrome del tengoqueísmo"? - le pregunté. Y voy a compartir con ustedes, queridas lectoras, la guía práctica para terminar con esta farsa de creer que tenemos que poder con todo.

Para empezar, la psicóloga Claudia Garber (mi mamucha), me hizo separar la frase con la que yo la llamé: “Siento que no puedo con todo”. La separamos en tres instancias:

1) Sensación

2) No poder

3) Con todo

Y ella me propuso empezar a profundizar de atrás para adelante, con una pequeña guía práctica: 

"CON TODO"

  1. 1

    Hacer una lista de "¿qué es TODO?"

    Por ejemplo, en mi caso mi lista tenía estos ítems: 

    -Terminar el contenido para la nueva web

    - Ir al súper

    - Arreglar el lavarropas

    - Volver a hacer gimnasia

    - Armar presupuesto 2024

  2. 2

    Establecer prioridades

    Una vez que tengamos anotados todos los ítems, la idea es separarlos en orden de prioridades. Y con base en ese orden, los voy a agendar: no hace falta con hora exacta, pero sí ponerlos en un lugar. La clave es que podamos sacar los “tengo que” de la cabeza que ya sabemos este día o esta semana no vamos a resolver.

  3. 3

    Revisar periodicidad

    Una vez que tengamos nuestra lista hecha, vamos a revisar la periodicidad con la que vamos haciendo las cosas, como para que, por ejemplo, no pasen dos semanas sin hablar con mi hermano.

"NO PUEDO"

Hay una frase del psicoterapeuta Albert Ellis que me encantó; no sé si la estoy escribiendo tal cual, pero es algo así como: “La tiranía de los "debería" es la fuente de la infelicidad infinita.”

¿Cuántas veces nos encontramos repitiéndonos "debería ser así o asá" o "debería hacer tal cosa". Seguramente muchas. Ante esto, lo primero que recomienda Claudia es PARAR. Detenernos un segundo y pensar: "¿Qué debería?", "¿por qué debería?", ¿para qué debería?", ¿esos “debería” son propios, o pertenecen a los deseos de otra persona, y yo los tomé como propios?"

Desenmascarar nuestros "debería" es muy importante porque muchas veces estas cosas que sentimos que tendrían que ser de X manera, nos generan ciertas expectativas y en general, la realidad no es igual a las expectativas. Esa diferencia entre expectativa y realidad (¡sí, esa que en redes nos causa tanta gracia!) suele generar mucha angustia y nos da la falsa creencia de que nunca somos suficientes.

Una buena pregunta que nos podemos hacer es: ¿de dónde viene esa expectativa? ¿La generé yo? ¿Es un propósito importante para mí? ¿Es un deseo de otra persona? ¿Por qué creo que tendría que cumplir con esa expectativa? ¿Qué me va a generar a mí o a mi entorno que yo cumpla con eso? ¿Es realista y está en mis posibilidades esa meta?

Por último, la siguiente recomendación es transformar los "debería" y reemplazar esa palabra por alguna de estas:

  1. Quisiera...
  2. Prefiero...
  3. Elijo...
  4. Me gustaría...

Esta nueva forma de plantearlos, me sirve para saber priorizarlos y que esa brecha entre la expectativa y la realidad sea cada vez más chica.

"SIENTO QUE..."

La forma en la que nos percibimos y cómo nos vemos a nosotros mismos, genera pensamientos. Solemos hacer una evaluación de lo que esperábamos y de lo que logramos. Y si el resultado de esta evaluación da negativo, genera una sensación de insatisfacción e insuficiencia. Y si siento que "no puedo más", es probable que termine teniendo razón y realmente no pueda.

A partir de la existencia del mapeo cerebral, se pudo saber que nosotros somos capaces de construir parte de nuestra realidad mediante nuestros sentimientos y pensamientos. Esto es una buena noticia, porque si nosotros cambiamos nuestros pensamientos negativos sobre nosotros mismos, quiere decir que podemos cambiar la forma en la que nos sentimos y cómo nos percibimos. Esto puede modificar parte de nuestra realidad.

Entonces, para cambiar la sensación de agobio y fracaso, podemos volver a preguntarnos: esta lista de “tengo que” que habíamos hecho... ¿Es para esta semana? ¿La puede hacer una sola persona? ¿Es un objetivo realista para mi vida actual? ¿Esta expectativa de excelencia que tengo es mía o es ajena? Y si es mía... ¿Tengo la capacidad de bajar esa expectativa de excelencia y flexibilizarme para convertir lo que me resulta difícil en algo más fácil?

¡Taraaaaaán! Esta es la guía para vivir menos agobiadas con los "tengo que". Igual ahora que terminé de escribirla, no sé si te estoy ayudando o te estoy complicando con todo esto nuevo que te propongo hacer…Vos me dirás. 

Contame tu experiencia en @karonchiok.

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