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 • Opinión

Las palabras justas: ¿cómo escribir un diario personal?

¿Leíste o escribiste alguna vez un diario personal? Nos sumergimos en las páginas de "Las palabras justas", el último libro de Milena Busquets para conocer este microgénero literario.


Leer diarios personales te van a dar ganas de escribir el tuyo

Leer diarios personales te van a dar ganas de escribir el tuyo - Créditos: Getty Images



9 de agosto

Llevamos más de 24 horas sin escribirnos y el mundo podría acabarse en cualquier momento, incendios, terremotos, animales salvajes huyendo despavoridos, volcanes en erupción, meteoritos estrellándose contra la Tierra. A mi alrededor nadie parece darse cuenta de lo que está ocurriendo, desayunan sandías y croissants, cogen la toalla y se van a navegar. ¿Cuándo me escribirá?

Esto no es mi diario íntimo, claramente, sino el de la escritora barcelonesa Milena Busquets, a la que seguramente conocés o leíste en su novela También esto pasará, que hace algunos años fue un boom de ventas y críticas en todo el mundo. Milena es experta en esto de transformar vivencias personales en piezas literarias -ya lo hizo en sus anteriores libros-, y en “Las palabras justas” logra justamente eso: invitarnos a espiar por un ratito retazos desordenados de su vida y de sus pensamientos cotidianos. Convertirnos en expertas voyeurs de existencias y mentes ajenas. ¿Pero es literatura finalmente? ¿O es un caprichito de escritor que nos demuestra su maestría a la hora de hilvanar palabras y dotarlas de sentido? Bueno, realmente no lo sé. Creo que pueden ser ambas cosas.

Milena escribe -desde enero a diciembre, por orden cronológico- un puñado de apuntes. A veces son tan solo dos renglones; a veces es una idea tan contundente que podría merecer un libro aparte. Pareciera no haber personajes ni estructura, aunque solo en apariencia, porque vas a ver cómo se va tejiendo, aunque ella no lo quiera, una trama posible. Y así un día puede contarte que se compró unos zapatos verdes, al día siguiente un diálogo que tuvo con su ex y unos meses más tarde cómo atropelló a una paloma con el auto a toda velocidad. Hay algo de “irrupción” de la realidad (aunque nunca sabremos del todo cuánto es real de lo que cuenta y cuánto es inventado), pero por un rato lográs quedarte ahí, como espiando a través de la ventana de su piso en Barcelona. Acompañándola en sus viajes a Madrid. Yendo con ella al psiquiatra o a firmar ejemplares a las ferias literarias. Siendo esa amiga a la que le manda mensajes trasnochados luego de sus citas amorosas. Y claro, lo hace de una manera tan bella, dosificando de manera exacta los detalles más tontos y superficiales de la existencia con aquellos que te van a quedar dando vueltas y te hacen pensar sobre el amor, los hijos, la muerte, el tiempo, la vida misma.

Leer un diario es casi escribir el propio

Pero hay algo más que sucede leyendo esta especie de microgénero literario autobiográfico: es probable que te den ganas de escribir tu propio diario personal. Es casi inevitable. ¿Alguna vez lo hiciste? Yo ya lo estoy haciendo. Sí, como esos que muchas de nosotras teníamos cuando éramos niñas o adolescentes y que guardábamos celosamente con candaditos. Hoy a esa práctica se le llama journaling, está de moda e incluso muchos expertos en creatividad -por ejemplo, Julia Cameron en su libro El camino del artista las llama “las páginas de la mañana”- la recomiendan para usar el papel como una especie de lienzo en blanco para volcar emociones, deseos, miedos o lo que estemos sintiendo cada día. Milena, en su entrada del 30 de julio, también da recomendaciones para esto –y contradice asimismo a Cameron-: “No es recomendable escribir un diario ni a primera hora de la mañana, cuando uno todavía está envuelto en las tinieblas vacilantes del sueño, ni antes de acostarse, cuando el cansancio y la oscuridad hacen que uno desee escribir algo hondo y poético”. Por eso si te dan ganas de ahondar en este tipo de escritura, van un par de #polilecturas para ponerte a indagar en tus propios recuerdos.

Dos libros para espiar vidas ajenas: "Las palabras justas" y "Me acuerdo"

Dos libros para espiar vidas ajenas: "Las palabras justas" y "Me acuerdo"

Dos libros para espiar la vida de los otros

  • Las palabras justas

    De Milena Busquets

    (Anagrama, $1950)

    Un diario de días tristes y días felices, que te vas a devorar en un puñado de horas. Pero que es posible que quede en tu mente por mucho tiempo. Y que te anime a bucear en tus propios recuerdos.

  • Me acuerdo

    De Martin Kohan

    (Ediciones Godot, $1500)

    Uno de los escritores argentinos más brillantes nos lleva de viaje a su memoria a través de recuerdos y fotos. Ideal para un domingo de lluvia mientras abrimos nuestras propias cajas de fotos viejas.

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