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Quién es Freddie Fox: el actor de La casa del dragón que se convirtió en el nuevo novio de la web

Charlamos con Freddie Fox, el actor que la está rompiendo en House of the Dragon y que se transformó en un villano muy odiado... pero que nos hace suspirar.


Freddie Fox en House of the Dragon

Freddie Fox en House of the Dragon, en la piel de Gwayne Hightower. - Créditos: Gentileza Max



La inolvidable Game of Thrones sigue dando que hablar, porque fue una serie que marcó a la pantalla chica para siempre. Ahora, que estamos enganchados con su precuela, House of the Dragon, por la pantalla de Max, encontramos nuevos fanatismos en personajes nuevos, que están construyendo su propio fandom y que levantan suspiros por todo el ciberespacio.

Este es el caso de Freddie Fox, el actor británico que interpreta a Gwayne Hightower, y que se transformó en "el nuevo novio de la web", a pesar de que es el villano más malo de todos. Nos reímos con él de esa contradicción en esta entrevista exclusiva.

Charlamos con Freddie Fox, "el villano que amamos odiar" en House of the Dragon

Freddie Fox en House of the Dragon

Freddie Fox en House of the Dragon, en la piel de Gwayne Hightower. - Créditos: Gentileza Max

El mundo de Game of Thrones es uno de los más famosos del mundo. ¿Cómo manejás ese boom?

Freddie Fox: Es muy emocionante. Y, cuando estás en el set, sos consciente de la escala del proyecto por el maravilloso trabajo que hay desde la técnica, para hacer una serie como esta. Pero en tanto lo que es el fanatismo de las personas, quizá es una cosa muy británica, pero cuando alguien te cruza, te cuenta de manera muy amable que es fanático del show y simplemente sigue con lo suyo. Entonces no se siente muy diferente “estar en la serie” a cuando “no estaba en la serie”. Algo que es realmente lindo, la verdad.

Debido a la personalidad de tu personaje, muchos fanáticos lo definieron como la “persona que uno ama odiar”...

Freddie Fox: ¡Ja!

¿Cuán divertido es interpretarlo?

Freddie Fox: Sin duda él llega algo problemática. Llega con toda esta energía de por qué odia lo que odia y se enfrenta a ello. Pero después, a medida que la serie avanza, vamos a empezar a ver su costado más humano. Creo que este camino de comprender con mayor profundidad todo lo que está sucediendo, va a derretir esa capa de hielo que -podemos decir- recubre su exterior. Así que ese proceso es algo que espero que todos los fanáticos disfruten.

Una de las cosas de las que más se debate en el fandom de House of the Dragons es el significado y simbolismo de los dragones. ¿Cuál es tu teoría?

Freddie Fox: Tengo que ser honesto y creo que no lo pensé demasiado. Supongo que, cuando vi uno de los últimos episodios -que, en general, no miro mucho mis trabajos, pero con este tenía mucha intriga sobre cómo quedaría todo después de la postproducción- lo que me di cuenta es que empezás a notar el dolor de estas criaturas. Muchas veces las ves como estos monstruos aterradores, pero lo que ves son los gritos, los vuelos, la sangre y toda esa tensión a la que son sometidas. Así que creo que todo eso es, de alguna manera, la metáfora sobre la gran tristeza de estas dos casas que están intentando destruirse la una a la otra, pero que en realidad todo el conflicto podría resolverse si la persona correcta dice lo necesario en el momento indicado a las personas adecuadas.

Cuando pensás que Game of Thrones se estrenó hace 10 años, es loco ver la enorme pasión que despierta en millones de personas. Pasión que también vemos en House of the Dragon. ¿Por qué sentís que la gente se siente tan comprometida con esta historia?

Freddie Fox: Creo que es la pregunta del millón de dólares. Siento que son muchas las razones de por qué aman este género y, en particular, a esta historia. La primera que se me ocurre es la enorme cantidad de detalles que George R. R. Marti trae a los libros, lo completo que todo este mundo es. Por otro lado, también hay algo de disfrutar de un show que te saca por un rato de la realidad pero con la suficiente cantidad de elementos como para hacer la comparativa con el mundo real. Eso genera que nos podemos conectar, al mismo tiempo en que nos relajamos. Más cuando encima está hecho con tanto lujo de detalles. Todos imaginamos de chicos cómo serían los dragones y ver lo que se hace en la serie, creo que es inevitable pensar: “¡Wow!”. Nos lleva a ese placer de ser niños de nuevo, pero en una estructura muy adulta debido a la violencia, los corazones rotos, el sexo, la ira. Así que pienso que son las dos: algo que nos hace sentir muy seguros porque es ficción, pero que también es muy humano.

Un adelanto del episodio de esta noche por Max

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