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Neuroequidad: el novedoso concepto que te puede ayudar en tu trabajo

Uno de los principales conflictos que se generan en las instituciones tiene que ver con la desigualdad de género. ¿Cómo nos pueden ayudar las neurociencias a mejorar esto y generar bienestar emocional?




¿Escuchaste hablar de la Neuroequidad? Es un método que utiliza como herramienta las neurociencias en el mundo laboral con el objetivo de comprender el funcionamiento del cerebro de cada persona y así generar un sentido de confianza y bienestar emocional, para luego trabajar en las diferencias culturales, de género y de posiciones dentro de la empresa (y también en la sociedad).

Está buenísimo incorporar herramientas para poder aplicarlas en la vida cotidiana. La importancia de interpretar lo que sucede en el cerebro, cómo se conecta con nuestras emociones y conductas permite analizar cada toma de decisiones en el ámbito de los negocios y, por ende, apuntar a una mayor igualdad de oportunidades, pero no sólo desde el rol que cumple en la organización, sino desde el trabajo interno de cada uno.

Marianela Sánchez es abogada y Key Solution Manager y se dedica a analizar diferentes tipos de conflictos en las organizaciones, empresas y hasta entre familias y uno de los principales conflictos que encuentra es la desigualdad de género. Por esto decidió especializarse en las neurociencias para lograr no sólo una mayor equidad de género, especialmente en el sector financiero, sino también promover un cambio de conciencia para el liderazgo femenino.

“Si bien hay muchos avances en la sociedad con respecto a las diferencias de género, y cada vez más mujeres ocupan altos cargos, el problema no reside en la remuneración o en que recursos humanos forme más equipos igualitarios e inclusivos, sino en la forma en que se siente cada uno y cómo reacciona dentro de la empresa”, explica la experta.

Con la Neuroequidad se busca impulsar a las empresas y organizaciones a realizar un trabajo más profundo y personal con cada uno de sus integrantes y así lograr la equidad de forma integral.

Marianela Sánchez es abogada y trabaja con el concepto de neuroequidad.

Marianela Sánchez es abogada y trabaja con el concepto de neuroequidad. - Créditos: Gentileza Marianela Sánchez

¿Cómo se puede aplicar para mejorar las condiciones laborales?

La neurociencia logró grandes avances en el ámbito laboral y, por ende, permitió una mejora en la productividad. Sin embargo, es fundamental añadir a esta disciplina el concepto de “equidad”, es decir, dar a cada uno lo que merece según sus méritos y condiciones.

La Neuroequidad va más allá de interpretar al cerebro y sus emociones: entiende que la plasticidad neuronal, que se genera gracias al aprendizaje, debe motivar a las personas a un cambio de conducta profundo dentro de la empresa u organización. Para ello, existen tres etapas que se deben tener en cuenta para impulsar la igualdad de oportunidades en la planta de personal:

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    Conocer/nos: la evaluación de cómo funciona nuestro cerebro es clave para partir de una base científica que determina ciertas reacciones o prácticas comunes. Determinar indicadores y diferenciales de los integrantes para luego realizar un mapeo cognitivo que beneficiará a la hora de determinar cuáles son las cualidades o fortalezas de cada uno y potenciarlas. 

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    Perfiles y líderes: una vez que entendemos nuestros sistemas de pensamiento la segunda etapa será evaluar cada uno de los perfiles y, sobre todo, cómo se toman las decisiones, si se tienen en cuenta los factores como la visión de la organización, los niveles jerárquicos, las funciones de los colegas y los objetivos o provienen de aspiraciones personales. Con la ayuda de la neurociencia se logra analizar las diferentes reacciones frente a escenarios varios que se plantean en una empresa y que pueden derivarse directamente de cargos ejecutivos.

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    Acciones flexibles: en esta etapa se debe adquirir flexibilidad, si se quiere progresar frente a los cambios y así evolucionar. Requiere de flexibilidad cognitiva y monitorización como dos elementos claves para cambiar de acción cuando el resultado no es el planificado.

"Conocer el cerebro y estimular la liberación de serotonina, como consecuencia de transitar un clima laboral favorable no debería ser el único objetivo de las organizaciones, sino ir aún más allá y buscar reglas parejas de bienestar y oportunidades independientemente del género que se trate”, apunta Sánchez.

Aplicar la Neuroequidad en las empresas y organizaciones impulsa la redistribución de roles y favorece a la puesta en marcha de nuevas conductas tanto de hombres como mujeres dentro de la sociedad.

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