Después de la reunión de sumario del #takeoverdelectoras, recibí el llamado de Euge Castagnino, una de las editoras de OHLALÁ!, preguntándome si quería escribir algo para la sección Viajes. Cuando corté el teléfono, lo primero que hice fue saltar de alegría, ¡era mi primera nota en una revista! Así fue cómo llegué hasta acá y hoy, frente a mi notebook, arranco a escribir sobre este viaje al norte que disparó un proyecto creativo, que te puede inspirar.
Cecilia Babilani me abrió las puertas de su casa una tarde de domingo para contarme su aventura. Una aventura que ella jamás había imaginado y que fue armándose día a día. Ceci tiene 29 años, estudió Imagen, Sonido y Video en la Universidad de Buenos Aires y fue durante su carrera que despuntó su pasión por la fotografía. Como cualquier estudiante de cine, comenzó haciendo cortos, aunque siempre inclinada hacia la dirección fotográfica. Ya recibida, empezó a trabajar en fotografía de moda, donde aprendió una técnica que todavía usa y que fue la semilla de su proyecto de fotos de viajes: se trata de crear una imagen a partir de un concepto. Para eso, primero tiene que bajar la idea a un board que tenga suficiente espacio para ir escribiendo reflexiones en los márgenes.
Cuando tomó su cargo actual en una productora de televisión, ya sabía que la fotografía era un modo de expresar ideas, estados y sentimientos y una forma de compartirlos con los demás. “Verte a través de un lente me permite detectar ciertos rasgos que no son evidentes a simple vista”, cuenta Ceci. En esos rasgos ocultos ella ve un hilo que compone un relato y que traduce en planos que parecen fotogramas.
PRIMERO, JUJUY
Fue la mañana de un lunes de mayo de 2016 cuando Ceci decidió viajar al noroeste argentino para disfrutar de los cinco días libres que tenía por delante en la productora.Tenía tantas ganas de salir y desconectarse de la adrenalina de la ciudad que pensó en Jujuy: Purmamarca, Humahuaca, Tilcara, Iruya...
Armó una mochila casi del tamaño de su cámara digital, que planeaba usar como si fuese una analógica: Ceci se puso la condición de disparar solo las 36 fotos del tradicional rollo analógico y no caer en la tentación de seguir llenando la memoria de una digital. Se impuso un lema: sentir y capturar. La idea era disparar solo cuando de verdad lo sintiera. “En Jujuy el tiempo pasa súper lento, los paisajes son increíbles y todo es muy humilde. Es como si te metieses en otra dimensión, nada que ver con Buenos Aires”, nos cuenta.
Cuando terminó su viaje, y con las fotos todavía en la cámara, voló de vuelta a Buenos Aires a reincorporarse a la rutina. Sin saber todavía muy bien qué iba a hacer con ellas, seleccionó las quince mejores de entre las treinta y seis. Y entonces decidió pincharlas en un corcho, como aquella técnica aprendida del board.
En noviembre de ese mismo año, expuso su board en el Centro Cultural Casa del Árbol de Buenos Aires y dejó en un rincón lápices y papel para que los espectadores escribieran sus mensajes y los pincharan junto a la foto contando. Para ella era importante saber qué sentían los otros ante sus imágenes y cotejarlo con lo que había sentido ella misma.
DESPUÉS, EL MUNDO
Ceci se sorprendió con las respuestas de la gente. Entre tantas notitas y mensajes, encontró uno en portugués. Y entonces empezó a preguntarse qué pasaría si llevara su muestra afuera de la Argentina. Sin pensarlo demasiado, compró varios corchos tamaño A4 y ganchitos de carpeta (con los que luego uniría los corchos) y guardó todo en su valija junto con las fotos de la muestra.
Destino esta vez: Europa
Después de una búsqueda frenética, logró concretar exposiciones en un centro cultural en Londres (The Doodle Bar), otro en Madrid (La Vida Tiene Sentidos, que la atrapó por su nombre) y uno en la ciudad de Olot, en Cataluña (Café Centro Cultural). De cada uno sacó diferentes conclusiones, pero siempre sentía que podía imaginar la personalidad de sus espectadores por la letra y el papel que usaban para escribir. Las reacciones que generaba su obra variaban según las ciudades, y se le hizo evidente que, a la hora de apreciar una foto, entran en juego la cultura y el ambiente.
VOLVER A UNA
Para darle un cierre a su obra, volvió a Buenos Aires y, a fines de noviembre de 2017, expuso en la Casa de la Provincia de Jujuy con música y bailes autóctonos. Cuando alguien le preguntaba si era consciente de lo que había logrado con sus fotos, ella respondía que no. Seguía pensando que lo único que había hecho era sacar unas fotos en Jujuy...
Y entonces recordó de un momento de su viaje por el Noroeste, cuando entró al taller de un hombre en Purmamarca que tenía un espejo con una frase pintada: “El viento soplará a tu favor cada vez que te peines”. Exactamente eso era su viaje: sin saber con qué iba a encontrarse, sin nada planeado, el camino se había acomodado a sus pasos. Y, sin quererlo, a partir de una idea sencilla había creado una gran obra.
La buena recepción le dio confianza para continuar creando. Ceci cree que todos deberíamos animarnos a llevar a cabo lo que tenemos en la cabeza; por lo menos, aunque más no sea, para estar en paz con nuestra conciencia. Y entre risas, confiesa: “Una amiga una vez me dijo una frase buenísima: ‘Salta, que la red aparece’”.
5 imperdibles de Jujuy
- La Quebrada de Humahuaca: declarada Patrimonio Cultural y Natural por la UNESCO en 2003, sus poblados conservan vestigios de culturas precolombinas, como la omaguaca.
- El Cerro de los Siete Colores: ubicado en las afueras de la ciudad de Purmamarca, es un arcoíris de tonos naturales de la tierra.
- Las Salinas Grandes: es el salar que señala el límite entre las provincias de Salta y Jujuy. Un lugar para imaginar que estás caminando en las nubes...
- El Pucará de Tilcara: es una fortaleza construida por los tilcaras sobre una colina que se alza sobre el Río Grande. Imperdible vista desde la cima.
- La Garganta del Diablo: una caminata obligada en Tilcara. Si te gustan la aventura y los caminos de ripio al borde de la cornisa, esta es la excursión para vos.
Cecilia y Micaela, parte del team del #takeoverdelectoras
#Takeoverdelectoras participaron en los textos y fotos de esta nota: Micaela Cassullo Sanguinetti. 24 años. Periodista / María Cecilia Balbiani. 29 años. Diseñadora de imagen y sonido.
¿Qué idea te gustaría llevar a la práctica? Además te mostramos Abrite a la aventura: guía para enfrentar nuevos desafíos