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Crianza respetuosa: cómo ponerle límites a nuestro entorno para que colaboren sin excederse

La crianza respetuosa nos plantea desafíos difíciles de afrontar en forma individual. Necesitamos contar con un entorno que sostenga y acompañe. Pero, ¿qué pasa cuando sucede lo contrario? Te acercamos las claves para construir esa valiosa red de apoyo.


Por qué es importante ponerle límites a tus hijos.

Por qué es importante ponerle límites a tus hijos. - Créditos: Getty



Un viejo proverbio africano dice que se necesita toda una aldea para educar a un niño. Y es que criar a un hijo es una responsabilidad enorme que parece haber crecido todavía más con el nuevo paradigma de la crianza respetuosa.

Pautas sobre la alimentación, la manera de manejar el llanto, las formas de sostenerlo, la higiene del sueño y la correcta estimulación, entre otras, abundan en internet y en las redes sociales.

La sobreinformación, muchas veces, lejos de ayudarnos nos complica un poco más las cosas. Hay cursos y talleres para cada uno de estos aspectos. Y los especialistas están empezando a advertir que las madres y los padres se volvieron inseguros y miedosos, mientras que el entorno perdió el sentido común.

“Se cuestiona hasta lo más simple, que tiene que ver con cómo esa familia puede leer las necesidades de ese bebé, niña o niño”, advierte Ailín Correa, licenciada en psicología, y señala que en las consultas sus pacientes muestran ansiedad y preocupación desde el mismísimo momento en que quedan embarazadas, debido a que el proceso de gestación es blanco de todo tipo de comentarios y sugerencias por parte del entorno. 

A la hora de gestar y criar, hoy muchas mujeres se sienten solas y sin falta de acompañamiento y entendimiento. Según la especialista, las principales preocupaciones giran en torno a tres cuestiones:

  1. 1

    La vuelta al trabajo: es un punto fundamental en la vida de las mujeres, en el que surgen dudas sobre cómo volver, con qué apoyo y sostén se contará o cuáles serán los beneficios y obstáculos a la hora de seguir amamantando (en el caso de querer hacerlo).

  2. 2

    La reconfiguración de la mujer como mamá: poder contar con espacios que aporten cierto bienestar (como ir al gimnasio, juntarse con amigas o realizar actividades ociosas) sin sentirse juzgadas por eso.

  3. 3

    Elegir y sostener un estilo de crianza: decidir cuestiones referidas a la manera de criar, como la alimentación y el sueño, entre tantas otras.

Tanto mujeres como hombres, hoy son muchas las personas que deciden no repetir la forma en la que fueron criadas. Están transformando la crianza para dar lugar a las emociones de sus hijos. Y este nuevo paradigma choca con la mirada rígida de muchos familiares, a los que a veces hay que ponerles límites de alguna manera.

Pero si bien es cierto que muchos hombres se muestran interesados en ejercer otro tipo de paternidad, la división de los roles es algo que aún tiene que empezar a deconstruirse, asegura la especialista.

“Hay cuestiones ligadas a una tarea que parecería corresponderle solo a la mujer; cuando sabemos perfectamente que no es así. Todavía falta esa transformación en la que uno no ayuda ni colabora, sino que cumple su función (que es la de paternar)”, advierte Correa.

 

Elegir el tipo de alimentación; gestionar los turnos con el médico; decidir cómo acompañar un proceso de destete, marcha, deschupete o mamadera forman parte de la carga mental y la sobre exigencia que se les impone a las mujeres.

¿Cuál es la recomendación de la especialista? Hablar, expresarse, poner en palabras lo que pensamos, sentimos y esperamos. Para eso hay que tomarse el tiempo (o hacerlo, cuando creemos que no lo tenemos). Y cuanto antes, mejor. Lo ideal es hablar desde antes de que nazca el bebé sobre cómo se va a elegir criar, qué cosas se van a poder negociar y cuáles no. Si así no se encuentra el consenso, entonces la sugerencia es buscar ayuda profesional ni bien se haya identificado el problema.

De esta manera se evita la sobrecarga de tareas femeninas y se logra poner límites al entorno de crianza; para que en vez de obstaculizar, facilite. Y se convierta así en la valiosa red de apoyo que tanto se necesita.

Experta consultada: Ailín Correa. Licenciada en Psicología  (MP 55.809). IG: @lic.correaailin

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