Crisis del éxito. Problemas que demuestran que a tu negocio le está yendo bien
15 de noviembre de 2019
Créditos: Pixabay.
Un día tu emprendimiento empieza a crecer. Aumentan los seguidores en Instagram, empezás a tener más ventas en la web, te invitan a un evento. Eso está buenísimo y es lo que toda emprendedora quiere, pero ¡cuidado con lo que deseás! A veces, cuando el crecimiento es muy rápido, inesperado o no planificado pueden presentarse algunos problemas y que te gane el estrés frente a la felicidad de ese desarrollo. También llamados "crisis del éxito", estos inconvenientes aparecen cuando no estamos preparadas. Te mostramos algunos de los happy problems más comunes y pistas para resolverlos y anticiparte. "Lo bueno de estas crisis –asegura Fabiana Renault, experta en innovación – es que sirven para movernos de la zona de confort. Es potenciador y un disparador positivo a la vez".
Tu marca se hizo súper conocida...
... y tenés que apurarte a registrarla.
Registrar tu marca en el Instituto Nacional de la Propiedad Indstrial es algo fundamental. Si no, puede pasar que venga alguien y te diga: "Esta marca es mía, no la podés usar". Ante esta situación, hay posibilidad de mediación con un abogado si la marca homónima es de otro rubro o tiene un nombre similar pero no igual. No obstante, no siempre se resuelve para bien. Lo mejor es asegurarse de tener todo en orden y revisar que no esté registrada antes de empezar a usarla.
También prestá atención a tu situación fiscal. Si sos monotributista, pero empezás a crecer, vas a tener que dar el salto a responsable inscripta. Asesorate bien antes de empezar a facturar como loca.
Vendiste más de lo que esperabas...
... y no llegás con la producción.
Primero tenés que salir a buscar proveedores (podés tener una lista previa) y capital para financiarte, si es que no lo tenés. Pero si no conseguís, la mejor solución sos vos. Cuanto más sepas de la producción de tu emprendimiento, más flexibilidad vas a tener para responder a la demanda. Si sabés cómo hacer tus productos, lo vas a poder resolver. Quizá te quedás estampando toda la noche, pero sacás el pedido.
Para evitar que te vuelva a suceder, si las ventas son por la web, deberías tener el stock cargado y actualizado siempre. Además, agregar una opción de mayoristas para pedidos mayores a diez productos.
Tu equipo se agranda...
... pero te cuesta delegar.
Quizá necesites incorporar personas que sepan una técnica en especial y no encuentres personal capacitado o tal vez no lo hagan a tu manera. Para resolverlo, hay que despegarse la soberbia de decir "como lo hago yo, no lo hace nadie". Es un negocio y tiene que funcionar. Si el resultado y la calidad del producto están dados, no importa que se haga distinto. Poder delegar es saber que el otro es, justamente, otra persona, pero que puede llegar a los mismos resultados.
Otro problema de agrandar el equipo es perder la cercanía con el consumidor. Si delegás la comunicación, ya no manejás las redes, los mensajes. Explicale al que lo haga la cultura del emprendimiento, cómo habla la marca, y pedí devoluciones cada mes sobre qué dice la gente del producto, para que sigas al tanto y no pierdas el feedback de los clientes.
Te contactan clientes mayoristas...
... y tenés que adaptarte a sus reglas.
¡Qué emoción que te llame un retail enorme y quiera tus productos! Primero deberías preguntarte: "¿Tengo el proceso productivo resuelto como para cubrir esa demanda?". Si la respuesta es sí, adelante, pero tené en cuenta que la venta al por mayor trae otros problemas asociados. Lo más importante son los costos. Vas a tener que achicarlos para que sea rentable, ya que el retail te va a pagar menos por cada producto. Revisá las materias primas y los proveedores, y sabé que, a veces, es probable que tengas que comprometer la calidad del producto para lograr grandes cantidades. Para bajar costos de materia prima, además, vas a necesitar inversión de capital. Prevé tener el dinero para eso, más un respaldo extra, ya que los retailers generalmente no pagan contra entrega, sino ¡a treinta días!
Te expandís al exterior...
... pero encontrás mil trabas burocráticas.
Abrirse a nuevos mercados es un desafío. Lo mejor es buscar aliados para que tu marca no desembarque sola en otro país, con una cultura y códigos diferentes. Para iniciarte en la exportación, podés presentarte en los concursos de ExportAR, que te ayudan a llegar a ferias internacionales. Otra opción es buscar un local aliado en el otro país. El posicionamiento en el mercado, el público, la confianza que tiene el cliente en ese local, se trasladan a tu marca y acortás la brecha.
Atenti a las trabas legales y financieras, como mercadería retenida o demoras, que te generan gastos y una mala imagen. Para evitar esto, existen servicios como Exporta Simple, que permite resolver la logística general y delegar la gestión aduanera en couriers, sin tener que inscribirte como exportadora. Sirve para envíos pequeños (hasta 300 kg) y el límite son 600 mil dólares anuales.
Decidiste abrir un local...
... y te superaron los gastos.
La habilitación muchas veces demora. El alquiler lo tenés que pagar igual y te empiezan a correr los gastos fijos. La solución es tener cierta espalda o ahorro para poder bancar los costos fijos entre tres y seis meses.
Además, previo a aventurarte a un local físico, tené presente la experiencia de usuario. Es clave que los clientes tengan una buena experiencia de compra, cuidar la estética, los aromas, que no se produzca un desencanto con la marca.
¿Y vos cómo lo viviste?
Vero Bechamel. 33, creadora de @bechamel.ba
"Mi producción era artesanal, hasta que un retail me propuso tener mis productos en sus locales. Tuve que correr a ver cómo podía, en poco tiempo, producir en un volumen que nunca había imaginado".
Lourdes Heath, 38, creadora de @cashoo_cocina
"En este último año crecimos tanto que no llegamos con el stock. Es un ‘problema feliz’, porque significa que lo que tenemos se vende. Pero tener stock te da tranquilidad. Ahora sentimos que corremos para cumplir con los pedidos".
Gapsi Pizzoleo, 35, creadora de @aurora_alfonso
"Este año empecé a exportar y, si bien el proceso fue muy sencillo, lo difícil es encontrar tu lugar en el nuevo mercado. A mí se me complicó ponerle precio a los productos para competir con las marcas de afuera".
Expertas consultadas: Rina Di Maggio, capacitadora de emprendedores y directora de OHLALÁ! Makers. @alorina. Fabiana Renault, Especialista en innovación. creativosextramuros.com.ar.