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Hola Cari!
Me gustó lo que compartiste acerca de la nostalgia. A veces cuando menos la esperamos nos encontramos con situaciones y sentimientos que afloran por recordar cosas del pasado. Un pasado que capaz no queríamos que se terminara nunca, pero que si no llegaba a su final, no iba a permitirnos construir nuevos lugares para los recuerdos que vendrán.
Hoy es el final de #AmigosSinFronteras. Por cosas del destino, me toca a mí dar el cierre a este hermoso espacio que hemos compartido aquí. Primero estuviste vos con Sofi, y luego conmigo en ya más de un año de contarnos las cosas cotidianas de nuestras vidas y de las de aquellos que nos rodean.
Esta vez, abro con The Verve:
Cuando pensaba sobre qué contarte y escribir para este espacio hoy (y cada vez que lo tuve que hacer) trataba de pensar no sólo en las cosas que me gustarían leer, sino también en lo que a vos te gustaría y a quienes siguen este espacio. Una tarea bastante complicada por ahí el pensar que les puede hacer bien a todas las partes involucradas. Pero sin lugar a dudas sirvió para que habláramos de tantas cosas que tenemos dando vueltas.
Al ser este el último canto de cisne de nuestro espacio tal cual lo conocemos, me gustaría que repasáramos algunas de las cosas de las que hablamos aquí. ¿Te sumás?
#Amor
Amor como forma universal de demostración de afecto. Amor a la especies y a todas las especies y formas de vida que nos rodean. Amor hacia uno y lo que lo rodea: familia, amigos, pareja, trabajo, hobbies. Amor, como fuerza indomable e imparable, que puede armonizar cada momento de nuestras vidas. El amor no entiende de muerte. Si tenemos amor, tenemos todo.

#Soltar
Deshacernos de aquellos miedos y dudas. No dejarnos atemorizar por lo que nos rodea y plantar cara a cada desafío y oportunidad que nos regala la vida para ser felices. Soltar no equivale a olvidar ni arrepentirse, pues cada hecho de nuestras vidas, por más pequeño e insignificante que nos parezca, nos ha llevado a ser quienes somos. Cada hecho nos modifica, y son oportunidades que tenemos para aprender y crecer.

#Vida
La vida no es fácil. Nadie nos dijo que sería fácil. Nadie nos dijo que sería tan difícil. Pero siempre la vida de alguna manera u otra nos trata de mostrar formas en las cuales podemos realizarnos, desenvolvernos y buscar aquellas cosas que nos llenan de felicidad. Es un regalo enorme y la mayor de las posibilidades estar vivo. En cada bocanada de aire, en cada suspiro, en cada gota de transpiración que cae por nuestra frente sobre quien nos rodea con sus brazos mientras nos convertimos en uno con esa persona, en cada gota de sangre que brota de nuestro ser. La vida nos rodea constantemente y es inútil creerse más fuerte que ella. Medirnos con ella y enfrentarla para poder aprender de nosotros mismos y de todo aquellos que baila ante nuestros sentidos es vivir la vida.

#Felicidad
Nuestra felicidad a veces parece estar tan atada al éxito, al querer proyectar en otras situaciones que nosotros mismos nos imponemos en una suerte de cruzada de satisfacción efímera. La felicidad no creo que sea un momento final, una luz en un podio que brille por encima del resto, sino una búsqueda constante de un estado de paz mental. Esa misma búsqueda es la que nos mantiene vivos, activos. Nos mantiene preparados y alertas para toda la información que nos llega del medio. Ese medio es la vida, cada cosa que nos rodea y nos va acompañando desde que damos nuestro primer grito de vida hasta nuestro último suspiro de aire. Y si nuestra búsqueda de la felicidad decidimos compartirla, rodearla de aquellos seres que nos complementan, que destacan nuestras virtudes y perdonan nuestros defectos, entonces esa felicidad que buscamos será real.

#Paz
La paz, aquello que por momentos logramos ver en nuestras vidas como individuos pero nos parece tan utópico lograr como seres vivos en nuestra especie en este bello planeta. La paz que anhelamos tanto que duele. Duele en cada luz que se apaga por el destello veloz de quienes se ponen encima del resto cuales elegidos por algo superior. Esa paz que nos duele con Aylan Kurdi, que nos duele con el Bataclán. Que nos duele en Beirut, en África, en EEUU, en Inglaterra con Jo Cox. Que nos parte al medio en Siria. Que llora con cada víctima de la comunidad LGBT. Que nos dolió en nuestro país a través de su historia, que nos sangra con nuestras mujeres. Que no duela más.
Esa paz que hoy nos duele, es la que debemos seguir persiguiendo. Porque no nos tiene que doler, nos tiene que dar placer y gusto. Miles de años después de que dimos nuestro primer paso en la Tierra, seguimos sin aprender a respetarnos, a tolerarnos y a aceptarnos por lo que somos: seres únicos y valiosos. Todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo para el beneficio de todos.

#NiUnaMenos
Ni una menos. Basta de femicidios. Basta de violencia hacia la mujer. Basta de matarnos. Basta de impunidad y de aquellos personajes quienes solo con su inutilidad permiten que esto siga pasando. Basta de la sociedad patriarcal y dolorosamente machista, neandertal y retrograda que lo primero que les genera la muerte de una mujer, es la curiosidad por saber que llevaba puesto cuando fue atacada. Basta de miedos. Basta.

#Nosotros
Cuando hablamos de nosotros, siempre anteponemos barreras y filtros para cuidarnos del juicio del otro. Nos vamos limitando a nosotros mismos. ¿Y si nos dejamos ser? Busquemos ser aquello que queremos ser, y abramos las puertas de nuestros corazones a todo el amor que nos rodea. Es hora de sentirnos plenos, de hacer aquellos que nos llene por dentro. No seamos otra cosa que aquello que estamos intentando ser. Escuchemos nuestro cuerpo, nuestros músculos, nuestra mente. Allí vamos a tener muchas de las respuestas para aquellos momentos de duda, de soledad. También para cada momento de desamor. No miremos más esas habitaciones que nos dicen que tenemos que hacer o que debemos ser. Seamos lo que tenemos ganas de ser: Padres, hijos, amigos, confidentes, amantes, esposos, solteros, compañeros. Humanos. Seamos humanos porque nuestra condición es la única que nos puede salvar. Y solo nosotros tenemos las herramientas para salvarnos de nosotros mismos. Busquemos en el otro la palabra, el afecto. Ese mirada de mamá que nos escucha y que nos va a defender siempre. La mirada de papá, que tiene palabras justas para acompañarnos. La de los hijos, que al final de cuentas son la prolongación y continuación de nuestra propia existencia con los genes compartidos. La de los amigos, que bien intencionados y sin ningún interés propio van a poner delante nuestro las cosas como son, sin filtros para ayudarnos ante cada batalla. La de nuestros confidentes, aquellos que saben de nuestra propia boca nuestros pensamientos. La de nuestros amantes, que nos cobijan y nos prestan su oído en una cama caliente y se animan a lamer nuestras heridas. La de nuestras parejas, que son quienes nos ven glamorosos y llenos de fuerza, pero que también conocen nuestro lado b: la de nuestros miedos, dudas, dolores y llantos y quienes nos abren de igual manera su intimidad para que de a dos, con lo mejor de uno y del otro, salgamos adelante.

#Adiós
Saber cuándo algo debe ser adiós. Adiós es una puerta que se cierra con amor, y que nos permite avanzar para encontrar otra puerta llena de cosas que nos va a permitir vivir nuevas experiencias. Valoremos lo que hemos conseguido y anhelemos las nuevas cosas que nos trae el viento y la marea. Dejemos el pasado, por más bello que sea, para buscar más belleza en aquello que no es pero puede ser. En las pequeñas conquistas cotidianas. En las grandes batallas de nuestra vida. Salgamos y vivamos, respiremos por nuestros propios medios. Reír, llorar, saltar, acostarse, levantarse, correr, quedarse quieto, explorar, analizar, entregarse, soltarse, amar. Todo me suena mucho a vivir. Y no temamos los finales, no temamos la muerte que es lo único que tenemos por seguro en nuestra vida. Nos es inescapable. Pero que la muerte no nos agarre incompletos, quietos, sin hacer nada. Que nos agarre en nuestra búsqueda perpetua del placer y la felicidad. Y cuando nos pase cerca, permitámonos sentir lo que nos nace. Pensemos que hacemos, que hemos hecho y que haremos.

#Gracias
Primero a vos Cari, por haberme invitado a ser parte de esta experiencia genial que compartimos durante este tiempo. Agradecerte por existir, por estar, por tu amor y por la confianza.
A Patricia y todo Ohlalá, que también confiaron en que esto se podía llevar a cabo conmigo a bordo.
A mi familia, que siempre han estado pendientes de nuestra columna y han comentado y contribuido de una forma u otra con sus propias ideas. Este espacio también es de Uds.
A mis amigos y amigas: Ana, Maca, Ley, Lu, Juan, Maggie, Javi, Cacho, Gabriel, Damián, Marlene y tantos otros.
A Juli, mi hermana gemela que está lejos y la extraño un montón.
A Naby y Maribel, porque su amistad vale muchísimo y me enseñaron muchísimo.
Agradezco también a cada persona que se tomó tiempo de su vida para leer mis palabras. A quienes compartieron la columna en sus redes sociales y entre sus círculos. A cada persona que decidió comunicarse con nosotros por mail o en los comentarios de cada columna. Siempre fueron leídos y les agradezco mucho su tiempo, sus experiencias compartidas y sus palabras.
Gracias a John Greene y su maravillosa Margot Roth Spiegelman de "Ciudades de papel".
Gracias Carrie, Charlotte, Samantha y Miranda.
Gracias.

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