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La importancia de los colores

La paleta de tonos que nos rodea influye muchísimo en nuestras emociones cotidianas y tiene una simbología que es muy útil conocer




Créditos: Corbis


Por Eugenia Viña
En general, todas tenemos conocimientos básicos sobre el color: que el color es luz (conjunto de radiaciones), que la escala cromática en su estructura más simple se compone de colores primarios (amarillo, rojo, azul) y secundarios (naranja, verde y violeta). También sabemos que los colores se complementan; mirando un cuadro impresionista, rápidamente nos damos cuenta de eso: una flor con violeta y amarillo resulta siempre agradable de mirar.
Los colores se dividen en cálidos y fríos: el amarillo y el rojo son considerados colores cálidos, mientras que el verde y el azul son colores fríos. El físico Isaac Newton fue el primero en concebir la teoría ondulatoria de la luz (concepción del color como propagación de rayos lumínicos), más tarde ampliada por otros científicos.
Así como en nuestro mundo, donde conviven lo positivo (luz) y lo negativo (oscuridad), los colores tienen un aspecto caliente y uno frío, tienen cualidades positivas (las tonalidades) y cualidades negativas (los matices). Y lo más importante, los colores cargan y transmiten información.
Usar los ojos no es mirar
Mirar no implica sólo el órgano del ojo, sino también una conjunción de procesos fisiológicos y psicológicos. Por ese motivo, los colores se asociaron, desde tiempos antiguos, a las emociones, la magia, la simbología y la religión. Los egipcios, por ejemplo, utilizaban los colores con fines curativos. Hoy existen cromoterapias e incluso la psicología del color.
El color que nos envuelve nos trasforma bajo su influencia: un templo budista nos invade con dorados y amarillos (búsqueda y presencia de una paz de oro, de un nirvana iluminado), mientras que en una iglesia cristiana priman los rojos, en alusión a la historia de Cristo y la simbología de la sangre.
No hay casualidades sino causalidades: el rojo, el naranja y el amarillo son colores magnéticos, cálidos, razón por la cual activan y animan, mientras que el índigo y el violeta son fríos, eléctricos y dan calma y sosiego.
Dime cómo te vistes...
A la hora de vestirnos, pocas cosas son tan reveladoras como los colores. En los oficios es muy claro: médicos (neutralidad y paz) de blanco, menos los cirujanos (azul, concentración). Los pintores usan mamelucos blancos: vienen a bañar los espacios con luz. Los negocios de ropa están atendidos por personas vestidas en negro o azul oscuro: procuran un aire de formalidad y neutralidad, mientras que los mamelucos naranjas son utilizados en trabajos callejeros de riesgos, para que quienes los usan se aseguren de ser vistos.
¿Nunca percibiste que te vestís de acuerdo con tu estado de ánimo? Es que los colores que usamos a la noche dependen de nuestras buenas (o malas) intenciones. Y solemos dividir nuestro vestidor de acuerdo con la actividad: ropa de día (más luminosa), ropa de noche (más oscura), ropa de fin de semana (una mezcla más divertida de colores).
Los colores no sólo son compañeros constantes de ruta -nos rodean, nos influyen, nos estimulan o deprimen-, sino que, además, son una fuente de conocimiento para nuestra propia personalidad, contienen información y son un puente para conectarnos con los demás; y nosotras recibimos, a su vez, la luz o oscuridad ajena.
Sin duda, el color es comunicación. Ojos que no ven..., ¿corazón que no siente?
Un libro a todo color

¿Qué significan los colores?

Azul: Confianza, profundidad. Es el rayo del alma, la paz y serenidad. Es refrescante (como el agua) y tranquilizador. El color de las colchonetas que se usan para hacer gym y yoga, que intentan impulsarnos a un trabajo perseverante, basado en la autoconfianza. Su aspecto menos luminoso es la tristeza.
Verde: Esperanza, vida. La naturaleza, la vitalidad. El verde más claro se asocia a la hermandad y la unidad. El verde es compasión, comprensión, benevolencia. Generosidad, humildad. A veces, el color verde también simboliza el mal. "Viejo verde" suele ser un dicho recurrente.
Gris: Confusión. Es el color de la renuncia, pero también se lo asocia con el miedo e impide a muchas personas manifestar su verdadero yo. En un día gris, nos sentimos abatidos. Estamos grises, como un día nublado. Un estado intermedio, poco placentero, confuso.
Naranja: Movimiento, bienestar. Es un buen color para alegrar. En general, es un color tan fuerte, tan potente, que no es muy utilizado. Pero esta temporada, ¡es moda! Se considera que el naranja es un color que puede sacarnos de la depresión, liberar frustraciones y miedos. Casi un talismán.
Blanco: Pureza. El color del vestido de las novias, de la ropa de las niñas que toman su primera comunión y de los bebés. Los chicos usan delantales blancos ("blancas palomitas"). Y los médicos también, para transmitir pureza, limpieza, neutralidad y paz. El blanco es luz en su máxima expresión.
Turquesa: Lucidez, descanso. Fotos y cuadros con fondos turquesas son típicos en salas de espera de consultorios y centros de rehabilitación. Es que transmite serenidad. Se asocia a lo marino, al silencio del agua, al oleaje suave. También remite a la claridad en los pensamientos.
Violeta: Transformación. Se lo considera un color purificador, nos ayuda a alcanzar aquello que es noble, magnífico, puro y divino. También significa sacrificio y desprendimiento, es el color místico por excelencia, símbolo de la vida espiritual. Los tarotistas guardan sus cartas en paños violetas.
Amarillo: Sabiduría, energía. Es el color que tiene la máxima fuente de energía del planeta: el Sol. Se ve aquí la analogía entre la iluminación intelectual y la solar. "Es brillante" hace referencia al intelecto. También se asocia a la diversión. Las montañas rusas suelen ser amarillas o... rojas.
Rojo: Amor, sangre. El clásico dibujo del corazón reúne los dos significados. Los carteles de advertencia. Un hombre enamorado regala flores rojas: pasión. Si una mujer quiere deslumbrar, un conjunto de ropa interior colorado no falla: activa emociones y el deseo. Es el color de la vida.
Negro: Elegancia y luto. Cuando la situación es importante y el festejo merece la máxima reverencia social, el color es el negro. Simboliza el poder social, la elegancia -en la ropa-. También es oscuridad y muerte, ausencia de luz. Se usa como signo de condolencia.
¿Con qué color te identificás? ¿Cuál es tu preferido? ¿Cómo sentís que influyen los colores en tu vida? ¡Contá tu experiencia!

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