Otra vez en pareja

Por Valeria Carina Massimino
Especial para revista Ohlalá! Web

"De todos los impulsos, inclinaciones y tendencias "naturales" del ser humano, el deseo sexual fue y sigue siendo el más irrefutable. Se dirige hacia otro ser humano, exige la presencia de otro ser humano, y hace denodados esfuerzos para transformar esa presencia en una unión", dice un fragmento del libro "Amor líquido", de Zymunt Bauman.

Las mujeres que vienen de tener relaciones con distintos hombres sin nivel de compromiso, tienen temores cuando sienten que la nueva persona con la que están saliendo le importa a todo nivel. "Al fusionarse el sexo con el amor, se agregan temores respecto lo que puede ser la dependencia, el desengaño y la desilusión" , dice Ricardo Rubinstein, psicoanalista y miembro titular de APA (Asociación de Psicólogos Argentinos).

Muchas veces, antes de la cita se preguntan: "¿Cómo tengo que mostrarme? ¿Debo ser más cariñosa? Y la mente empieza a maquinar: ¿Quiero tener hijos con él? ¿Si le muestro que lo necesito, me volverá a llamar? ¿Qué tiempo debo tomarme antes de proponerle algo más intenso? ¿Pensará que voy muy rápido?

"Cuando es el momento de encarar una nueva relación afectiva, todos los temores e inhibiciones aparecen en primer lugar, cosa que antes no sucedía porque no les importaba la persona con la que estaban. Y, en cambio, en esta nueva situación, tienen miedo a mostrarse, a abrirse", señala Rubinstein. En ese sentido, " hay que ir mostrándose y abriéndose con lo que instintivamente se va sintiendo con el nuevo compañero. No hay que manejarse con la cabeza, hay que ir con lo que intuitivamente sale. Es la clave de la situación", explica.

No es que sea una fobia al amor o al compromiso, pero cuando una persona cree que encuentra a alguien para formalizar, hay miedos de todo tipo. Establecer un vínculo sólido luego de una separación genera ansiedad y temores. Muchas veces las personas expresan su amor a través de relaciones sexuales, como una manera de "control", de esa manera sienten que se comprometen más, por el temor a que la dejen y tolerar un nuevo fracaso sentimental.

"Tal vez la idea misma de ‘relación’ aumente la confusión: transmite simultáneamente los placeres de la unión y los horrores del encierro . Quizás por eso, más que transferir su experiencia y expectativas en términos de "relacionarse" y "relaciones", la gente habla cada vez más de conexiones, de "conectarse" y "estar conectado". En vez de hablar de parejas, prefieren hablar de "redes", cita Bauman en su libro.

Al empezar una nueva relación hay que comprender que no se construye en un instante y no hay certezas. "Sexualmente hay que tener una apertura sensorial, manifestar lo que se siente. Ir despacio, sin presión, e ir graduando los tiempos de la intensidad. Y es muy importante que siempre haya un ida y vuelta" , remarca Rubinstein y agrega: "La mujer debe mostrarse dispuesta y cálida, con un poco de iniciativa libre pero no tanto al principio, por las suspicacias masculinas".

Especialista consultado:
Rubinstein Ricardo. Psicoanalista y miembro titular de APA.
Autor de "Deportes al diván" y "Nunca Jamás en el Siglo 21"