
No sé si es mi buen humor del día o que en realidad se respira a viernes y mucho más a primavera. Abandono el look cebolla capa sobre capa y sólo me concentro en algo abrigado para arriba (el tapadito vintage que heredé de mi vieja es buena opción, sobre todo porque es diminuto y me tira la sisa y únicamente puedo usarlo con algo finito debajo).
En mi cama dejé una pila de cosas que me fui probando anoche. Por favor que el verano no llegue todavía. No estoy en condiciones. ¿Alguien alguna vez se puso la bikini en pleno invierno y se miró al espejo? Alguna vez me sometí a ese acto de masoquismo. Una cosa tre-men-da.
La prueba de vestuario era obviamente pensando en lo que me voy a poner hoy para mi date.
Siempre caigo en el negro. Cuando doy vueltas termino en el negro.
"Pareces una viudita", diría mi madre.
La esbeltez ante todo. No hay nada que un buen jean negro no pueda hacer por vos. Me digan lo que me digan.
Hoy nada me saca el buen humor; ni la cara de Gran Jefe asomando por detrás de mi pantalla en este mismo instante, hablándome mientras VE que estoy escribiendo. Adrede lo ignoro por... 1, 2, 3 segundos y listo, los dejo. Esta fuera de sí este hombre.
¡Buen finde para todos!
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
