"Avisame cuando llegues" es una frase que se repite entre las mujeres. Tamara sabía, por experiencia propia y la de sus amigas, del miedo que se vive al caminar por la calle solas, al tomarse un remis sin compañía, o a que adulteren un trago en un boliche. "Cuando empecé a pensar el emprendimiento subí encuestas en las historias, donde preguntaba en qué lugares o momentos se sentían más inseguras o qué situaciones se limitaban a hacer por ser mujer. A partir de esos mensajes fui buscando qué productos podrían servir para poder, al menos, escapar de una situación desgraciada", señala. Así comenzó Mamá llegué, con la certeza de que había algo que se podía hacer.

Se asesoró con un ex policía y militar retirado en técnicas de defensa personal y en el marco legal para su dispositivo. Al archiconocido gas pimienta (que ella desde chica lleva en su cartera), sumó una alarma para alertar a los vecinos ante un posible ataque; un corta cinturón y rompe cristal, en caso de estar en un auto contra su voluntad; o el kubotan, un arma japonesa, que sirve para romper cristales o atacar puntos vulnerables. "Fui recopilando las situaciones que me decía el mismo público. La mayoría de las mujeres las vivimos, lamentablemente", agrega. Por la misma demanda del público, también desarrolló un llavero para chicos con localizador GPS y alarma, que se conecta al celular de uno de los padres, para utilizar en lugares muy concurridos.

En pocos meses, su emprendimiento comenzó a circular en el boca en boca entre mujeres y enseguida llegó a más 50.000 seguidores. "Más allá de seguirnos por el producto, mucha gente nos sigue por el concepto: videos con tips para más seguridad, cómo manejarse si te subís a un Uber sola. Siempre intentamos llevarlo más allá de un simple emprendimiento. Nos siguen muchos hombres también que quieren el llavero o la alarma para ellos o para sus mujeres, hijas o esposas. Es algo que cubre una necesidad en la sociedad que está con falencias, porque no tendría que ser una acción de riesgo salir", afirma.

Tamara se considera feminista y sostiene que su emprendimiento busca romper con la injusticia que representa para la mujer salir sola a la calle. "No digo que los hombres no los sufran, porque tengo hermano, tengo pareja, tengo padre, primos, sé que muchos de ellos sufrieron asalto en la calle, pero no es el mismo miedo que la mujer tiene ante el hecho de poder ser secuestrada y violada o asesinada, la lleven a una trata de blanca. Realmente la mujer que sufre la mujer hoy en día en la calle es mucho más extrema y yo lucho por eso. ¿por qué una mujer tiene que tener miedo de tomarse un remis sola y un hombre no?", se pregunta.

Eso motiva su trabajo del día a día y lo que la llevó a vender en poco tiempo más de 3.000 dispositivos en Argentina, Uruguay, México, Perú, Colombia, El Salvador y España. "El llavero es una herramienta hecha para una situación extrema. Aunque parezca un llavero lindo, colorido y femenino, también tiene herramientas que son consideradas armas. Siempre explico cómo se utiliza cada una. Además, trato de concientizar en lo que es defensa personal por fuera del producto. Esa es la forma que tengo yo de poder prevenir que haya un accidente y se agrave una situación. La cantidad de chicas que me han contado que han utilizado el llavero y que se han logrado salvar con él o que usan el llavero y salen más seguras es impresionante. Eso me motiva a pensar que sirve para lo que funciona, para lo que está hecho", asegura.