En un fugaz recorrido por su vida, su infancia, adolescencia y adultez, Zaira hizo hincapié en su visión de la maternidad. Siempre soñó ser madre joven y lo logró: a los 27 años tuvo a su primera hija, Malaika -hoy de 7 años- pero reflexionó acerca de la sobrecarga que aun tenemos las mujeres en el cuidado de los hijos.

 

Rememorando a su mamá, quien se dedicó a la crianza de ella y de su hermana 24/7, recapacitó sobre las mujeres que hoy solo se dedican al cuidado de los hijos y de lo invaluable que es contar con ayuda y una red de apoyo.

Uno de los momentos de la maternidad más complejos para la mujer que trabaja, sin importar el tipo y el formato de trabajo, es volver al trabajo tras haber dado a luz. De hecho, en Argentina, existe una cuenta pendiente sobre la acotada licencia de maternidad y paternidad que los ampara, la cual se vincula con el sostenimiento de la lactancia materna e inclusive con un impacto en la salud mental materna. 

Para Zaira, su vuelta al trabajo cuando tuvo a Malaika fue un verdadero desafío. En ese momento, su rol de conductora del programa matinal, Morfi Café, la obligó a volver al set de grabación teniendo que dejar a su recién nacida al cuidado de su madre. Sus recuerdos fueron angustiantes: Salir de su casa, ver a su bebita llorar y ella, con la mejor cara, dar curso a la conducción del programa. La situación que experimentó Zaira, es vivida por miles de mujeres argentinas que, al cabo de pocos meses de dar a luz, retornan a sus labores.