Gimena Accardi se quebró junto a Fer Dente al recordar a su mamá

No solo para que su mamá pudiera seguir algo de la carrera profesional de Gimena que arrancó a los 12 y no paró, sino, y especialmente, para poder compartir “el mate y la charla cotidiana”.

 

También contó que a pesar de que en ese momento tan doloroso y radical de su vida ella sentía adulta, y hasta a la altura para atravesar el duelo, con el tiempo se dio cuenta de que realmente era todavía muy chica.  Lo recuerda así: “Yo ya laburaba, tenía mi independencia. No me sentía tan pequeña, pero ahora que soy más grande y si me veo re pequeña. Es muy necesaria la madre. Yo fui su única hija, porque nosotras somos tres hermanas mujeres de distintas madres. De mi mamá fui su única hija, muy deseada, muy buscada. Era la luz de sus ojos”.

Para aceptar la muerte y encarar el duelo, habló de los libros de Victor Sueiro que detallaban experiencias del paso por la muerte y la vuelta a la vida. “Mi vieja era súper creyente del más allá y leía a Sueiro. Yo de muy chica empecé a conectar con esos libros y a entender que dejábamos de estar de forma material, pero había otros planos y que alguien que moría igual seguía estando. Y eso me ayudó mucho”.

También reconoció que le hubiera gustado que su mamá “viera mi relación con Nico (Vázquez), mi casamiento”.

Contemporánea a Agustina Cherry, en la década del 90 y con el furor de “Chiquititas”, Gime contó al aire que la solían confundir con el personaje de Mili que en ese momento protagonizaba su colega.

“Yo no era actriz todavía, estudiaba teatro pero todavía no trabajaba y me confundieron con Mili: les firmé un autógrafo en su nombre”.

Gime trabaja desde los 13, y si bien era lo que ella siempre quiso desde pequeña, con el tiempo reconoce que fue muy autoexigente desde siempre para poder cumplir con todo: buenas notas en la escuela, nunca faltaba al trabajo, muy seria y correcta en sus relaciones (casi siempre de novia), muy ordenada, obsesiva por la limpieza. Acostumbrada a tener el control sobre todo lo que la rodeaba, uno de sus grandes aprendizajes ocurrió cuando se quebró un brazo hace unos años y tuvo que estar dos meses “postrada en un sillón”.

Solar el control cuando no queda otra:  En ese momento, Nico se hizo cargo de la casa, de la limpieza, de las tareas diarias. Y a ella no le quedó otra que soltar el control y confiar.

Al hablar de su auto exigencia también salió a la luz su “luna en virgo”, una característica astrológica que habla de personalidades bastantes ordenadas, obse y con necesidad de tener el control. Gime lo sabe porque estudió un año de astrología, aunque no siguió, “muy geminiana”,confiesa entre risas, en alusión a un signo reconocido en el plano astral por personas entusiastas que suelen emprender muchas cosas a la vez pero que no siempre logran terminar.

“Nos casamos luego de 9 años de novios con una ceremonia en la playa. Nos casaron amigos”, recordó con emoción y enseguida contó algunos detalles acerca del momento en que recibió la inesperada propuesta de matrimonio en un viaje por República Checa.

“Una noche que veníamos caminando cruzando el puente de Carlos me frenó, sacó un anillo y me propuso matrimonio”. Nico "venía arrastrando el anillo hace rato", supo después, en un viaje de meses que la pareja estaba haciendo por Europa. ¡Por suerte apareció el momento justo!

Para Gime, lo más importante era festejar el amor que se tienen con Nico junto a sus más amigos y en la playa.