Meghan Markle: el detalle que nadie notó de su vestido de novia

El vestido implicó un costo estimado de 265 mil dólares que, según Vanity Fair, lo cubrió Markle, 3900 horas de costura para el velo, ocho pruebas y cinco meses de comunicación clandestina. En una reciente entrevista que la revista le hizo a Clare Waight Keller, la estilista británica y diseñadora de moda, que en ese entonces era directora artística de Givenchy y la primera mujer en desempeñar ese cargo, habló de su rol como encargada de crear el vestido de novia que Markle lució.

La diseñadora aseguró que, a la hora de pensar en su vestido, la novia hizo un guiño a sus orígenes estadounidenses, a su afición por Hollywood y a las tradiciones. “Había algo en el vestido que realmente capturaba ese nuevo viaje que los Sussex iban a emprender”, dijo Wright Keller. “El hecho es que esta fue una boda y una ceremonia muy diferente a cualquier otro evento real en esa capilla o cualquier boda real anterior”, agregó.

En esta entrevista, la diseñadora también confesó que la actriz siempre se inspiró en Audrey Hepburn. De hecho, el vestido de novia con cuello barco que lució la reconocida artista durante el rodaje de Funny Face (1957), fue un punto de inspiración para la casa francesa.

Sin embargo, hubo un detalle que nunca nadie supo, sólo la novia y su diseñadora, y que cinco años más tarde sale a la luz. En el intento por conservar la antigua tradición de que la novia lleve “algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul” es que, tanto la actriz como Wright Keller decidieron sumar un accesorio que nadie notó.

La duquesa de Sussex utilizó el vestido para dar un guiño a su nueva familia, ya que el velo de tul de seda fue diseñado para representar a los 53 países de la Mancomunidad de Naciones. “Meghan sintió que traía consigo un elemento de cada uno de esos países al altar”, explicó su diseñadora. Pero esto no fue todo. Para sumar un detalle en azul, lo que pide la tradición de las novias, sumaron un cuadrado de recuadros azules al vestido final.

“Básicamente, lo cosimos en el dobladillo del vestido de novia, así que ella fue la única que supo que estaba allí”, dijo Waight Keller a la revista. “Era un pequeño cuadrado de recuadros azules”. Lo cierto es que no se trataba de un retazo cualquiera. Al parecer era un pequeño fragmento de tela de un vestido que Markle usó en la primera cita con el príncipe Harry: "Era el recuerdo personal perfecto que estaba escondido en secreto".

Y así fue. El vestido se llevó todas las miradas. El resultado final de esta dedicación se manifestó en un vestido de una belleza excepcional. Un diseño que quedará en la retina de todos los que pudieron ser testigos de uno de los casamientos más imponentes de la historia de la Monarquía. El resultado: final de esta dedicación se manifestó en un vestido de una belleza excepcional.