Las uñas minimalistas que serán tendencia en el verano 2026

El verano 2026 en Argentina se perfila con uñas minimalistas que combinan brillo limpio, tonos suaves, líneas delicadas y toques inteligentes de detalle. Inspiradas por las recientes tendencias europeas, estas manicures destacan por su elegancia pura, versatilidad y adaptación a la temporada cálida. 

La Princess Manicure fue uno de los grandes éxitos del minimalismo veraniego en Europa: uñas cortas, forma squoval natural y tonos blush rosado con delicado brillo o acabado cromo suave.

Esta estética, asociada al "quiet luxury", es ideal para complementar cualquier guardarropa, desde jean y remera hasta vestido de noche. Para el verano 2026, podés sumarle un sutil toque de purpurina o un micro detalle metálico en la base para refrescarlo con personalidad.

Una revolución minimalista han sido las "soap nails", ultra brillantes, translúcidas y con apariencia casi de jabón recién salido del paquete.

Esta tendencia destaca un acabado impecable y natural que combina con todo y favorece con el bronceado del veranito que se viene. Para adaptarla, priorizá el cuidado de cutículas y varias capas finas de esmalte neutro transparente.

La clásica francesa se reinventa con la "micro French tip", una línea muy fina en la punta, o su versión "transparent French": tip semitransparente que retira el límite marcado y aporta sofisticación difusa.

Podés elegir blanco suave, tonos pastel como lavanda o celeste cielo, incluso nude chic, ideales para nuestras noches cálidas.

El minimalismo también trae de vuelta a un clásico: las uñas cortas. En Europa se vieron como protagonistas del verano 2025 y en Argentina marcan un regreso fuerte para 2026.

Son cómodas, frescas y fáciles de mantener. La idea es priorizar la forma natural (almendra suave o squoval), con esmaltes nude, transparentes o acabados gloss. Según las expertas, las uñas cortas bien cuidadas transmiten sofisticación y un aire effortless que acompaña cualquier estilo.

El verano 2026 se despega de la saturación de colores neón y los brillos exagerados que dominaron durante temporadas pasadas. La estética que viene propone un giro hacia los acabados mate, tonos nude y pasteles suaves que transmiten calma y sofisticación.

Eso no significa que tengas que abandonar la diversión, sino elegirla en dosis mínimas: un acento metálico discreto, un micro detalle gráfico o un tono jelly translúcido, son la clave.