Venus en Acuario: así será la temporada de amor y placer

Durante los últimos minutos del lunes 2 de enero, Venus deja el serio y realista signo de Capricornio y comienza su paso por Acuario, que durará hasta el 26 del mismo mes. Durante esta etapa, nos interesa vivir los vínculos con más libertad y menos ataduras, entendiendo que el amor sano y verdadero no es compatible con la dependencia ni la manipulación. El contacto emocional se da desde la confianza y una mentalidad abierta.

Los riesgos de una manifestación inarmónica de Venus en Acuario son una desconexión emocional que puede traducirse en frialdad, desinterés o, sobre todo, inconstancia.

La manera armónica de vivir este tránsito tiene que ver con conectarnos con el placer de la autonomía y la libertad, entendiendo que somos seres racionales y recordando el viejo refrán que dice que hablando se entiende la gente. Adoptando una mentalidad abierta y tolerante para comprender y considerar las necesidades de cada uno, podremos llegar a un nivel más evolucionado de la relación, en el que se tengan en cuenta las preferencias de cada integrante.

Esta energía les resulta más natural a los signos de aire: el propio Acuario, Géminis y Libra, como también a los que están en sextil: Sagitario y Aries. Disfrutarán de un período de comodidad, a tono con su manera habitual de sentir y expresarse.

Quienes se sienten menos a gusto con el estilo acuariano son los otros signos fijos: Tauro, Leo y Escorpio. Son signos poco afines a la experimentación que propone Acuario, y pueden sentir que esta temporada los tironea fuera de su zona de confort. El desafío tiene que ver con dos cuestiones: primero, habilitarnos a conectarnos con nuestro mundo afectivo desde un lugar que no acostumbramos, y que puede hacernos sentir inseguras y expuestas, para en un segundo momento poner al servicio de nuestros vínculos (y de nuestra relación con nosotras mismas) aquello de nosotras que aflore de esta interesante exploración. 

Cáncer, Virgo, Capricornio y Piscis sentirán la impronta acuariana en el ambiente, pero con un impacto menor en sus vidas.

Venus en Acuario nos brinda la oportunidad de crecer a partir de nuestros vínculos y del cultivo de nuestros placeres y bienestar. Al buscar la libertad y la innovación aplicada a nuestras interacciones y deseos, abre el panorama a un nuevo escenario, donde los "¿qué pasaría si...?" pueden dejar su estado de interrogante y convertirse en una aventura a descubrir. Total, siempre se puede volver a cambiar cuando se es libre.

 

Venus comienza su tránsito por Acuario todavía en conjunción con Plutón, pero esta intensidad y poder transformativo se diluyen rápido: para el 9 de enero, ya no existirá este contacto y, además, Venus se comunicará favorablemente con Marte. Vamos a pasar de una energía de pesadez y de finales a una de nuevos comienzos, agilidad y acción. Esto se suma a un contexto en el que Venus charla amigablemente con el Gran Benéfico, Júpiter: oportunidades de crecimiento, expansión, abundancia y mucho, mucho placer.

También se pierde el contacto entre Venus y Mercurio, que se sostuvo durante meses y comenzó a desarmarse cuando Mercurio entró en retrogradación el 29 de diciembre. 

Durante su segunda semana, Venus se enfrenta a una conversación tensa con Urano, el planeta de lo impredecible: esto, sumado a la mirada al pasado que propone Mercurio, puede traer sorpresas inquietantes o abruptas. Las parejas que estén pasando un momento difícil pueden sacudirse con este contacto, y quizás algunas terminen. Si te contacta una persona que ya dejaste atrás, pensalo muy bien antes de darle un lugar en tu vida. El sentido del deber, la conveniencia y los sanos límites se ponen en juego desde el 16 de enero hasta el final del tránsito de Venus por el signo del aguador, del que saldrá más madura y sabia, lista para el cierre de ciclos que propone su siguiente parada: Piscis.