Es artista floral y ambientó su casa de Escobar con dos elementos clave para la felicidad

Junto con la interiorista Anahí Pereda, de Mola Arq (@mola.arquitecturainterior), lograron con éxito el desafío que se propusieron: un equilibrio entre espacios llenos de color con los que conservan su carácter, pero con una paleta más muteada. Es el caso del comedor diario y la cocina, donde los tonos grises del cemento alisado y hormigón se conjugan con la calidez de la madera y los transforma en un espacio elegante.

Juan, el marido de Belu, es abogado y le encanta cortar la rutina conquistando la cocina. Experimenta sabores nuevos, sabe de tragos y son de esas parejas que aman recibir amigos en casa: “Mi marido es un apasionado de agasajar a nuestros amigos y familias a través de la comida. Por eso, optamos por hacer una cocina con gran mesada integrada al comedor para que ese momento sea compartido con quienes nos visitan”. Pocos accesorios, superficies limpias y texturas naturales como la rafia, la madera y la cerámica terminan de formar el contexto necesario para convertir estos rincones en un espacio de disfrute en familia.

El nuevo hogar afianzó la búsqueda de una nueva identidad para su espacio: “El color en nuestra casa hoy es el protagonista, veníamos de una casa más monocromo en Pacheco, con mucho negro, gris y blanco, y si bien nos encantaba, en esta casa decidimos que el color fuera vital para jugar con los contrastes y colores muy llamativos”.

El living, sin dudas, es el corazón de la casa. Un ambiente que integra la cocina y el comedor y descansa hacia la galería con grandes ventanales que ayudan a que los límites del afuera y adentro se ablanden y desdibujen. El sillón ocre y la pared que contiene el mueble de la TV en un azul petróleo son los puntos de color protagonistas.

“Desde chica heredé la pasión por el arte. Y en mi casa pude plasmar en diversos rincones esta veta. En cada espacio de mi casa se puede encontrar algún detalle artístico que invite a vivir una experiencia. Cada ser es único, y cada uno va a interpretar nuestro arte desde su propia mirada, pero siempre los que visiten nuestra casa se van a ir con una vivencia”, cuenta Belu.

La habitación principal fue el eslabón final de la decoración dentro de la casa. Una decisión consciente fue que no hubiera TV en la habitación, porque, justamente, la idea era proyectar esa sensación de remanso, calma, descanso y calidez. En este ambiente con mucha luz natural, el acento de color lo aportan las cortinas y el marco lo da la obra de arte en tonos monocromo. “Compartimos con Juan la pasión por el arte, por lo que decidimos sumar detalles arty hasta en nuestro espacio más íntimo”, dice Belu. ¿El detalle estrella? La estructura de madera, hecha en kiri, que unifica en una sola pieza el respaldo y las mesitas de luz, para que se genere una idea de mayor amplitud en la habitación.

Este mismo espíritu curioso y artístico también se mantiene en el baño, donde hay pocos elementos a la vista y la idea fue que al entrar se pudiera vivenciar una experiencia visual de la mano del mural inspirado en un bosque frondoso, realizado por la artista Mercedes Costal (@mercedes.costal). 

El atelier floral de Belu es, sin dudas, una de las estrellas de la casa. Ella pasa muchas horas de su jornada allí dando cursos de arte floral y creando piezas únicas: tocados de novia, cortejos, ramos y arreglos para producciones de fotos y campañas. “Me pareció clave crear un espacio donde pudiera potenciar mi creatividad y hacer crecer aún más mi profesión, que es mi pasión.

Este ambiente fue el resultado de una conversación muy íntima con la interiorista, que logró interpretar y plasmar mis intenciones acertadamente”. En su taller, obviamente las flores son protagonistas y justamente ese fue el disparador de la charla, para dejar que el color de cada una de ellas jugara con la luz natural que baña el estudio y contrastara con el blanco que viste este gran ambiente, presente en las paredes y la gran mesa de trabajo.
Se respira vida dentro de este espacio donde el arte se comparte: hay colores, texturas y olores que invitan a quedarse, a jugar y a crear.