Quien mató a Nora Dalmasso: este es el nombre del culpable en el final de la serie de Netflix

La docuserie de Netflix dirigida por Jamie Crawford, periodista inglés políglota convertido en guionista, director y productor de documentales como Trainwreck: Woodstock '99, se sumerge en uno de los casos policiales más impactantes de la Argentina, ocurrido en noviembre de 2006: el asesinato no resuelto de Nora Dalmasso, en Río Cuarto, Córdoba. Explorando el impacto mediático que sacudió a la sociedad y las huellas profundas que dejó en su familia, emplea la estructura clásica del true crime para reconstruir el crimen e ir dando giros alrededor de los distintos sospechosos a lo largo del tiempo.

Las mil muertes de Nora Dalmasso se vale para eso de material de archivo inédito y testimonios de amigos, abogados, periodistas e investigadores, con el plus de contar con acceso exclusivo a su círculo íntimo, Facundo y Valentina Macarrón, sus hijos, y Marcelo Macarrón, su viudo, quienes por primera vez relatan su experiencia frente a las cámaras.

Hablar de spoilers en un caso tan emblemático de nuestra crónica policial y de la historia de los femicidios en Argentina, es un tanto extraño, pero sabido es que el caso sigue sin resolverse, por lo que el documental no puede responder a la pregunta que el mundo se hará cuando lo vean en cualquier otro territorio: ¿Quién mató a Nora Dalmasso? Sin embargo, una duda aún mayor resonará en los espectadores cuando, arribando al final del tercer y último capítulo, aparezca un nuevo sospechoso del crimen que no se nombra ni se desarrolla. ¿Quién es? ¿Es el asesino? ¿Qué dice la Justicia argentina sobre esto?

El sospechoso al que se hace alusión en los últimos minutos de la serie, sin nombrarlo y casi como si nos estuvieran preparando para un nuevo episodio que no llegará, es Roberto Bárzola, quien en diciembre de 2024 fue acusado de ser el asesino de Nora Dalmasso.

El nombre de Bárzola apareció en el caso 18 años después de acontecido, debido a que a partir de un nuevo peritaje se encontró su ADN en la escena del crimen de Nora. Así, el fiscal Pablo Jávega lo acusó de abuso sexual seguido de muerte, alegando que "Huellas genéticas que señalan a Barzola fueron colectadas en el cinto de la bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en la zona inguinal de Dalmasso", como explicó el Ministerio Público Fiscal de Córdoba.

En 2006, Bárzola tenía 27 años y trabajaba como parquetista en la casa de la víctima, en el barrio Villa Golf Club. Él mismo declaró que el fatídico día se presentó allí para trabajar, pero como no lo atendieron al tocar el timbre se retiró del lugar.

Como se dice en el final de la serie de Netflix, su nombre volvió a resurgir de manera inesperada, llamando mucho la atención que recién ahora se lo haya investigado. Es que incluso Bárzola participó como testigo durante el juicio que terminó con la absolución de Macarrón.

También fue nombrado en la causa en el año 2007, cuando la madre de Nora Dalmasso mencionó que el hombre habría tenido una discusión con su hija por el polvillo que generaba con su trabajo. Ese mismo año, la familia pidió que se lo incluyera en la lista de personas para realizarse peritajes genéticos, pero, por alguna razón desconocida, no se hizo.

Obviamente, Roberto Bárzola niega todo lo que le imputan. "La verdad que me toma por sorpresa. Estoy desconcertado”, dijo en la única entrevista que dio recientemente a un medio local tras recibir la noticia, "Nunca me imaginé algo así. El fiscal me decía que yo había estado averiguando qué iba a hacer ella esa noche. Que sabía que iba a estar sola en la casa, que la maté y la abusé. ¡Vieras las cosas que me dijo! Te digo que trato de tomarlo con tranquilidad, pero lo veo todo tan raro. Muy turbio", prosiguió ante Otro Punto.

La serie también deja la duda de si la causa prescribió o no, presumiblemente porque las últimas revelaciones datan de cuando ya estaba terminada. Es necesario aclarar entonces que, en mayo de 2025, el juez de Control, Diego Ortiz, determinó que la causa no prescribió, luego de que los abogados del imputado hicieron un pedido de prescripción.

La justificación, cuando sabemos que en Código Penal este tipo de sucesos manejan un rango de 15 años para prescribir, radica en que consideran que el paso del tiempo se interrumpió varias veces en el marco de la investigación judicial. Por lo tanto, descontando esos años, la causa se mantiene y Roberto Bárzola seguirá bajo investigación.