The Lumineers en Buenos Aires: un recital en donde lo único que importó fue la música

Una playlist repleta de hits. The Lumineers es una de esas bandas que cuando mirás su lista de canciones son todos éxitos hiteros y eso se traduce en un recital en donde estás absolutamente todo el tiempo súper arriba. Desde Ho Hey hasta Ophelia, para regalarnos éxitos que todos coreamos como Flowers in your har, Classy girl, Stubborn Love o temas mucho más emocionales y con una tremenda historia detrás, como Charlie Boy. Pero algo que no es menor es que se trata de un recital que disfrutás tanto si amás con pasión a la banda, como si solo son fanático de algunas de sus canciones.

Un show indie que se disfruta tranqui. Mientras que es cierto que los argentinos somos hyperos y encontramos la excusa para hacer poco... no importa en qué tipo de recital nos encontremos, es verdad que el mood de los recitales de The Lumineers es uno de esos shows que se disfrutan cantando, bailando y son súper tranquis. De manera constante ellos buscan estar cerca del público, hablarnos de manera directa, contar la historia detrás de sus canciones y generar toda una experiencia alrededor su performance en vivo. Al punto en que, ayer en Obras, no hubo ni pantallas para amplificar lo que sucedía en el escenario.

Verlos a ellos disfrutarlo. Sabemos que los artistas internacionales siempre se emocionan y sorprenden con la reacción del público argentino, pero no envejece lo hermoso que es verlos disfrutando de cada momento de sus propios recitales. Esto fue súper palpable durante el recital de The Lumineers en donde los veíamos matándose de la risa y hypeando las reacciones del público: desde los aplausos hasta los pogos para pedir que prendiéramos las luces de nuestros celulares.

No faltaron los momentos WTF. Sin lugar a dudas uno de los momentos más divertidos del show estuvo protagonizada por uno de sus pianistas que todo el tiempo estuvo con la mayor energía del mundo y no perdió oportunidad para pararse arriba de su piano, saltar de un lado al otro o lanzar por el aire los palillos de la bateria. Pero el momento más WTF fue cuando bajó del escenario, camino por el público y terminó -básicamente- sentado en el borde de la platea para terminar tirándose y bajando al campo general.