Año nuevo astrológico: ¿cómo influye el equinoccio de otoño en los signos del zodiaco?

Con el ingreso del Sol a Aries se inicia una nueva rueda zodiacal y, con ella, un nuevo año astrológico. Este año, este evento se da el 20 de marzo a las 18:24 hs de Argentina.

La energía de Piscis recoge e integra las once anteriores y, cuando da paso a la siguiente, se produce un momento de transición en el que empezamos a transitar nuevamente los doce signos con toda la información del recorrido anterior. En lugar de pensarlo como el cierre de un círculo, lo ideal es imaginarlo en forma de espiral: cada ciclo que termina abre el paso a otro, pero no anula lo vivido hasta el momento. “Año nuevo, vida nueva” es una lógica que no aplica en astrología; más bien sería “año nuevo, vivencias incorporada”.

 

Pocas horas después de la llegada del Sol a Aries, la Luna se encuentra con él en el mismo grado y signo. A las 14:23, hora de Argentina, del 21 de marzo, las dos luminarias coinciden en el grado 00°49’ de Aries. Este evento es la famosa Luna Nueva, y nos invita con su energía cardinal (de inicios) y fueguina a abrazar nuestra independencia, valentía, deseo verdadero y coraje.

Su efecto estará vigente hasta la Luna Llena en Libra, el 29 de septiembre.

 

Algo sumamente inusual ocurre este año: Plutón cambia de signo después de 15 años. En 2008 comenzó su etapa de tránsito por Capricornio, y esta semana, más precisamente el 23 de marzo, llega a Acuario. Aunque esta llegada no marque su afianzamiento definitivo (porque va a retrogradar, reingresar, retrogradar nuevamente y volver a entrar de manera definitiva en enero de 2025), sí va a marcar su impronta, de manera que la energía ya habrá cambiado incluso cuando vuelva a Capricornio. Plutón es el más lento de los planetas y con su paso por un signo marca el tono de época. Cuando, como durante el Año Nuevo Astrológico y la Luna Nueva en Aries, está en grado crítico (el último, 29 de 30), su energía es transicional y muy condensada. Nos pone expectantes, irritables y ansiosos. 

Como su ingreso a Acuario acompaña este nuevo comienzo de la rueda zodiacal, vamos a sentir un cambio energético muy fuerte y profundo, que va a actuar como telón de fondo de este recorrido. Los temas sociales, colectivos, la inclusión, la rebeldía contra lo injusto y una mirada curiosa sobre las innovaciones en general sostendrán el giro de la etapa astrológica 2023.

Sin duda, se trata de un año para jugarnos, cambiar, abrazar la novedad y escuchar el latido de nuestro corazón en consonancia con el de la época que nos toca vivir.