El signo más afortunado del horóscopo chino en 2026, según Ludovica Squirru

Dentro del recorrido que Ludovica traza para cada signo, el Perro aparece como uno de los grandes protagonistas del año, e incluso el que recibe el impulso más claro y favorable del Caballo de Fuego.

¿Por qué?

Porque el Perro forma parte de la tríada de fuego junto al Caballo y al Tigre, y ese alineamiento energético lo potencia de manera especial en 2026.

Según la predicción:

• Tendrá avances profesionales y mayor visibilidad.
   
• Se abren alianzas positivas, vínculos que fortalecen y oportunidades que antes se veían lejanas.
   
• Habrá decisiones importantes que lo favorecerán, especialmente en lo laboral.
   
• El amor también se expande: relaciones que se consolidan o encuentros significativos que llegan en el momento justo.
   
• Si bien deberá cuidar su energía —porque el fuego puede agotarlo si intenta abarcar demasiado—, el Perro es el signo que mejor capitaliza el clima del año: todo lo que avance durante 2026 tiene potencial de perdurar.

¿Y los otros signos? Un año de movimientos para todos

Aunque el Perro destaca, el Caballo de Fuego propone escenarios intensos y transformadores para el resto del zodíaco:

• La Rata recupera estabilidad emocional tras meses difíciles.
   
• El Búfalo vive un año afectivo profundo y sensible.
   
• El Tigre enfrenta trabajo intenso y la necesidad de ser prudente.
   
• El Conejo avanza si mantiene paciencia y apertura mental.
   
• El Dragón reordena prioridades y baja la intensidad.
   
• La Serpiente busca claridad emocional y paz interior.
   
• El Caballo, dueño del año, debe evitar excesos y dispersión.
   
• La Cabra fortalece su voz y ordena proyectos.
   
• El Mono se reinventa con oportunidades dinámicas.
   
• El Gallo debe flexibilizar y reorganizar su vida laboral y familiar.
   
• El Chancho simplifica rutinas y equilibra su energía.

 

El 2026 llega cargado de fuego, impulso y transformación. En medio de ese movimiento, el Perro se convierte en el signo estrella del año, con un empuje energético que lo favorece en lo profesional, lo emocional y lo social.

Un ciclo para tomar decisiones, avanzar y dejar huella.