4 rituales que podés hacer durante el eclipse total de luna llena en Tauro

Prendé una vela y un sahumo o sahumerio para activar tu espacio sagrado.

Escribí todo lo que te está bloqueando o limitando en un papel, ¡déjalo todo!

Quemá lo escrito o enterralo para entregarlo a la tierra y que lo recicle.

Repetí en voz alta: "Me libero de todo lo que me limita, lo dejo ir, se lo entrego a la tierra para que lo transforme"; "Me permito comenzar el proceso de materialización de este cambio"; "Lo que soy es suficiente"

Escribí en un papel una lista de las situaciones y actitudes que no te agradan.

Tómate 5 minutos para conectar con las emociones poco agradables que esas situaciones generan en vos. Prestá atención a tu cuerpo.

Visualizá cómo esas emociones y situaciones ahora dejan tu cuerpo y tu vida. Se alejan, se van, haciendo espacio dentro tuyo para algo nuevo y positivo.

Visualizá ese espacio que quedó vacío y cómo nuevas situaciones y sensaciones que te agradan comienzan a llegar y hacerse presentes en vos.

Prendé la vela y quemá el papel.

Agradece lo que fue y lo nuevo que llega a tu vida.

Consejo extra: elegí un espacio cómodo y tranquilo para hacerlo. Prende un sahumo para generar tu espacio sagrado y disfrutá de este ritual.

Agarrá la olla más grande que tengas y llénala por tres cuartas partes de agua.

Agregá los pétalos de las diez rosas.

Prendé el fuego y dejá calentar el agua por 20 minutos evitando que hierva.

Apagá el fuego y conservá el agua quitando los pétalos de las rosas.

Agregá a tu baño el agua que obtuviste. Si no tenés bañera para un baño de inmersión podés optar por realizar un baño de pies una palangana.

Cuando estés sumergida en el agua de rosas cerrá los ojos y solo sentí tu cuerpo. Hacé foco con tu mente en el aroma de las rosas y en tu respiración. Tomate tu tiempo, escuchá tu cuerpo, sentí cómo el agua limpia tu campo energético, entregate al ritual.

Agradecé al agua y a las rosas por haberte purificado y a vos, por haberte regalado un bello momento contigo.

Tómate unos minutos para conectar con la real emoción que te causa el dinero. Tratá de recordar experiencias de tu infancia donde el dinero estuvo involucrado de forma positiva o negativa. ¿Podés nombrar la emoción predominante que te causa el dinero? ¿Qué memorias llegan a ti? ¿Cómo te hace sentir? Tratáde enfocarte en sentir emociones, en el cuerpo, no en los pensamientos. Una vez que conectes con lo que sentís acerca del dinero estás listo/a para el siguiente paso.

Tomá una hoja de papel y escribí fecha y lugar. Luego copiá lo siguiente: “Querido dinero: te escribo esta carta porque necesito que hablemos. Nuestra relación no ha sido de las mejores y ahora comprendo que quizás te he alejado de mi por mucho tiempo. Fue sin darme cuenta que adquirí una relación negativa contigo y quiero pedirte perdón. Siento mucho que nuestra relación hasta ahora no haya sido buena. Pero quiero pedirte que empecemos de nuevo y que seamos buenos amigos”. “Quiero darte las gracias por todas las veces que me permitiste comprar alimentos, ayudar a otras personas, estudiar, y hasta conseguir cosas hermosas que deseaba mucho. Ahora entiendo que me ayudaste siempre y te lo agradezco de corazón. Ahora sé que eres muy bueno para mí. Mi puerta para ti está siempre abierta ¡Eres bienvenido! Gracias por estar siempre en mi vida de forma estable y abundante. Gracias, gracias, gracias”. Por último, firmá con tu nombre y sentite libre de modificar a tu gusto la carta. Agregar o sacar lo que sientas.

Leela en voz alta y agradécele al dinero por formar parte de tu vida.

Por último enterrá o guardá la carta. Podés guardarla entre tus cosas o enterrarla en el jardín o en una maceta. Esta última opción es la ideal porque el dinero representa energía tierra.