Pocos lo saben: para qué sirven los botones metálicos del jean
Algunos pueden pensar que se trata de un simple detalle decorativo. Sin embargo, tienen una función mucho más importante de la que todos imaginan.
28 de mayo de 2025 • 14:05
Los botones metálicos cumplen una función fundamental en el armado del jean - Créditos: Getty Images
Es uno de los grandes enigmas del mundo de la moda y a a simple vista pueden parecer simples detalles de confección, sin un uso aparente. Sin embargo, detrás de su presencia se encuentra una función fundamental para la prenda. ¿De qué estamos hablando? de los botones metálicos o remaches que están en los jeans. Lejos de pensar que se tratan de un mero detalle estético enconrramos un atributo fundamental.
Así estos pequeños remaches de cobre, ubicados principalmente en las esquinas de los bolsillos, se encuentran en la prenda desde su orígen, más de cien años atrás, cuando surgió como una prenda destinada al trabajo duro. Para ser más precisos, podemos remontarnos a 1873 cuando un sastre notó que los pantalones de los trabajadores se desgarraban con facilidad en las costuras, especialmente en las zonas que soportaban mayor tensión. Ahí fue cuando decidió sumar al diseño estos pequeños botones dorados en determinados puntos estratégicos para reforzar el tejido.
Aunque los jeans nacieron como una prenda para mineros, agricultores y obreros, con el tiempo pasaron a convertirse en un comodín de la moda callejera, y a pesar de los diferentes diseños y colores que fueron surgiendo, en muchos modelos, estos remaches perduran aún hoy en su confección dado que garantiza la vida útil de la prenda. Actualmente, además, siguen manteniendo los estándares de confección por una cuesitón de autenticidad y tradición que por una necesidad práctica.
¿Por qué se llama “jean”?
El orígen del jean se remonta a la unión entre Levi Strauss y Jacob Davis, quienes patentaron la idea de reforzar los pantalones con remaches de cobre en 1873. - Créditos: Getty Images
Para remontarnos al orígen de la palabra "jean" tenemos que viajar atrás en el tiempo, más precisamente al 1795. en aquella época, fue un banquero suizo de nombre Jean-Gabriel Eynard y su hermano Jacques los que se mudaron a Génova para ponerse al frente de una empresa comercial en ascenso. Un tiempo después, en 1800, las tropas de Massena entraron en la ciudad y Jean-Gabriel fue nombrado proveedor de los uniformes de tela azul que llevaron el nombre de bleu de Gênes (azul de Génova). De allí, en un juego de palabras, surgió el popular término más conocido como blue jeans.
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