Semana de la Moda de Milán: estas son las tendencias de street style que arrasaron esta temporada

La minifalda sigue reclamando su trono como una de las piezas más versátiles del armario primaveral. En Milán, vimos este diseño tanto en versiones más estructuradas, combinadas con blazers y camisas, como en looks urbanos y desenfadados. Los modelos acolchados, con volumen y un efecto abombado, fueron de lo más destacado, demostrando que esta prenda sigue reinventándose y adaptándose a los gustos contemporáneos. Tanto en pasarelas como en las calles, la minifalda ha encontrado su lugar en infinidad de combinaciones.

El universo de las faldas sigue en auge, y las midi no pasaron desapercibidas en el street style de Milán. Estas faldas, que llegaron para quedarse, se vieron en una variedad de estilos: desde diseños más románticos, con aperturas delicadas, hasta opciones en rígidos tejidos sastre y estampados animal print. Esta prenda, versátil y elegante, se combinó tanto en looks formales como en conjuntos sporty, demostrando que las midi pueden ser tan casuales como sofisticadas.

Las maxi bags se adueñaron de las calles de Milán, decretadas como el accesorio más versátil y funcional de la próxima temporada. Firmas como Loewe, Bottega Veneta y Saint Laurent ya lo anticiparon: estas bolsas enormes no solo ofrecen estilo, sino que también son increíblemente prácticas. De cuero, rafia o con detalles trenzados, las maxi bags se vieron en todo tipo de looks monocromáticos, añadiendo un toque de elegancia sin esfuerzo.

Los zapatos de punta afilada, especialmente los de Prada, dominaron el calzado en la Semana de la Moda de Milán. Elegantes y sofisticados, estos zapatos fueron los elegidos para acompañar una variedad de looks, desde trajes sastre hasta vestidos más desenfadados. La punta afilada, un clásico que nunca pasa de moda, se reafirma como el detalle que aporta distinción a cualquier conjunto.

Aunque estemos hablando de la temporada Primavera/Verano, los abrigos tipo teddy fueron una de las piezas más vistas en el street style milanés. Estos abrigos, con su textura suave y volumen, añadieron un toque chic y descontracturado a los looks primaverales. Vimos versiones en colores neutros y también en tonos más llamativos, convirtiéndose en la prenda perfecta para esos días frescos de entretiempo.

Las flores siguen reinando en la moda, y en Milán las vimos en todo tipo de prendas: desde faldas y vestidos hasta chalecos y abrigos. La superposición de estampas florales con transparencias fue una de las elecciones más recurrentes en el street style. Estas transparencias, en capas de vestidos o sobre faldas, añaden un toque moderno, mientras que las flores mantienen su lugar como emblema de la primavera. La combinación de ambos crea un efecto visual que resulta delicado y llamativo. 

El verde oliva, Pantone Green Olive, fue otro de los colores que dominaron los looks monocromáticos en Milán. Este tono terroso y sofisticado se adaptó tanto a prendas de día como de noche, aportando sobriedad y estilo. El verde oliva es el nuevo básico en la paleta de colores para la próxima temporada, ideal para quienes buscan una alternativa a los neutros tradicionales. 

El color rojo, especialmente en su tonalidad cherry, dominó el street style milanés con una fuerza imparable. Los looks monocromáticos en rojo fueron un espectáculo visual, desde los pies a la cabeza.

El total red, con su audaz intensidad, se presentó en trajes sastre, vestidos fluidos y conjuntos informales, aportando energía y sofisticación. Este enfoque monocromático, que ya veníamos viendo en otras capitales de la moda, confirmó que es una apuesta clave para la temporada Primavera/Verano 2025.

El blanco se consolidó como uno de los colores más fuertes en el street style de Milán, destacando por su simplicidad y elegancia. Los looks en total white irradiaron una sofisticación atemporal que capturó todas las miradas.

Este tono, lejos de ser aburrido, se realzó con maxi accesorios y gafas de sol imponentes -sin duda, el estilo aviador es el ganador del street style mundial-, que se convirtieron en los auténticos protagonistas de los conjuntos. Las piezas grandes, ya sea en collares, pendientes o bolsos, aportaron un toque moderno y estilizado, demostrando que el blanco es la base perfecta para jugar con detalles imponentes.