Sacá partido de la cosmética afrodisíaca

Por Laura Lagomarsino
Especial para RevistaOHLALA.com

Desde épocas remotas, la cosmética fue una aliada indispensable para que, tanto mujeres como hombres, luzcan más atractivos y seductores. Para muchas culturas de la antigüedad el tiempo dedicado al cuidado personal era un arte que brindaba la capacidad de abrir el corazón a los afectos y a la belleza. De hecho, la documentación sobre los restos arqueológicos egipcios, por ejemplo, refleja cómo esta civilización potenciaba su imagen con extremo cuidado y de forma integral, cuidando su piel y su cabello con productos cosméticos en base a grasas vegetales y animales mezcladas con sustancias aromáticas y resinosas.

Actualmente, la cosmética pone a nuestro alcance cientos de opciones formuladas con activos multitask, aromas que invitan al placer, y texturas de vanguardia que promueven el bienestar, potencian la belleza y aumentan el poder de la atracción.

La excitación y el deseo sexual en el ser humano conforman un mecanismo bastante complejo que involucra al cerebro (factor psíquico), al sistema nervioso periférico (los nervios) y al sistema vascular (el flujo sanguíneo) para dar una respuesta. De ahí la importancia de los órganos sensoriales, que son las "ventanas" para los estímulos sexuales externos. Por ende, "la principal propiedad cosmética para que un producto sea catalogado como afrodisíaco es, fundamentalmente, su poder para estimular los sentidos", afirma la bioquímica María Laura Bovcon. Ya sea por su textura, aromas o imagen brindan un mayor estímulo sobre el deseo sexual. "La vista, el olfato y el tacto son los sentidos más atrayentes sexualmente para la mayoría de los seres humanos. Aunque también ayudan los sentidos del gusto y la audición para otro sector minoritario de la población", cuenta la especialista.

Por lo tanto, muchos cosméticos basan su acción afrodisíaca en texturas agradables para la dispersión sobre la piel, por ejemplo, "que simulen las secreciones humanas. En este caso el estímulo táctil y visual son los que predominan a la hora de despertar los deseos sexuales en el cerebro".

Las feromonas son mensajes químicos que emiten los animales, capaces de influir en el comportamiento de otros animales de la misma especie. "Conforman como una nube invisible de feromonas que envuelve al organismo -como si fuera una segunda ropa- y son un factor poderoso en la atracción subliminal que aumenta la libido y que activa la excitación sexual", explica la bioquímica.

Las secreciones de las axilas, por ejemplo, contienen esteroides que funcionan como feromonas. Por lo tanto, estos compuestos químicos, sin olor, cuentan con el poder de afectar al comportamiento sexual de forma inconsciente.

Diversos estudios han mostrado una mayor atracción sexual a través de las feromonas. Tal es así, que valiéndose de estas investigaciones con aval científico, muchas empresas cosméticas comercializan perfumes a base de feromonas, con el propósito de volverse irresistible para el sexo opuesto.

Chequeá estos componentes y asegurate de que estén presentes en las etiquetas de los cosméticos que elijas o también, en el caso de que puedas ingerirlos, incorporalos a tu dieta y preparate para aumentar la libido:

Contiene una variedad de sustancias de efecto estimulante como la teobromina, el triptófano -un aminoácido precursor de la serotonina, que alivia el dolor, mejora el estado de ánimo y tiene propiedades antidepresivas- y la feniletilamina -un aminoácido natural, que tiene efectos afrodisíacos y crea una sensación similar al amor, que activa la circulación sanguínea y aumenta la sensación de placer.

Son una fuente natural de aminoácidos, vitaminas, minerales y otros nutrientes naturales de fácil asimilación que la convierten en un multicomplemento natural de gran efectividad para tratar la falta crónica de deseo sexual.

Canela, vainilla, menta, sésamo, anís, enebro, azafrán, clavo de olor, jengibre, y nuez moscada, entre otras tantas especias, se destacan por sus dotes afrodisíacos, y parece que esta función radica fundamentalmente en su exquisito olor y en su alto contenido de poderosos estimulantes. Uno de ellos, la miristácea, es una sustancia que actúa como inhibidor de la monoaminooxidasa y, por lo tanto, como antidepresivo, sumado a su poder de retrasar la eyaculación.

Es una especie indígena de la selva tropical de Sudamérica y un árbol emblemático de Venezuela, destacados por sus propiedades nutritivas y antioxidantes, y principal responsable de la belleza y sensualidad de la mujer amazónica que lo consume.

Cuentan con una alta composición en flavonoides y antioxidante que le otorgan el poder de mejorar la circulación sanguínea, optimizando la irrigación del cuerpo y de los órganos sexuales. Además, su consumo aporta minerales, como el fósforo y el hierro, junto con el calcio, el sodio y el potasio y a pesar de que el aporte vitamínico es pobre comparado con otras frutas, verduras u hortalizas, posee vitaminas C, A, B1 y B2, que activan el metabolismo.

Si bien la imagen exterior es un estimulo visual inmediato, la belleza también se desprende del interior. Por eso, la actitud con la que enfrentemos las distintas situaciones será una aliada fundamental en los juegos de seducción. Y así, la autoestima también pasará a ser una estrategia afrodisíaca.

"Tomar la decisión de adoptar un estilo de vida más armónico y saludable tendrá sus repercusiones positivas en nuestro cuerpo, pero sin duda la principal ganancia será mejorar la relación con uno mismo, amigarse con la imagen que le devuelve el espejo. Cuando una mujer se siente cómoda con el propio cuerpo, sin duda la actitud da un vuelco de 180º", cuenta Silvia Clariá, Gerente de Operaciones de Figurella Argentina.

Y como la autoestima no es lo que somos, sino el valor que le damos a lo que somos. "Es crucial estar a gusto internamente dado que, sólo a partir de allí, uno podrá proyectar una belleza exterior, real, individual, sincera hacia el afuera que nos hará deseables", asegura.

Silvia Clariá
Gerente de Operaciones de Figurella Argentina

María Laura Bovcon
Bioquímica