Cuidá tu ciberimagen

Por Cecilia Alemano

Una tarde, hace un par de años, Celina M. estaba en su escritorio cuando su jefe se le acercó para pedirle algo en un tonito fastidioso. Ella, cansada de su prepotencia, redactó un post catártico en su blog. Lo que no sabía era que un compañero, de esos muy amigos del radiopasillo, chequeaba el blog con regularidad y, apenas leyó esas líneas, buscó la ocasión para contarle todo al director. ¿Resultado? Durante meses, Celina tuvo que remarla para que su jefe volviera a confiar en ella. ¡No fue nada fácil! Una puede decir, como ella en aquel momento, que quien estuvo mal fue su compañero; en primer lugar, por leer a hurtadillas lo que ella escribía, y en segundo lugar, por armar conventillo.

Ahora bien, el principal problema fue volcar ese comentario en un sitio al que cualquier persona sobre el planeta podía acceder. Celina comprendió entonces que el espacio virtual hoy también es espacio público.

¿Conocés alguna historia similar? Pasan todos los días. Cuando querés saber algo sobre un chico que te presentaron, o sobre la ex de tu actual, antes que nada, googleás a esa persona (¡hasta se acuñó este verbo!). Si tiene Twitter o Facebook, mejor. Y si encima no configuró bien su privacidad, ¡bingo! Pero ¿te diste cuenta de que pasa lo mismo a la inversa? ¿Hasta qué punto tenemos presente que lo que compartimos con seres queridos en la web es potencialmente accesible a todo el mundo? Los expertos no se cansan de repetirlo: antes de publicar, hay que pensar; subir contenidos es facilísimo, bajarlos no. Para muestra, basta ver lo que les ocurrió hace algunas semanas a Juana Viale y a Silvina Luna, cuyos casos judiciales hoy se dirimen en el difuso límite entre la libertad de expresión y el derecho a la intimidad.

Con la llegada de la era 2.0, los abogados ven multiplicarse los casos de ciberdelitos como el sexting (cuando una persona somete a otra a exhibirse a través de fotos o una webcam) o el acoso a través de perfiles de Facebook apócrifos. Reciben incluso consultas de personas que se divorcian a partir de situaciones originadas en las redes sociales, que hoy no sólo permiten reencontrarse con ex parejas, sino rearmar la relación con ellas, y encima ¡dejar huella! Llegado el caso, los letrados están habilitados a pedirle a Facebook el historial de chats y mensajes que prueben una infidelidad.

Seamos sinceras, a todas nos gusta mostrarnos con nuestra mejor foto, pero después no nos bancamos muchos las consecuencias. No te desanimes: frente a esta resignación casi generalizada a la falta de intimidad, no todas son malas noticias. Hay modos, y muchos, de proteger tu imagen en la web, así como de usarla a tu favor, especialmente en el ámbito profesional.

Donde más se nota hoy la incidencia de la imagen web es en el campo laboral. La encuesta de Reclutamiento en Redes Sociales de Jobvite 2011, publicada en julio, muestra que el 55,3% de las empresas utiliza Facebook (que ya tiene 750 millones de usuarios) para reclutar personal. El 86,6% de las empresas recurre a LinkedIn, y un 46,6% utiliza Twitter. Sorprendente, ¿no?

Hay incluso agencias que se dedican a hacer lo que se llama el "Social Media Check", un test que rastrea lo que hizo una persona en internet -principalmente en redes sociales- durante los últimos años. Una de las pioneras fue la neoyorquina Social Intelligence, luego se le sumaron DBO y Global News -que tiene filial argentina-, entre otras.

Es un hecho: hoy, en buena medida, somos lo que Google dice que somos. Nuestra reputación online tiene un enorme peso, y por eso es importante usarla a nuestro favor. Así que si las redes sociales son una gran vitrina pública y durante años fuiste por la vida diciendo que no se valora tu trabajo, hoy, sin pagar un peso, podés mostrar lo mejor de vos en estos espacios. Hasta algunos expertos ya hablan de construir una "marca digital" propia. Por ejemplo, la llamada "fan page" que ofrece Facebook puede resultarte muy útil, así seas cantante, periodista, cocinera, activista por los derechos humanos o empresaria. Siempre que tengas algo que decir, pretendas hacerlo profesionalmente y, sobre todo, desees llegar a una audiencia increíblemente grande. Ojo, que los fans no caen solos, salvo que seas Lady Gaga, así que hay que trabajar duro para convencer a la gente de que tu espacio es un buen lugar para divertirse, informarse y discutir.

Eso sí, las redes sociales no te dejan mentir: lo mediocre salta a la vista como nunca antes, así que mejor ser cauta, clara y transparente. Construí una imagen en la que las miradas positivas preponderen sobre las negativas y tené presente que la coherencia se lee a lo largo de un período de tiempo. Con dedicación y paciencia, mostrá lo mejor de vos, ajustá el tono según la red social en que te muevas, dosificá la información que das y no ventiles aspectos que puedan perjudicarte. Si sos buena profesional y creés en lo que hacés, tenés todo para conseguir una ciberimagen o "marca digital" que juegue a tu favor.

Sol Toledano
35 años
Lic. en Marketing e ilustradora
"Como tengo un trabajo convencional y otro más artístico, es complicado articular los dos perfiles. Decidí que Sol, la licenciada, es una persona y tiene un LinkedIn serio y aburrido. Y Mínima, la ilustradora, mi álter ego, dice cosas sin pensar en Twitter, se muestra en carne viva en el blog y publica historietas. El problema es que a veces se me confunden las personalidades."

Georgina D’Angelo
24 años
Emprendedora
"Al tener un negocio online, cuido mucho lo que publico. Expongo mi trabajo de una manera clara y prolija. No insisto con la publicidad y contesto las consultas rápidamente. Así reflejo cómo soy. En el aspecto personal, creo que lo que pasa online se funde tanto con la vida ‘real’ que dudo que puedan separarse sin crear un personaje con rasgos ficticios."

Sol Trentuno
25 años
Estudiante de arte
"Me comporto de modo distinto según la red social. Al Flickr subo todo tipo de imágenes: íntimas, con amigos o de viajes. En Facebook pongo fotos de eventos con amigos o familiares. En Twitter soy más espontánea, subo ‘lo que está pasando’, y en mi blog vuelco sólo reflexiones e ideas.En estos últimos no pongo mi nombre y apellido porque son cuentas abiertas: cualquiera entra y ve todo."

Fernando Tomeo
Abogado especialista en nuevas tecnologías.

Esther Vargas
Directora de la escuela digital Clases de Periodismo.

César Contino
Licenciado en Relaciones Industriales, socio gerente de Cona Consultores.