Por qué comprar dólares no es una inversión

 

El tema es que tendemos a olvidarnos que la inflación no es un mal exclusivamente argentino. De hecho, hoy en día el tema es prioridad en la agenda de muchos países de primer mundo, ya que varios están viendo niveles de aumentos generalizados de precios de dos dígitos, que para ellos claramente es un escándalo, mientras a nosotros bien nos gustaría tener esas cifras.

El hecho es que, por ejemplo, Estados Unidos en los últimos 12 meses tuvo una inflación del 7%. Si lo comparamos con nuestro 100%, nos parecerá poco seguramente. Pero el tema es que, a lo largo del tiempo, con el correr de los años, empieza a pesar bastante. Es decir, con los mismos dólares hace 10 años podíamos adquirir muchos más bienes y servicios que hoy. Los dólares también pierden valor. Y es por eso que, técnicamente hablando, no son una buena inversión.

Esto no significa que no sean útiles para proteger nuestros ahorros, sobre todo si desconocemos cómo invertir nuestros pesos en algo que no sea un plazo fijo. Pero lo cierto es que también existen instrumentos, aunque menos conocidos, para poner a trabajar nuestros dólares a cambio de un rendimiento, en vez de dejarlos juntando polvo bajo el colchón o en una caja de seguridad, teniendo en cuenta que también sufren de la pérdida de poder adquisitivo todos los años. 

 

De todas formas, aunque se trate de inversiones cada vez más populares entre aquellos a quienes no les gusta perder dinero, no es que sea obligatorio hacer algo al respecto. Dejar los dólares parados también es una opción posible, siempre y cuando se trate de una decisión consciente e informada, conociendo las consecuencias. Al fin y al cabo, en lo que sí todos podemos coincidir es en que, con los pesos, “antes que nada”, algo hay que hacer.