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Primavera Sound Buenos Aires: el impresionante show de Björk en costanera sur

La segunda noche del Primavera Sound Buenos Aires dejó la sensibilidad a flor de piel y unió a varias generaciones que disfrutaron de Björk y un concierto sinfónico de vanguardia.

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10 de noviembre de 2022

Bjork en el Primavera Sound.

Cuando se escucha que una banda de pop rock tiene, por definición, una bateria, un bajo y un par de guitarras, queda por fuera de es premisa que Björk puede suceder. Björk existe y anoche dio una clase magistral de música, de rock, de magnetismo. Así como las últimas dos semanas se habló del espectáculo que Coldplay desplegó en River, que fue de magnitudes desconocidas para todos, hoy nos toca hablar del polo opuesto en lo que a un concierto se refiere: una orquesta sinfónica de músicos argentinos y su voz que es el instrumento más potente de todos, hizo que la segunda noche del Primavera Sound Buenos Aires tuviera el temple de una comunión masiva.

La artista que puso a Islandia en la escena de la música mundial, hizo por vez mil que repensáramos la industria para desvestirla y solo quedamos con el sonido. Contrapuntos, pizzicatos, programaciones y un torrente de aire que maneja de tal forma que consigue que durante cada tema, el público queda abstraído, con la piel de gallina, en trance. Luego, entre canción y canción, dando un gracioso y amoroso “grrracias”, se generaba el clima que permitió que el vendaval porteño hiciera insólitamente rimar su nombre con los típicos cantos que abrazan a los artistas que aterrizan en estas tierras.

El terreno fue ecléctico: se pudo ver muchas generaciones disfrutando del arte vanguardista de Björk. Quienes desde su aparición en escena abrazaron sus primeros videos de MTV, hasta quienes la descubrieron con el corazón en la mano por “Bailarina en la oscuridad”, y generaciones nuevas, con evidente hambre de escuchar otra cosa. ¿Qué es esa otra cosa? Estructuras complejas, que requieren atención, respirar profundo, una experiencia de conexión que tampoco, como pasó en los últimos conciertos noticiososo, tiene precedentes. Cada vez que pisó el suelo argentino, lo hizo con un formato diferente, de hecho quienes acudieron anoche no sabían qué iban a encontrarse. Y sin embargo, la sorpresa fue de una delicadeza, de una perfección y de un profesionalismo fuera de lo común. Jamás podremos hablar de la técnica para cantar que la islandesa adquirió, porque es -literalmente- algo de otro planeta, impecable. Pero podremos decir que vimos bajo una noche de luna llena, con apenas un viento que nos devolvía el aire que la emoción nos quitaba, a una de las artistas más importantes del siglo XX.