Malala Yousafzai cumplió 20 años y lo celebró con una fiesta para dar el ejemplo

Tiene tan solo 20 años y a su corta edad ya recibió el Premio Nobel de la Paz. Fue en 2014 y el reconocimiento la convirtió en la premiada más joven de la historia de la academia sueca. Malala Yousafzai, activista en la lucha por la igualdad, acaba de cumplir la segunda década de su vida y lo celebra con una fiesta que pretende ser un ejemplo de solidaridad, inclusión y lucha por las causas justas y los derechos de la mujer. ¿El lugar del festejo? Un parque de atracciones de la ciudad iraquí de Mosul. ¿Las invitadas? Un grupo de niñas forzadas a abandonar sus estudios, lo mismo que vivió Malala en el pasado en su Pakistán natal.

Es que precisamente la ciudad de Mosul fue recientemente liberada, tras tres años en manos del autodenominado Estado Islámico (ISIS,EI, Daesh). Allí, Malala visitó uno de los campos de refugiados, donde las niñas están empezando de nuevo a ir a clase -porque hasta hace poco los yihadistas les impedían estudiar-. La presencia de Malala en Irak forma parte de su Girl Power Trip, una campaña que la lleva por diferentes lugares del mundo en los que el derecho a la educación de las mujeres está en peligro o simplemente no existe.

Malala estuvo al borde de la muerte por defender el derecho de las niñas a ir a la escuela, una herejía para los talibanes, que no dudaron en dispararle cuando iba al colegio en 2012 con apenas 15 años. Malala sobrevivió y se convirtió en heroína y portavoz de las niñas que luchan por tener derecho a la educación. Tras el ataque, se instaló con su familia en el Reino Unido y crearon una fundación que lleva su nombre y que se dedica justamente a trabajar por la escolarización de más de sesenta millones de niñas.