Netiqueta: el protocolo en internet

Por Claudia Servino
Especial para RevistaOHLALA.com

Del mismo modo que existe un protocolo para comunicarnos personalmente, hablar por teléfono o escribir una correspondencia, la netiqueta describe un protocolo sobre reglas de conducta y buenos modales que se deben incorporar al entrar al mundo on-line, hacer contacto virtual o por correo electrónico.

Correo electrónico: poner el nombre real o firmar los mensajes. El receptor debe saber quién le escribió y, para una muy buena imagen corporativa, deben figurar los datos completos.

En "asunto" , poner un título concreto y entendible que pueda orientar al receptor y deje en claro que no se trata de correos no esperados o con posibles virus. Cuidar el contenido de los mensajes; publicidad, spam, etc.

Spam: como se sabe, son mensajes publicitarios no solicitados y, en general obedecen a que uno se encuentra en bases de datos múltiples y despersonalizadas. Es cuestión ética del emisor individual o de las empresas el formar su base de datos previo consentimiento de quien va a recibir el material a veces en modo frecuente e insistente.

Cartas en cadena: evitar su reenvío. Si fuera una excepción, es importante aclarar que no es necesario su reenvío, y siempre se deberán borrar las direcciones de correo incluidas en el mensaje.

Fotos: aunque casi nadie lo tiene en cuenta, no se deben utilizar o difundir las de otras personas sin su previa autorización.

Archivos adjuntos muy pesados: el software de la PC del destinatario no siempre tiene la capacidad de la del remitente, por eso, los archivos de audio o de video, pesadísimos por cierto, suelen convertirse en un estorbo y hasta una pérdida de tiempo. Enviándolos se termina fastidiando a la persona con quien se quiere negociar o acordar algo.

Respuestas: Los mensajes deben ser respondidos dentro de las 24 o 48 hs. de recibidos como máximo. Se considera una falta de respeto no contestar un correo o no dar acuse de recibido indicando que el mensaje fue recepcionado y se responderá a la brevedad.

La escritura: en la web no se juzgan las apariencias físicas, pero sí la calidad de la escritura empleada. Las redes de trabajo (networks) permiten ponerse en contacto con personas a las que por otros medios no sería factible contactar. Por lo tanto, la redacción, la ortografía y la gramática son nuestra carta de presentación. Se debe poner atención al contenido de lo que se escribe, a los errores ortográficos, saber de qué se está hablando, no exagerar con las abreviaturas, ser claro, conciso y educado.

Mayúsculas: ya sabemos que para en el mundo web significa gritar, por eso no debemos escribir e-mails ni chatear todo en mayúsculas. Esta actitud puede dificultar la lectura, abrumar al receptor. Por lo tanto, seamos medidos con su uso.

Conocimientos: compartir los que se tienen con la comunidad. La fortaleza del ciberespacio está en la cantidad de gente que lo usa, y el resultado que reflejan las preguntas en línea se debe a la cantidad de personas dispuestas a compartir conocimientos.

Privacidad: es inadmisible leer o entrometerse en los correos de los otros. Es equivalente a abrir una correspondencia que no nos pertenece. Por eso, discreción en el trabajo, no es correcto estar mirando lo que aparece en el monitor de los demás, sobre todo si está abierto su correo electrónico.