Un día sin zapatos por una buena causa

Desde 2006, Toms practica el "One for one movement" : por cada par de alpargatas que vende, otro par es entregado a alguien que lo necesita. ¿Cómo? A través de donaciones en las zonas más necesitadas. La idea de esta acción es que no haya niños descalzos, y así romper las barreras fundamentadas en la discriminación, además de reducir las enfermedades como pie de elefante y todas las resultantes de cortes o por estar en contacto con residuos y bacterias.

"Una vez al año tenemos la oportunidad de ser parte de algo grande. Elegir salir descalzos para que los niños no tengan que hacerlo", es el lema que adoptaron Mechi Machado ( productora de moda y estilista) y Marou Rivero ( periodista , socióloga y blogger ) que se sumaron a esta movida y nos cuentan cómo fue la experiencia.

"Fue mi primer experiencia en esta movida de concientización de Toms, a la que llegué gracias a Calu y Marou Rivero que cuando el año pasado me contaron de qué se trataba, quedé tan conmovida que me propuse hacerlo este año".

Llegó el 10 de abril y salir a la calle sin zapatos fue fuerte!! Bajar las escaleras de mi casa ya fue una sensación extraña, que me hizo pensar en la gente que no tiene la opción de ponerse zapatos. Por la calle, varios me miraban y solo dos personas me preguntaron por qué estaba descalza o si me habían robado.

El hecho más fuerte fue que no me dejaron entrar a un shopping por no tener zapatos. Me fui desilusionada, pero finalmente otro de los guardias, que supo entender la razón por la que estaba "en patas", me permitió ingresar. Terminé el día comiendo con otras amigas (Marou, Emi, Mel y Calu) que también se habían sumado a la movida.

Como resumen del día: me la pasé mirando al suelo prestando atención adónde pisaba. No puedo imaginar lo que es vivir así todo el tiempo.

Ojalá que mi granito de arena haya servido para que otros se acerquen y tomen conciencia de las necesidades de muchos chicos".

"Tres años seguidos pareciendo una loca y sintiéndome sensata. Contradicción que solo tiene sentido cuando alguien con afán de ayudarme se entera que yo ya estoy ayudando.

Conocí a Toms justo antes de que se convirtiera en mi tesis de sociología. Su capacidad de ir más allá del "ayudanos a ayudar" y jugarse la imagen y la producción con un "vender más es ayudar más" llamó toda mi atención.

Tuve el honor de participar en tres shoedroops en el gran Buenos Aires, una experiencia increíble de la que puede ser parte cualquiera que compre un par de alpargatas. El shoedroop es el momento en el que se entregan los zapatos: se arman filas y cada persona que forma parte del equipo de Toms recibe a un niño, limpia sus pies y los calza. Es toda una hermosa ceremonia. Un shock de realidad, el más legítimo cambio que una empresa puede realizar en su comunidad.

Por tercer año me miré al espejo antes de salir de mi casa, se sintió como un sueño... pero no, solo estaba desnuda de pies".