Inclusión, diversidad y equidad: la importancia de una cultura empresarial que potencia el desarrollo de todos
En un mundo donde ya no hay un único modo de ser, trabajar o liderar, cada vez más compañías entienden que la verdadera potencia nace de equipos plurales. Y cuando esa diversidad se convierte en política concreta, las mujeres ganamos espacio, voz y oportunidades reales.
ContentLAB para L'Oréal Groupe Argentina
L’Oréal Groupe Argentina impulsa un entorno laboral que celebra la pluralidad.
En los últimos años, la conversación sobre igualdad dejó de ser una tendencia para convertirse en un eje fundamental del futuro laboral. Ya no alcanza con “tener mujeres en la mesa”: necesitamos entornos donde nuestras miradas sean escuchadas, donde distintas generaciones convivan, donde cada historia de vida tenga lugar. La diversidad —esa palabra tan usada— cobra un sentido mucho más profundo cuando se transforma en decisiones, programas y políticas que sostienen oportunidades para todas.
Una compañía que viene trabajando este enfoque desde hace décadas es L’Oréal Groupe Argentina, con más de 60 años en el país y un propósito claro: construir una belleza que realmente represente a todas las personas. Desde género y edad hasta origen e identidad, su compromiso global con la diversidad, la equidad y la inclusión se refleja en cada uno de sus equipos, y hoy funciona como un modelo dentro de la región.
“Creemos en una belleza plural, tan diversa como las mujeres y personas que la hacen posible. Por eso trabajamos para que cada individuo encuentre un espacio de respeto, crecimiento y representación”, comparten desde la compañía
Programas que inspiran
Generaciones que se potencian
Cuando en un mismo equipo conviven distintas edades, pasa algo poderoso: la experiencia se cruza con la innovación, y lo que surge es un aprendizaje vivo. En L’Oréal lo saben, y por eso desarrollaron el programa “L’Oréal para Todas las Generaciones”, que impulsa ese intercambio desde un lugar humano y estratégico.
Las personas mayores de 50 años son quienes tienen ya experiencia y trayectoria en la industria, aportando profundidad, mirada estratégica y un bagaje invaluable. Mientras que los jóvenes suman ideas audaces, dominio tecnológico y una manera diferente de ver el mundo.
Ese ida y vuelta no solo mejora la cultura de trabajo: también potencia los resultados y enriquece la creatividad colectiva
Impulsar a quienes recién empiezan
La energía del talento joven es un motor que necesita acompañamiento. Con esa idea nació “L’Oréal por la Juventud”, un paraguas de iniciativas que ofrece formación, mentoría y oportunidades laborales concretas para los menores de 30 años.
Entre sus propuestas destacan:
Brandstorm, un desafío creativo donde estudiantes y jóvenes profesionales resuelven un caso real del negocio junto a expertos.
SeedZ, el programa de Management Trainee que combina rotaciones, onboarding intensivo y experiencias para entender el negocio desde adentro.
Pasantías formativas, hoy con decenas de jóvenes activos y una alta tasa de ingreso a posiciones efectivas.
Los resultados hablan solos: en los últimos años, profesionales argentinos fueron seleccionados para asumir roles en otros países del grupo, consolidando al talento local en la escena global.
Mujeres que lideran
La importancia de las mujeres en cargos de liderazgo.
La equidad de género no se declama: se practica. Hoy, el 54% de los cargos directivos en L’Oréal Groupe Argentina están ocupados por mujeres, y lo mismo sucede en la mitad del board local y en más del 60% del liderazgo medio y alto. Además, una auditoría internacional certificó que no existe brecha salarial de género dentro de la filial: un dato que sigue siendo extraordinario en la región.
Detrás de estas políticas está Prisma, el Comité de Equidad y Diversidad que identifica barreras, propone acciones y acompaña a cada marca del grupo para que la inclusión no sea un slogan, sino parte del ADN organizacional
El futuro que queremos construir
Cuando las mujeres ocupan espacios estratégicos, cuando distintas edades dialogan, cuando la diversidad se convierte en política real, el trabajo cambia. Pero sobre todo, cambiamos nosotras: crecemos, nos animamos, nos vemos reflejadas.
En un país donde las oportunidades no siempre llegan de forma pareja, que existan compañías apostando por equipos plurales es una señal de esperanza. No una belleza idealizada, sino una belleza auténtica: la que se crea cuando todas tenemos un lugar
