3 propuestas para decorar la mesa de Navidad con objetos vintage

Colores de Navidad. Debajo de los árboles, con luces y sombras naturales, esta mesa para celebrar rescata la paleta de colores navideña, pero en tonos suaves. Como base, tiene un mantel pintado a mano y, sobre él, la magia de los objetos de otros tiempos: latas que no esconden el paso de los años, libros que cuentan más de una historia, cacharros antiguos y un mix de copas de cristal que combina las transparencias con el dorado. Como plus: las ramitas del pino parecen caer del cielo junto a un juego de cafeteras vintage en color bordó. La propuesta, además, suma objetos de hoy, como la vajilla de gres, las casitas de cerámica, los honguitos de madera y las velas de diferentes alturas.

Como apoyo, pero bien protagonista. Esta segunda opción se pensó como mesa de apoyo: siempre útil, sobre todo en los encuentros multitudinarios de fin de año. Se trata de un mueble antiguo y bien rústico que, por su deco, dialoga con la mesa principal. Tiene un mix de elementos de ayer y de hoy: vasijas antiguas, copas de otros tiempos, cacharros que cumplen más de una función y, también, objetos actuales, como el mantel pintado a mano, las velas y las casitas hechas a mano. El cajoncito, además, regala espacio extra de guardado para cubiertos, servilletas o alguna sorpresita para los invitados. 

Encuentro de verano. Esta tercera mesa fusiona dos colores que, en deco, se llevan muy bien: el rosa y el verde. Es una combinación que no falla y que, además, se anima a salir de los clásicos colores navideños. Porque esta propuesta se pensó para una Navidad de verano, ¡como la nuestra! Tiene pinceladas de sol sobre el mantel, velas de diseño en dos colores, copitas antiguas en verde esmeralda y una vajilla súper actual. Es una opción divertida que, también, suma objetos antiguos en la cristalería.  Como plus: el verde natural de fondo y las frutas y verduras que regalan más que frescura. 

Después de recorrer en imágenes estas 3 propuestas, el mejor consejo es desempolvar la vajilla heredada y animarse a mezclar. El resultado te va a sorprender, ¡y a tus invitados, también!