7 ideas económicas y prácticas de muebles funcionales para espacios reducidos

Las camas con cajones o bauleras integradas son aliadas infalibles. Sirven para guardar ropa de cama, ropa de otra temporada o lo que no sabés dónde meter. También existen bases elevadas tipo tatami o con compartimentos ocultos que suman funcionalidad sin recargar visualmente el ambiente.

Las mesas tipo consola que se expanden para recibir invitados o las que se pliegan contra la pared cuando no se usan son ideales para el comedor o la cocina. También hay opciones de escritorio plegable que se convierten en estantería, perfectas para armar un rincón de home office que se desarma en segundos.

Clásicos infalibles, los sillones que se convierten en cama permiten tener un living cómodo y listo para recibir visitas sin necesidad de una habitación extra. Elegí modelos con diseño liviano y patas a la vista para que el ambiente no se vea cargado.

Liberan espacio del piso, suman almacenamiento y decoran. Podés usarlos en la cocina, el baño, el living o el dormitorio. Las repisas modulares, además, permiten adaptarse a distintas necesidades y crecer con vos.

Un banco puede ser asiento, mesa de apoyo y espacio de guardado todo en uno. También existen puffs que se abren, mesas ratonas con compartimentos ocultos o muebles que funcionan como divisor de ambientes y biblioteca a la vez.

Aprovechar la altura es clave. Los percheros, colgadores o bolsilleros que se cuelgan detrás de las puertas son ideales para sumar orden sin ocupar espacio. También podés usar paneles tipo “pegboard” para colgar accesorios, herramientas o elementos de oficina.

Si el presupuesto lo permite, encargar muebles a medida es la mejor manera de optimizar cada rincón. Si no, los muebles modulares ofrecen flexibilidad y adaptabilidad, permitiendo reorganizar o ampliar según el uso.