Trucos para multiplicar albahaca en casa

La albahaca es una de las plantas aromáticas que más propiedades presenta, además de ser una de las preferidas en la búsqueda de aportar un sabor extra a las comidas.

Gracias a sus aceites esenciales y antioxidantes, ayudan en la relajación de los músculos de los pulmones. ¿Qué significa esto? Mejora la respiración y alivia la tos en gripes y resfriados. A su vez, también es una gran herramienta para combatir la ansiedad y la depresión, y ayuda a prevenir la tensión alta y regular los niveles de azúcar en sangre.

El cultivo de la albahaca se puede realizar de dos maneras: desde semilla o por esquejes. Si bien es una planta que puede adaptarse a cualquier superficie, en caso de querer cultivarla en una maceta puede sembrarse la semilla directamente en el recipiente, por otro lado, si pensás hacerlo en el suelo de una huerta es mejor germinar la semilla en un semillero y luego trasplantarla cuando haya crecido. 

Si vas a utilizar esquejes, es decir un hijo de otra albahaca, en ese caso tenés que ponerla directamente en la tierra.

Es importante que cuando siembres la semilla dejés dos centímetros entre cada una para que las plantas tengan espacio para crecer, y deben quedar sobre la tierra con un poco de abono por encima.

Refiriéndonos al riego, este debe ser regular aunque nunca debe encharcarse la tierra: para que la semilla germine debe estar húmedo el sustrato.

Si ya realizaste los pasos anterior, es importante que sepas que para que crezca sana no deberán faltarles dos cosas: agua y sol. Por eso es aconsejable ubicarla en un lugar donde reciba luz natural constante.

- Para multiplicar albahaca podés cortar esquejes de 10 centímetros de una planta madre. Hay que asegurarse que tus tijeras estén limpias y afiladas.

- Cortá por debajo del nudo de hojas para asegurar un crecimiento más rápido en las raíces.

- Luego quitá las hojas que estén en la parte inferior del tallo para evitar que se pudran en el agua, dejando solo las hojas superiores.

- Después colocá los esquejes de albahaca en un vaso con agua, cerciorándote que las hojas superiores no toquen el agua.

- Cambiá cada dos días el agua para evitar que huela mal y se formen bacterias y moho en el agua.

- Luego de 10 a 15 días verás que tus esquejes ya echaron raíces. Cuando alcancen una longitud de dos a tres centímetros trasplanta a una maceta con tierra para plantas de interior.