A 10 años de la muerte de Gustavo Cerati, las canciones que más nos marcaron

Junto a Soda Stereo, Gustavo Cerati logró traspasar fronteras, llevando poesía y magia a lo largo y ancho del mundo. Luego, en su etapa como solista, ya separado de Zeta Bosio y Charly Alberti, se adentró en una búsqueda más introspectiva con sonidos experimentales, alejándose del estilo que lo hizo famoso. A pesar de este cambio, consiguió llegar a millones de fanáticos que hoy lo consideran uno de los artistas más influyentes del rock latinoamericano.

Hoy, a 10 años de su muerte, repasamos las canciones que tanto nos marcaron de su magistral y atemporal obra.

Perteneciente a Amor amarillo, el trabajo discográfico que marcó el debut solista de Gustavo Cerati, y compuesta en su etapa previa a ser padre, Te llevo para que me lleves describe la relación de pareja que tenía con Cecilia Amenábar, exmodelo, artista chilena y madre de sus hijos.

Haciendo referencia a su doble residencia en ese entonces entre Chile y Argentina, y las distancias que lo alejaban de la ciudad de Buenos Aires, Av. Alcorta también fue incluida en su primer álbum solista, publicado en 1993.

Consolidada hoy como una de las mejores canciones de Gustavo Cerati, Puente fue lanzada como el segundo sencillo de Bocanada, su segundo álbum de estudio. Además de representar su primer gran éxito alejado de Soda Stereo, también fue nominada al Grammy Latino como Mejor Canción de Rock.

Cerati describió Perdonar es divino como "probablemente la que más me guste" de Bocanada. Esta canción, también incluida en el álbum, incorpora una mayor influencia del trip hop y una musicalización más melancólica.

Incluida en Siempre es hoy, su tercer álbum de estudio, Cosas imposibles marcó otro hito en la carrera solista de Gustavo Cerati y merece estar entre sus canciones más recordadas. Del mismo álbum, también vale la pena destacar Karaoke, una reflexión melancólica sobre el final de una relación.

Lago en el cielo, que llegó como corte de difusión de Ahí Vamos mucho después de Crimen, tiene un significado especial. No solo es una de las mejores composiciones de Cerati, sino que también fue la última canción que interpretó en vivo, el 15 de mayo de 2010 en Caracas, antes de sufrir el accidente cerebrovascular que lo mantuvo en coma por más de cuatro años.

Escrita por Gustavo Cerati y su hijo Benito Cerati, fue lanzada en 2007 y de ahí se desprende una de las frases más repetidas por los fans del ex Soda Stereo: "Poder decir adiós es crecer."

Si bien el corte de difusión del último álbum de estudio de Gustavo Cerati fue Déjà vu, Fuerza natural, la canción que da inicio al disco cala hondo en los sentimientos más profundos de los oyentes del legendario músico, quienes ven además varios mensajes crípticos entre el rock y la psicodelia que hoy toman otro significado.