Newsletter
Newsletter

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar” 

Nico Occhiato debuta en el prime time con La Voz Argentina mientras lidera Luzu, el canal de streaming que fundó y convirtió en una empresa con 160 empleados. habla sobre liderazgo, vulnerabilidad, su historia de amor con Flor Jazmín y cómo encara los desafíos personales y profesionales.


Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”  - Créditos: William Kano



Nico Occhiato está atravesando un momento clave en su carrera: mientras dirige Luzu, el canal de streaming que fundó en 2020 y hoy emplea a 160 personas, se lanza como conductor del programa más visto del prime time argentino: La Voz Argentina, por Telefe. Empresario, creador de contenido y ahora figura central en televisión abierta, su estilo de liderazgo se basa en el trabajo en equipo, la intuición y el disfrute como motor.

En esta charla con OHLALÁ!, habla de cómo construyó su espacio en los medios, los aprendizajes que lo sostienen, el vínculo con Flor Jazmín —su pareja y aliada creativa— y el valor de la autenticidad como estrategia de crecimiento personal y profesional.

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”  - Créditos: William Kano

Sos un creador de emociones, ¿cómo armás el marco para que eso suceda?  

Todo el tiempo estoy pensando qué hacer, qué producir, qué chiste hacer al aire o qué armar para que suceda al aire en pos de generar una risa, una emoción, una identificación. Creo que en el stream es lo que más le llega a la gente, cuando se identifican con vos o con algo que te pasó. El programa nuestro es un 360 con productores, técnicos...; todos forman parte y me agarro de todas las historias para hacer que el público se identifique. Entonces, trato de agarrarme de todo eso e ir generando el caminito para contar esa historia. Todos los que hacemos contenido contamos historias y en pos de esas historias se generan emociones, como decís. Me gusta mucho no se vea que estoy yo detrás de muchas cosas que suceden y eso me da mucha satisfacción, o cuando pasa algo que sucede sin la necesidad de estar yo generándolo. 

 ¿Cómo te preparas para ser el anfitrión de La Voz?  

Es un re desafío. Tiene mucho que ver con lo que hago porque, justamente, en mis programas trato de nunca ser el protagonista visible y sí el que trabaja por detrás para que esas cosas sucedan. Y, puntualmente, en La Voz, en los primeros 24 o 26 capítulos, que son las audiciones a ciegas, mi rol es estar con la familia, por ahí. Quiero lograr que se me vea como parte de esas familias que vienen a apoyar el sueño de un hijo, de un amigo, de un hermano, de la persona que sea que están apoyando. Entonces, trato de apelar siempre a lo genuino y que sea real lo que está pasando. Y va a ser un trabajo que me desafía mucho porque tengo que estar muy presente. Guido Kaczka fue un gran maestro en mi carrera y hay una frase que me dijo siempre y me queda: “Los conductores que hacen la diferencia son los que están ahí realmente”. Y muchas veces, en el oficio de hacer programas diarios, no estás ahí. En este programa voy a tener que estar muy concentrado y muy presente para eso, para conectarme con las familias, para sentirme parte y vivir las emociones, igual que ellos, y poder sacarle al show lo mejor posible. 

Entiendo que tu camino en los medios hoy tiene más que ver con ser empresario, armar tu propia empresa, pero ¿soñaste con ser un conductor del prime time?  

Cuando arranqué, era como mi sueño, pero ni en la visualización más optimista me imaginaba que iba a ser de esta forma; a mis 32 años. Pensé que podía llegar a llegar, pero mucho más adelante, y no de esta forma, en donde encima puedo generar una alianza con mi canal y que encima se transmita el streaming en paralelo también por Luzu, y lo que significa para un canal como Luzu hacer una alianza con Telefe o con Paramount, es enorme, es mucho más de lo que pude haber soñado. Así que estoy todavía flasheado y cayendo, y muy contento.  

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”  - Créditos: William Kano

 

Sabemos que no sos bueno cantando, sin embargo, ¿hubo algún momento en el que sentiste que tu voz era relevante?  

No sé si es que hubo un momento en el que me di cuenta de eso. Yo soy muy del hacer y muy inconsciente también. He tomado muchos riesgos que, si me ponía a pensarlo mejor, no los tomaba. Soy partidario de que el miedo está bien reconocerlo, pero no te tiene que frenar a hacer cosas. Y yo voy haciendo, siguiendo mucho mi intuición. A veces, desde afuera, parece que tengo todo más pensado y más analizado. Pero no, la realidad es que hay muchas veces que me tiro a una pileta donde por ahí no veo tanta agua. Y sí, laburo mucho en no frustrarme cuando me equivoco porque cuando uno hace tanto y le pega tantas veces al arco, no entran todas. No frustrarse con las que no entran me parece que es clave para cualquier tipo de emprendedor. Y trabajo mucho en eso, en laburar la frustración; en, cuando me equivoco, entender por qué sucedió el error y tratar de no volver a cometerlo. Pero de no castigarme a mí mismo tampoco, ¿viste? Es como: che, hubo un error, bueno, lo intenté, salió mal, hay que cambiarlo y sigo para adelante.  

La misma acción te da información sobre cómo seguir... 

Totalmente, que el error ni te frene ni te frustre, esa es mi creencia, es mi filosofía, hay que seguir adelante. Tampoco me quedo en las que me salen bien, es un poco mi forma de ser. En Luzu hay diez programas al aire y un montón de proyectos que entran y salen y, como te digo, no son todos un éxito todo el tiempo, ni todos los proyectos ni todas las decisiones que voy tomando. Pero no me quedo ni en las que me salen bárbaro como creyéndome un campeón ni en las que me equivoco creyéndome un boludo. Todo forma parte de la carrera y del crecimiento.  

 

Con tanta productividad, ¿aprendiste a descansar y a disfrutar también?  

El disfrute fue el motor de lo que hago. Siempre me pregunté si estoy disfrutando de lo que hago y si no lo estaba haciendo, trataba de cambiar algo. Mi metodología es observar una semana, me pregunto: “¿cuántos días disfruté?”, porque tampoco quiero pretender disfrutar 24 horas, porque es imposible. Pero si es más lo que sufrí que lo que disfruté, veo qué tengo que cambiar. Así me salen mejor las cosas. Y, como te digo, al ser comunicador, al trabajar desde mí, desde mis emociones, desde lo que a mí me pasa, desde lo que yo creo, tengo que estar bien. Y si yo estoy disfrutando, va a traspasar. Si yo me río de verdad, va a traspasar. Forzarlo, de oficio lo puedo sacar uno, dos, tres días, porque uno tampoco puede estar todos los días al 100. Pero más de eso no, porque ya se empieza a notar lo forzado. Y más en ese tipo de formatos que hacemos nosotros.  

¿Y la empresa es algo que no pudiste contener? ¿En algún momento soñaste con tener una empresa con 160 empleados? 

Mi viejo, clase media trabajadora, tiene un corralón, todavía lo sigue teniendo, con los hermanos, que lo heredó del abuelo, un corralón de hace 50 años, ahí en Ituzaingó. Y yo me crié con mi viejo diciéndome: “Tené la menor cantidad de empleados posible”. ¡Y ellos en el corralón teniendo dos! Pero él me decía: “Cuánta más gente a cargo tenés, más quilombo, no dormís tranquilo”. Y yo, ¡160! Pero sí, fue algo que fue pasando.  

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”  - Créditos: William Kano

 

Según tu experiencia, ¿sentís que resultó cierto o hay un tipo de liderazgo que se puede trabajar para que esa megaestructura sea más llevadera?  

Yo entiendo el pensamiento, lo entiendo. Hay días que lo entiendo mucho. Pero yo creo que para crecer a los niveles de mi ambición, era necesario. Creo que sin equipo no se puede crecer. Amo trabajar en equipo. Creo que no podría hacer nada de lo que hago sin un equipo. Y hoy creo que de las cosas más lindas que tiene Luzu es que es un lugar a donde la gente le gusta ir. Tiene ganas de quedarse, de trabajar ahí. Tiene la opción de trabajar home office, pero eligen venir, por más que ya nos quedó chico el lugar. Entonces, hoy en día, para mí no existe otra forma de crecer y de que te vaya bien que no sea en equipo o de no disfrutarlo así, porque las cosas se disfrutan distinto con otros. No sería para nada lo mismo Luzu sin la gente que lo habita, que trabaja ahí, que deja todo con la camiseta puesta como si fuese propio. Luzu tiene una identidad que no va a poder tener nunca nadie, porque es inigualable cómo nació, cómo creció, cómo nos equivocamos, cómo volvimos para atrás, dimos de vuelta, cómo nos reinventamos.  

Siguen aprendiendo...  

Claro, es una empresa que todavía está en construcción, en crecimiento. Y yo trato de tener esta charla sincera y genuina con toda la gente. Más allá de que en noviembre de 2025 van a ser cinco años desde que arrancó, el primer año y medio fue por Zoom. O sea, no teníamos ni siquiera estudio... No era una empresa. 

Esa profesionalización que viven todas las pymes, ¿fue un costo para vos o fue un alivio?  

Un alivio. Con mi socia, Gaby Rivero, que es la CEO, lo vivimos. Pensá que cuando Luzu arrancó, dijimos: “Bueno, vos te encargás de lo comercial y yo del contenido”. Y, a medida que empezamos a crecer, empezamos a adoptar este nivel de trabajo de empresa y ella se puso a cargo de ser la CEO, que es clave, y yo a ocuparme del contenido y de lo que pasaba al aire del programa. Y ahí empezaron las peleas, porque yo iba con presupuesto y ella decía: “No nos da”. Entonces empezó ahí lo lindo y lo creativo de producir con poco. Ahí está donde aparecen también las cosas lindas. Hay algo que le pasa a Luzu, que arrancó de cero, sin inversionistas. Acá nosotros arrancamos y era un proyecto de algo que todavía no existía, porque no existían los canales de stream. Hoy ya sabés de qué hablamos. En 2020 no se entendía muy bien. Y en ese momento, pedimos un préstamo para pagar por un año y medio los seis sueldos que teníamos. Sabíamos que no le íbamos a vender una publicidad a nadie. Primero, no teníamos los números para vender bien la publicidad. Y segundo, una marca no se iba a meter en algo que no tenía idea de lo que iba a pasar. Con mi socia no teníamos ningún ahorro. Entonces ahí sí pedimos un préstamo a un conocido para pagar esos sueldos y lo terminamos de pagar en marzo del año pasado. En cambio, hoy, todos los meses, lo que nos pasa es que viene el contador y nos dice: “Che, de las ganancias hay que guardar una reserva porque ahora, si se mandan una cagada, hay que pagar 160 sueldos”. Entonces esa es la diferencia. Y lo digo como positivo, porque viniendo de ahí, hay que ser más creativo todavía. Por lo menos a mí me criaron y me educaron para eso, para hacer el mejor contenido posible, gastando lo menos posible y estando fino y con esa presión de saber que no podés errar. Si yo tengo cinco pelotas y cuatro tengo que meter en el arco, se sufre más, pero, cuando entran, se disfruta más también.  

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”

Nico Occhiato, entre Luzu y su debut en La Voz: “El miedo no te tiene que frenar”  - Créditos: William Kano

Es un arte mantener la armonía con los socios, ¿qué te sirve en esos espacios de trabajo para el consenso, para armar confianza con Gaby? 

Lo bueno es que cada vez que hay una decisión fuerte que tomar, por lo menos hasta ahora, ¡espero que siga pasando!, nos juntamos y pensamos lo mismo. Hay que tomar esta decisión y listo. Porque podría ser distinto. Y la verdad es que, en líneas generales, pensamos muy parecido. Ella es una genia, es coach. Yo también trabajé todo este proyecto con un coach empresarial, Andrés, con el que empecé a trabajar en pandemia y fue el primero al que le dije: “Tengo una idea, no sé cómo llevarla a cabo”, y empezó a ayudarme a armarla. Y hoy es el gerente de recursos humanos de Luzu. Y él también trabaja mucho con nosotros a ese nivel empresarial, donde el sentido común es lo principal. Incluso podemos tener dos sentidos muy distintos, pero tratamos de correr el ego a veces para encontrar ese sentido común, que lo hay. 

La historia de amor con Flor Jazmín, tu novia y compañera de stream, fue muy pública y, al mismo tiempo, siento que resguardan mucho la intimidad, ¿es así? 

Sí, las cosas más importantes no las guardamos para nosotros. Es una historia muy particular, muy linda. Creo que con Flor, antes de ser pareja, fuimos equipo, equipo en todo sentido. Nos fue increíble, porque fuimos equipo en el bailando y lo ganamos contra todos los pronósticos; por mí, no por ella, claramente. Fuimos equipo en un programa en Canal 9 cuando se me dio a mí la oportunidad de conducir en aire por primera vez. Nos fue muy bien, ella era jurado. Fuimos equipo en Nadie dice nada. Ella estuvo desde el momento cero de este proyecto. La primera prueba que hice transmitiendo en vivo por YouTube, cuando ni siquiera era Luzu, la llamé a ella. Están los registros de esos videos y son muy graciosos. Y ahora somos equipo, pero en la vida y como pareja. Por ahí estamos con mi familia, estamos con la familia de ella y nos pasa que pareciera que fue así toda la vida. Claramente hay algo que no sé si viene de otras vidas o que... 

Ya hablas como Flor...  

Ya hablo igual, sí, olvidate. Pero realmente eso lo creo, lo creo de verdad. Porque, si no, no se explica cómo nos podemos sentir tan cómodos, cómo podemos pensar tan parecido. Y a la vez no, porque eso es lo lindo del vínculo. Hay muchas veces que yo le traigo cosas que para mí son de una forma y me hace ver todo otro costado que no tenía en cuenta. Y es muy rico hablar, debatir, pensar con ella. Me pasa lo mismo con sus cosas. Me trae algunas cosas que yo no tengo idea, por ahí de todo su universo más artístico, y yo le planteo mi mirada, y eso es hermoso. Flor todo lo vuelve más lindo. Yo le digo que, para mí, mi vida era más grisácea y, desde que llegó ella, la empezó a pintar de colores. Empezó a tener matices y empezó a iluminar momentos que, por ahí, no estaban tan iluminados. No te digo oscuros, porque tampoco eran oscuros. Tenía una linda vida, pero sí a iluminarlos de otros destellos. Flor es una mujer que el lugar al que entra lo ilumina y lo llena de una energía hermosa, lo transforma. Y creo que eso hizo conmigo también y con mi vida.  

 

Creo que hay algo en lo que ambos coinciden, que es que “el amor puede ser fácil”, ¿puede ser? 

Sí, es medio inexplicable, la verdad, porque es eso. Yo venía de mucho tiempo soltero y, también, mi idea de enamorarme, de estar de novio, venía con ideologías mías, erradas. “Uy, me va a pasar esto, me va a pasar lo otro”. Y hoy en día, todavía, que ya hace bastante tiempo que estamos juntos, tengo destellos de decir: “Uy, ahora esto por ahí se lo va a tomar mal”. ¡Y no, todo lo contrario!, qué genial que pensemos igual en esto. Y sí, obvio, es fácil, es como decís vos. Es fácil estar en pareja y no es una boludez. Proyectamos un montón juntos y, cada vez que podemos, nos hacemos una escapada. Hace poco nos fuimos al sur. Vamos siempre que podemos, ella ama el sur, y yo no había ido tanto, pero, desde que estoy con ella, ya fui dos veces. Me enamoré, igual que ella, del sur de Argentina. Y es hermoso porque nos acompañamos. Y nos gusta mucho estar solos también, nos respetamos esos momentos. Los dos entendemos al otro cuando necesita estar solo. Eso, por ahí, en una pareja, si no pensás igual, es raro, ¿viste? Porque el otro no entiende que el querer estar un rato solo no tiene nada que ver con el otro, tiene que ver con uno. Y, como a los dos nos pasa lo mismo, nos entendemos. Y eso es hermoso.  

Y, además, los dos son como medio abanderados de vivir solos. Como que hay algo que también es curioso porque construyen también desde sus soledades.  

Totalmente. Yo creo que, primero que nada, es un privilegio poder vivir los dos solos. Un privilegio económico que hoy no es fácil para cualquier pareja. Y, además, es una elección que está buenísima porque cada uno tiene su espacio. Cuando queremos estar juntos, tanto en mi casa como en la de ella, lo podemos hacer. Cuando nos vamos de viaje y tenemos que convivir, estamos re bien también. Pero me parece clave que cada uno tenga su espacio porque los dos disfrutamos de la soledad y encontramos cosas piolas en eso.  

 

Y cuando decís que proyectan juntos, ¿sueñas con plan familia?  

No nos pusimos a charlar así estrictamente, pero sí, es que ya nos sentimos familia. Hay una comodidad tan grande estando juntos, ¡hasta nuestras familias se juntan solas sin nosotros! Entonces, viste, que pase eso es re lindo. Y después, sí, es inevitable pensar en formar una familia juntos, pero por el amor que nos tenemos. Nos miramos y quiero todo con ella. Hoy estamos muy enfocados en nuestro trabajo y ella hoy está también muy dedicada a volver a su danza, a su arte. Flor es una artista impresionante que por ahí puso en pausa todo su arte para destinar mucha energía a este proyecto y hoy está eligiendo volver a reencontrarse con eso. Y me parece fenomenal y está buenísimo, le demanda mucho esfuerzo físico también. Y es espectacular cómo tomó esta decisión y le empezaron a caer miles de propuestas artísticas, y estoy seguro de que lo que quiera hacer, la va a romper, porque es buenísima. Pero sí, obviamente que pensamos en formar una familia juntos.  

¿Te ves papá? 

Qué pregunta. Sí, sí, obviamente que sí. No es que lo charlamos ni lo decidimos, pero, como te digo, con ella quiero todo, me animo a todo. 

Me gusta que Nadie dice nada es como una expresión de asombro. ¿Cuáles son tus “nadie dice nada” de hoy? 

Esto, de repente Luzu está en una alianza histórica con Telefe, que es el canal que veía de chico, y nadie dice nada. Es una locura, es un delirio. Que un proyecto que nació en mi departamento, en Colegiales, hoy esté al lado de una marca tan importante para el entretenimiento y para la industria como es Telefe... Lo digo y todavía no lo puedo creer.  

¡Compartilo!


Soledad Simond

Soledad Simond Estuvo en el equipo creador de la marca femenina OHLALA!, en La Nación, y la dirige desde hace 6 años. Además, es facilitadora de talleres de empoderamiento en corporaciones, da workshop de oratoria y planificación emprendedora.


SEGUIR LEYENDO

Nico Occhiato y su debut en La Voz Argentina: "Es mucho más de lo que pude haber soñado"

Nico Occhiato y su debut en La Voz Argentina: "Es mucho más de lo que pude haber soñado"


por Soledad Simond


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP