10 clásicos del cine que ahora podés mirar gratis en streaming

Una comedia que definió los '90 y todavía arranca carcajadas. Ted (Ben Stiller) es un tipo común que nunca superó a Mary (Cameron Diaz), su amor platónico de la secundaria. Años después, contrata a un detective (Matt Dillon) para encontrarla… pero todo se complica cuando el investigador también se enamora de ella. Dirigida por los hermanos Farrelly, esta película es un festival de situaciones absurdas, humor escatológico y ternura inesperada. La escena del "gel" capilar ya es historia del cine y Mary, con su sonrisa irresistible, se convirtió en la chica ideal para toda una generación. Detrás del humor desquiciado, hay una historia de amor sincera y torpe que la hace entrañable. Dura 119 minutos y es ideal para mirar cuando necesitás una risa que venga con un poco de ternura.

Un clásico de Tim Burton que mezcla cuento de hadas con drama gótico y mucho corazón. Edward (Johnny Depp) es una creación inacabada de un inventor, que muere antes de poder reemplazar sus tijeras por manos humanas. Vive solo en un castillo hasta que una vendedora lo descubre y lo lleva a su suburbio color pastel. Ahí conoce a Kim (Winona Ryder) y empieza una historia tan dulce como triste. Visualmente preciosa, con música de Danny Elfman y una estética que se volvió icónica, esta peli toca temas como la diferencia, la soledad y el amor imposible. Johnny Depp está encantador y vulnerable, y Winona —con ese look noventoso— se roba cada escena. Dura 105 minutos y es un clásico que siempre vale la pena ver.

Una historia visualmente deslumbrante que te deja pensando mucho después de que termina. Pi es un joven indio que sobrevive a un naufragio y queda a la deriva en el océano… acompañado por un tigre de Bengala. Lo que parece una aventura imposible se convierte en una meditación sobre la fe, la supervivencia y el poder de las historias. Dirigida por Ang Lee, con una fotografía espectacular y efectos que sorprenden incluso más de una década después, es de esas pelis que te hacen creer en el cine como experiencia sensorial y emocional. Está basada en la novela de Yann Martel y tiene una narración hermosa, cargada de metáforas. Dura 127 minutos y es perfecta para los que disfrutan de historias que mezclan lo real con lo fantástico.

Un clásico del romance sobrenatural que marcó a toda una generación. Sam (Patrick Swayze) y Molly (Demi Moore) son una pareja enamorada hasta que él muere en un asalto. Pero Sam no se va del todo: queda como fantasma para protegerla y descubrir la verdad detrás de su muerte. Con la ayuda de la médium Oda Mae Brown (Whoopi Goldberg, que ganó un Oscar por su papel), logra comunicarse con Molly y cerrar su historia. ¿Quién no recuerda la escena de la cerámica con "Unchained Melody" de fondo? Es intensa, melosa y hermosa, todo a la vez. Dura 127 minutos y es de esas pelis que, aunque ya sabés lo que va a pasar, te sigue emocionando como la primera vez.

Una peli que cambió las reglas del cine y todavía se siente fresca. Escrita y dirigida por Quentin Tarantino, Pulp Fiction es una mezcla explosiva de crimen, humor negro y diálogos brillantes. La historia se cuenta de forma no lineal y sigue a varios personajes: Vincent y Jules (John Travolta y Samuel L. Jackson), dos matones con crisis existenciales; Mia (Uma Thurman), la magnética esposa de un jefe mafioso; y Butch (Bruce Willis), un boxeador que intenta zafar de un arreglo. Cada escena es icónica: el baile, la jeringa, el monólogo del reloj… todo. Ganó la Palma de Oro en Cannes y se convirtió en un clásico instantáneo. Dura 154 minutos y es perfecta para una noche de cine con algo fuerte para tomar y muchas ganas de meterse en un universo salvaje, cool y muy Tarantino.

Jim Carrey en su máxima expresión de locura y versatilidad. Charlie es un oficial de policía amable y sumiso… hasta que desarrolla una segunda personalidad, Hank, que es grosero, agresivo y completamente opuesto. Todo se complica cuando se enamora de Irene (Renée Zellweger), una mujer en fuga. Otra joyita de los hermanos Farrelly, con ese humor incómodo que mezcla lo absurdo con momentos insólitamente tiernos. Carrey se luce haciendo de dos personajes a la vez, y Zellweger le pone dulzura a esta historia alocada. Dura 116 minutos y es perfecta si tenés ganas de ver algo desopilante con un poquito de corazón.

Una obra maestra del cine que nunca pasa de moda. La historia de la familia Corleone es mucho más que una historia de mafiosos: es un drama sobre poder, tradición, traición y familia. Con Marlon Brando como el imponente Don Vito y Al Pacino en uno de sus mejores papeles, esta peli dirigida por Francis Ford Coppola es cine en estado puro. Todo es icónico: la música, las frases, las escenas. Dura 175 minutos y si nunca la viste, es una cuenta pendiente. Y si ya la viste, seguro tenés ganas de volver a sumergirte en ese universo oscuro y fascinante.

Una historia sobre el talento, la rabia y las segundas oportunidades. Will (Matt Damon) es un joven genio que trabaja como conserje en el MIT y que, tras meterse en problemas, termina obligado a ver a un terapeuta, Sean (Robin Williams, en un papel maravilloso). Lo que sigue es un viaje emocional sobre el dolor, el miedo a crecer y la importancia de dejarse ayudar. Escrito por Damon y Ben Affleck, que ganaron el Oscar al Mejor Guion, tiene diálogos memorables, actuaciones sentidas y un final que te estruja el corazón. Dura 126 minutos y es ideal para esos días en los que necesitás una historia que te conmueva sin golpes bajos.

Basada en una historia real tan increíble que parece inventada. Frank Abagnale Jr. (Leonardo DiCaprio) es un joven que, antes de los 21 años, ya había pasado por piloto, médico y abogado… todo sin serlo realmente. Tom Hanks es el agente del FBI que intenta atraparlo mientras Frank escapa con estilo. Dirigida por Steven Spielberg, esta peli tiene ritmo, humor, un gran diseño de época y actuaciones brillantes. La relación entre los protagonistas le da una capa emocional inesperada a esta historia de estafas y persecuciones. Dura 141 minutos y es de esas pelis que podés ver mil veces sin aburrirte.

Una película adelantada a su tiempo que mezcla drama, comedia y crítica social. Truman Burbank (Jim Carrey) vive una vida aparentemente perfecta… hasta que empieza a sospechar que todo es una mentira. Y lo es: su mundo es un enorme set de televisión y todos a su alrededor son actores. Una idea brillante llevada al cine con sensibilidad, humor y una actuación inolvidable de Carrey en un registro más contenido. Dirigida por Peter Weir, plantea preguntas sobre la privacidad, los medios y la libertad personal. Dura 103 minutos y sigue siendo igual de actual y perturbadora que cuando se estrenó.