Picasso y Chanel: una amistad de arte y moda de vanguardia

Así, en la primera sala, El estilo Chanel y el cubismo, se puede recorrer a través de piezas pictóricas y prendas de diseño, cómo el movimiento cubista influyó desde el inicio las prendas de Chanel: el lenguaje geometrizado, la paleta cromática reducida e incluso el collage cubista.

La segunda sala, Olga Picasso, está ocupada por los retratos que el pintor realizó de su primera mujer, Olga Khokhlov, bailarina rusa y clienta de Chanel. En este sector pueden admirarse los primeros diseños de Chanel, de los cuales hay pocos en el mundo.

Al llegar a Antígona se puede disfrutar la coincidencia entre ambos artistas, quienes inspirados en la Grecia clásica trabajaron juntos en la adaptación de la obra de Sófocles  realizada por Cocteau, estrenada en París en 1922 que contó con decorados y máscaras de Pablo Picasso y con el vestuario de la Chanel.

El tren azul es el último espacio, está inspirado en el deporte y la moda de baño y pueden disfrutarse obras como Dos mujeres corriendo por la playa y los primeros trajes que Chanel diseñó para los bailarines inspirados en modelos deportivos diseñados para ella misma y para sus clientes.

Pocos ejemplos tan claros hay en la historia de la moda de cómo el arte y sus movimientos de vanguardia llegaron a influir en los diseños. Incluso en la elección de materiales, así como los cubistas comenzaron a utilizar en la pintura elementos cotidianos, Chanel trasladó esa clave al diseño, usando tejidos como algodón o tejidos simples y humildes. 

Lo mismo ocurre con la paleta de colores: la simplicidad cromática de la diseñadora francesa (blanco, negro, beige, rosado) se acercan muchisimo a los colores de la época cubista del pintor malagueño. 

La muestra está compuesta por 50 vestidos de la couturière que se enfrentan a obras del pintor.

A las obras y diseños, se suma un sin fin de documentos que dan cuenta de la amistad de a tres que unía a ambos artistas y a Olga.