Giro revelador: qué dijo Christian B., el principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann

La coincidencia no pasó inadvertida: mientras Universal+ estrena la serie documental The Primal Suspect, centrada justamente en la figura de Christian Brückner y su perfil como principal sospechoso, la realidad volvió a sacudir la causa con la noticia de su liberación. Esa simultaneidad, que parece casi una ironía del destino en un caso que nunca deja de producir giros inesperados, abre nuevas preguntas sobre qué ocurrió realmente con Madeleine McCann.

Es que hace apenas unos días, el 17 de septiembre de 2025, Brückner abandonó la prisión de Sehnde, en el norte de Alemania, tras cumplir una condena de siete años por la violación de una mujer de 72 años en el Algarve, Portugal, un caso no relacionado directamente con Madeleine McCann. Aunque su liberación estaba prevista para fines de 2025, fue adelantada debido al pago de una multa pendiente de unos 1.450 euros, que habría extendido su estadía en prisión si no se abonaba.

Sin embargo, su salida en libertad no fue sin restricciones. Las autoridades alemanas impusieron condiciones severas, como el uso de una tobillera electrónica para monitorear sus movimientos, la entrega de su pasaporte, la prohibición de abandonar Alemania sin autorización, así como la declaración de una residencia fija y reportes periódicos a las autoridades pertinentes.

Según el fiscal Hans Christian Wolters, pese a la liberación, la investigación sobre la desaparición de Madeleine sigue activa, y Brückner continúa siendo considerado como sospechoso bajo la hipótesis de asesinato más que de desaparición, aunque no hay cargos formales contra él ni pruebas concluyentes.

Su liberación no representa el cierre del arco judicial, sino un momento más de tensión por una frase lanzada que encendió nuevas sospechas: dijo tener pruebas para terminar con el escándalo del siglo.

Resulta que, ya libre, Brückner fue visto en una tienda de telefonía celular, donde adquirió un teléfono y una tarjeta SIM, y permaneció más de una hora configurando el aparato. Fue allí donde, según un trabajador del local, hizo declaraciones polémicas: "Tengo pruebas que pueden poner fin al escándalo del siglo. Tengo información, unos pendrives", dijo. "Todo lo que se dice de mí es inventado… hay otros 14 ADN".

Si bien no mencionó explícitamente el caso McCann durante dicha conversación, la alusión a "información clave" y "escándalo del siglo" ha sido interpretada por los medios como una referencia directa a su situación como sospechoso en el caso.

No se sabe hasta el momento si se trata de una insinuación o si realmente posee pruebas que ayuden al proceso, pero llama poderosamente la atención que esto rompe con la habitual postura de silencio absoluto que, tal como se muestra en el tercer episodio de la serie de Universal+, Brückner había mantenido hasta ahora, preparando el terreno para lo que podría ser un giro decisivo… o solo uno más de los tantos intentos frustrados por encontrar la verdad que el caso McCann ha vivido en casi dos décadas.