Netflix: 6 K-dramas que se sumaron hace muy poco al catálogo y no deberías perderte

Beso dinamita se inscribe dentro de la comedia romántica clásica, pero suma giros que la vuelven fresca y ágil. La historia sigue a Go Da-rim, una joven que atraviesa una situación económica muy límite y decide mentir en una entrevista laboral: se presenta como madre casada para conseguir un puesto estable en una empresa de productos infantiles. El problema aparece cuando descubre que su nuevo jefe, Gong Ji-hyeok, es el mismo hombre con el que compartió un beso impulsivo y totalmente fuera de contexto unas semanas atrás.

A partir de ahí, la serie despliega un entramado de malentendidos, secretos, tensiones laborales y una atracción imposible de disimular. Ji-hyeok es un ejecutivo exigente, marcado por su pasado y reacio a involucrarse emocionalmente, mientras que Da-rim intenta sostener una doble identidad que se vuelve cada vez más difícil de ocultar. Con secundarios carismáticos, situaciones absurdas y un ritmo ligero, Beso dinamita apuesta al encanto del slow burn romántico, sin dejar de lado temas como la presión social, la maternidad, el trabajo y las mentiras que construimos para sobrevivir.

En Pro bono, el foco está puesto en el sistema judicial y en las zonas grises de la justicia. Kang Da-wit es un juez exitoso, mediático y respetado, acostumbrado al prestigio y al reconocimiento público. Sin embargo, un episodio inesperado lo obliga a abandonar su cargo y replantearse por completo su carrera. Su camino lo lleva a un pequeño equipo de abogados que trabajan pro bono, defendiendo a personas que no pueden pagar representación legal.

Ahí conoce a Park Ki-pbeum, una abogada comprometida con los derechos humanos y con una mirada ética que choca de frente con la ambición que alguna vez definió a Da-wit. Cada episodio presenta casos distintos —desalojos, abusos laborales, injusticias estructurales— que funcionan como disparadores para hablar de desigualdad, responsabilidad social y redención personal. Sin caer en el didactismo, la serie combina tensión judicial, drama humano y momentos de humor sutil, construyendo un relato que interpela tanto a sus protagonistas como al espectador.

La vida soñada del Sr. Kim es un dramedy íntimo y reflexivo que pone el acento en la crisis de la mediana edad y la búsqueda de sentido. Kim Nak-su es un ejecutivo que dedicó su vida al trabajo, convencido de que el éxito profesional garantizaba estabilidad y felicidad. Cuando un giro inesperado lo deja sin empleo y sin el rol que lo definía, se ve obligado a repensar quién es fuera de esa estructura.

A lo largo de la serie, Nak-su reconstruye vínculos familiares, se enfrenta a decisiones postergadas y empieza a escuchar deseos que había silenciado durante años. El relato avanza con un tono sereno, combinando melancolía, humor suave y momentos de profunda humanidad. Lejos de los grandes golpes de efecto, la serie apuesta por lo cotidiano y por personajes reconocibles, ofreciendo una mirada sensible sobre el cansancio emocional, la reinvención y la posibilidad de empezar de nuevo, incluso cuando parece demasiado tarde.

En Mi ídolo, el mundo del derecho penal se cruza con el del K-pop en una historia cargada de tensión emocional y ambigüedad moral. Maeng Se-na es una abogada brillante, conocida como “la abogada de los villanos” por aceptar casos criminales que nadie quiere defender. Lo que nadie sabe es que, desde hace más de diez años, es fanática en secreto de Gold Boys, una de las bandas más populares del país.

Todo cambia cuando Do Ra-ik, el centro visual y vocalista del grupo, queda involucrado en un extraño caso de asesinato. Se-na acepta defenderlo ocultando su admiración, mientras el juicio expone no solo las fisuras del caso, sino también el costado más oscuro de la fama. Ra-ik, agotado por la presión y las expectativas ajenas, empieza a cuestionar su identidad pública y a derrumbar la imagen perfecta que construyó durante años. La serie avanza entre tribunales, escándalos mediáticos y conflictos internos, explorando qué ocurre cuando la verdad, la lealtad y la idolatría entran en colisión.

El gran diluvio se aparta del formato serie para ofrecer una experiencia cinematográfica intensa y claustrofóbica. Ambientada en un futuro cercano, la historia parte de un evento catastrófico: el derretimiento de los polos provoca una inundación global que pone en jaque a la humanidad. En medio del caos, An-na, una científica, queda atrapada en un edificio inundado junto a un niño pequeño, mientras Hee-jo, un rescatista, intenta llegar hasta ellos contra reloj.

Más allá del despliegue visual y la tensión constante, la película se centra en el vínculo humano, el sacrificio y la necesidad de proteger al otro cuando todo parece perdido. Con una narrativa que combina acción, drama emocional y reflexiones sobre el cambio climático y la supervivencia, El gran diluvio propone una historia de resistencia en un mundo al borde del colapso.

El precio de la confesión es uno de los thrillers más oscuros e intensos del reciente catálogo coreano de Netflix. An Yun-su, profesora de arte, es acusada del asesinato de su esposo y condenada a cadena perpetua. En prisión conoce a Mo Eun, una reclusa enigmática apodada “la bruja”, que asegura poder confesar el crimen para salvarla. Pero la ayuda tiene un costo: Yun-su deberá cometer un acto atroz a cambio.

A partir de ese pacto perturbador, la serie despliega una trama llena de secretos, manipulaciones y dilemas éticos, mientras un fiscal obsesivo y un abogado decidido intentan desentrañar la verdad. Con actuaciones potentes y una atmósfera asfixiante, El precio de la confesión indaga en la culpa, la moral y los límites de la redención, dejando al espectador frente a una pregunta incómoda: ¿hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para cambiar nuestro destino?