Netflix acaba de estrenar esta divertida comedia romántica que narra el desastroso mundo de las apps de citas

Basada en el libro homónimo de Amanda Romare, esta serie sueca sigue a Amanda durante un verano en el que acumula citas fallidas, desencuentros y experiencias que parecen más dignas de una anécdota que de un cuento romántico. La protagonista prueba de todo: cambiar de actitud, mostrarse sumisa, ser dominante, relajarse o tomarse las cosas en serio. Pero nada funciona. Ni siquiera logra pasar de la primera salida a la segunda. Lo interesante es que sus amigas tampoco lo tienen más fácil, y en esas charlas compartidas entre risas y frustraciones está la esencia de la serie: un retrato de lo complicado que se volvió el amor en la era de las notificaciones y la inmediatez.

Aunque Amanda lleva el centro de la trama, sus amigas tienen un rol igual de importante. Cada una representa un costado distinto de la experiencia amorosa contemporánea: desde la que intenta mantener relaciones abiertas sin morir en el intento hasta la que se aferra a la idea del “para siempre”. El reparto aporta frescura y diversidad, con actrices que logran un tono cercano y verosímil, haciendo que el público se identifique rápidamente con sus historias.

Mientras Emily in Paris construye una fantasía parisina entre outfits imposibles, romances cinematográficos y paisajes de postal, Diario de una chica experta en desastres de amor elige otro camino: el de la imperfección. Amanda no tiene un guardarropa de diseñador ni vive rodeada de clichés románticos; lo suyo es volver caminando sola después de una cita fallida, revisar mil veces si escribir o no un mensaje y tener charlas descarnadas con sus amigas sobre lo difícil que es no sentirse suficiente.

La serie sueca se anima a mostrar un costado mucho más realista de la vida amorosa actual, donde el glamour brilla por su ausencia y lo que pesa son los silencios incómodos, los matches que desaparecen y la presión social de estar en pareja. Sin embargo, en ese realismo también hay un enorme valor: la identificación. Cada situación, por más absurda o dolorosa que parezca, podría haberle pasado a cualquiera.

Ahí reside la clave para que funcione como la “anti-Emily in Paris”: no vende un sueño inalcanzable, sino que se ríe de las expectativas rotas y celebra la resiliencia de quienes, a pesar de todo, siguen creyendo en el amor. Si buscás una comedia romántica fresca, con humor incómodo y un trasfondo honesto sobre la amistad femenina y la persistencia en los vínculos, esta serie es una opción ideal.

Diario de una chica experta en desastres de amor estrenó el 11 de septiembre en Netflix y, ese mismo día, vas a poder maratonear toda la temporada. Planazo para el próximo fin de semana.