Los espíritus de la isla: la comedia negra nominada a los Oscar de la que todos hablan

Inisherin es una remota (y ficticia) isla frente a la costa oeste de Irlanda, alejada –pero no ajena– de los conflictos de la guerra civil que se lleva a cabo en la otra orilla. Es 1923 y tras una larga y devota amistad, Colm Doherty (Gleeson) decide ponerle fin a su relación con Pádraic Súilleabháin (Farrell), compañero de bebida y, en apariencia, el hombre más dulce, apacible y despreocupado de esta pequeña comunidad. El atónito Pádraic no acepta la ruptura e insiste en que todo vuelva a la normalidad, pero Colm está resuelto a dedicarse a su música y no seguir perdiendo el tiempo en cosas sin trascendencia. Al final, no le queda otra que tomar medidas extremas para que su ex amigo entre en razón, desencadenando una serie de eventos tan alarmantes como desafortunados.

“En la historia intervienen numerosos personajes y hay varios hilos que la atraviesan. No se trata de un sitio en concreto. Es la imaginación de Martin [McDonagh], que pone en juego ciertos tropos. Pero la historia es esa: dos amigos que de pronto dejan de serlo, y las consecuencias de eso, y cómo esas consecuencias se extienden a toda la comunidad. Hay discordia y locura, pérdida y sufrimiento, y algunas risas en el camino”, cuenta Colin, nominado al Oscar por primera vez, al igual que todos sus compañeros de elenco.

Su Pádraic es un tipo sencillo con muy pocas (nulas) aspiraciones, que cuenta con la amistad de su amigo, el amor incondicional de su hermana Siobhán (Kerry Condon) y la compañía de sus animales, incluyendo a Jenny, una burrita en miniatura. El desdén de Doherty desestabiliza su mundo y salpica a toda la isla, obligada –de alguna manera– a tomar partido en esta disputa, no tan diferente a la guerra que se lleva a cabo en el continente. “La guerra civil irlandesa fue una tragedia: ese es el contexto aquí. Examinando y tratando de entender cómo las cosas se pueden salir de control, quizás podamos enfrentar la situación y no seguir ese camino. Espero que la película le recuerde a la gente que tomar decisiones crueles o que hacen daño a los demás tiene un efecto perdurable”, señala Gleeson, que a sus 67 años aspira a su primera estatuilla como actor de reparto.

El título original de la película (The Banshees of Inisherin) hace referencia, primero, a la pieza musical que Colm intenta componer con su violín para trascender en el tiempo. También alude a la conocida figura fantasmal del folclore irlandés: espíritus femeninos que gimen de noche para presagiar una muerte inminente. La película de McDonagh no entra en el terreno sobrenatural ni fantasioso, pero no carece de su ‘banshee’, acá representada en la señora McCormick (Sheila Flitton), una anciana bastante extraña que, en palabras de Farrell, “es como un siniestro perro guardián de la isla que nunca se involucra físicamente en nada, que siempre observa todo desde afuera”.

La isla en sí es un protagonista más de esta historia, un microcosmos de personajes que deben tomar partido (o no) de esta disputa. Si bien Inisherin no es un lugar real, sí lo son las islas de Inishmore y Achill en la costa oeste de Irlanda donde se filmó la cinta, un escenario único que muestra el contraste entre la belleza natural y los conflictos humanos, ya sean los abusos, las peleas entre amigos o la necesidad de escapar para descubrir lo que el resto del mundo tiene para ofrecer. Este es el dilema de Siobhán, ansiosa de huir, pero temerosa de abandonar a su hermano.

La relación entre Siobhan y Pádraic es fundamental, no solo para los personajes, sino para los giros de la trama. “Creo que es algo cultural que las mujeres irlandesas cuiden de los hombres. Y eso ha sido así a lo largo de la historia. Nunca esperan reconocimiento por ello, y quizás ni siquiera se les ocurre; pero creo que con el tiempo es algo que desgasta un poquito a Siobhan. Él se la pasa en el pub todas las noches y cuando está en la casa no hace nada. No ayuda en nada. Ella hace todo por él”, cuenta la actriz irlandesa, también nominada al Oscar.

A pesar de todo, Siobhan ama a su hermano y quiere ayudar, pero al igual que Colm, también se da cuenta de la fugacidad de la vida y la necesidad de hacer algo con el tiempo que todavía tiene por delante.

Los espíritus de la isla llega a las  salas de cine este jueves 2 de febrero, justo a tiempo para celebrar sus nueve nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película, director y actor principal para Colin Farrell. ¿Ya viste este adelanto?