Arranca la temporada de Acuario y así afectará a cada uno de los signos

Recordemos que, más allá de la preponderancia de nuestra energía de Sol, Luna y Ascendente, todos tenemos los doce signos en nuestro mandala zodiacal, así que no hay energías “negativas” o incompatibles.  Incluso, podemos tener planetas o comienzos poderosos de casas en esos signos con los que sentimos que no tenemos nada que ver. 

La energía de Acuario es afín a las de aire y fuego, aunque con Leo hace una dupla complementaria que a veces puede generar un entendimiento y, otras, ciertas fricciones. 

En cuanto a tendencias, es con Aries, Géminis, Libra y Sagitario con quienes las relaciones de pareja, amistad, sociedades y trabajo creativo fluyen más naturalmente. Con los signos con los que menos se entiende es con Tauro, Leo y Escorpio, que coinciden en ser fijos pero hablan un código distinto. ¿Esto significa que no pueden relacionarse? Claro que no; solo es un desafío. Tienen en común la importancia que le dan a sostener aquello en lo que creen, pero lo hacen desde las energías de tierra, fuego y agua, respectivamente.

Acuario es el penúltimo signo del zodíaco, el que le sigue a Capricornio, que es el que logró llegar a las máximas cumbres y ahora empieza a desandar la rueda. Y lo hace cuestionando todo.

Las energías zodiacales más afines son, por supuesto, la de Acuario mismo, y también las de los otros signos de aire: Géminis y Libra, así como las de aquellos con los que Acuario hace sextil: Sagitario y Aries. 

Por otra parte, los otros signos fijos (Tauro, Escorpio y Leo) recibirán aspectos inarmónicos: cuadraturas en el caso de los dos primeros, y oposición en el caso del último. Esto no necesariamente es negativo: nos invita a integrar una energía incómoda y cataliza la acción.

Cáncer, Virgo, Capricornio y Piscis no se relacionan en aspectos mayores con Acuario, por lo que sentirán el influjo de este tránsito de manera suavizada o más bien neutra, aunque puede encender la chispa de la originalidad, el llamado de la libertad y las ganas de trabajar en grupo.

Si Acuario es tu ascendente, el Sol va a estar pasando por él, así que es probable que muchos procesos inconscientes que venías realizando pasen al plano de la conciencia, es decir, que aparezcan nociones que parecen venir de la nada pero que son el resultado de mucho trabajo tras bambalinas. 

Nuevas ideas, cierre de etapas, cosas que encajan por fin, maneras de sentirte con vos misma y de ver a tus vínculos son algunas de las manifestaciones. Además, con el Sol en tu Ascendente vas a sentirte vital y renovada y a atraer muchísima atención. 

Si tu ascendente es Géminis o Libra, la energía del Sol en esta temporada va a llegar en forma de trígono, potenciando y maximizando tu imagen.  Por último, las ascendentes Aries y Sagitario van a sentir la potencia de este solcito en un buen aspecto a su energía.

Son excelentes noticias para los cinco grupos, así que si estás en uno de ellos ¡aprovechalo para reconectarte con tu brillo personal!

No es habitual que el ingreso del Sol en un signo, es decir, el comienzo de una temporada zodiacal, se dé con Plutón de la mano… y mucho menos con ambos planetas en grado cero exacto. No experimentábamos algo así desde diciembre de 2008, y no volverá a suceder hasta 2044. Incluso, en esos momentos, la llegada no es simultánea, como esta de ahora, sino que Plutón “espera” al Sol.

Con esto simplemente busco dar cuenta de por qué este evento es tan extraordinario y tiene tan movilizada a la comunidad astrológica. Pocos días después, el jueves 25, todavía con esta conjunción vigente, se produce la poderosa Luna Llena en Leo, momento de concreciones y punto de llegada.

Es una primera semana intensa, que finaliza en tensión con Júpiter: el recordatorio de que debemos desacelerar algunos procesos y concentrarnos en los detalles más que en abarcar demasiado.

Ya en febrero, tendremos la Luna Nueva en Acuario el día 9, y algunos aspectos interesantes justo antes: el Sol nos invitará a buscar nuestro norte, a mirar de frente y con valentía aquello que necesita ser superado porque nos impide avanzar, y a cultivar la paciencia para no hacer cambios ni movimientos bruscos, que no respeten la organicidad de lo que necesitamos vivir.

Será la temporada perfecta para pensar en nuestra propia manera de ser felices, de afrontar la vida y de darnos a nuestros grupos, amigos y comunidad, teniendo en cuenta que saltearnos etapas no es lo más conveniente. Que el entusiasmo que trae este nuevo tránsito solar nos sirva de motor y la sabiduría que nos dejó la temporada de Capri nos ayude a discernir el cuándo, para que una nueva etapa pueda florecer y prosperar.